La calle suaviza la gresca pol¨ªtica sobre el bable
La pol¨¦mica en el Parlamento auton¨®mico sobre la oficialidad de la lengua asturiana se aten¨²a en las conversaciones de los ciudadanos
En algunos bares de Asturias, una gran variedad de acentos y un sinf¨ªn de palabras en bable se entremezclan sin problema con distintas formas castellanas y expresiones populares seg¨²n la parte del Principado de donde provengan los contertulios. Las diferencias, a veces de puro matiz, arrancan en los platos t¨ªpicos: los de la zona oriental hablan de fabas y los de la cuenca minera de fabes. El entendimiento que triunfa en las comandas de taberna choca con el convulso escenario pol¨ªtico: el Parlamento discute una reforma estatutaria que pretende convertir al asturiano o bable en le...
En algunos bares de Asturias, una gran variedad de acentos y un sinf¨ªn de palabras en bable se entremezclan sin problema con distintas formas castellanas y expresiones populares seg¨²n la parte del Principado de donde provengan los contertulios. Las diferencias, a veces de puro matiz, arrancan en los platos t¨ªpicos: los de la zona oriental hablan de fabas y los de la cuenca minera de fabes. El entendimiento que triunfa en las comandas de taberna choca con el convulso escenario pol¨ªtico: el Parlamento discute una reforma estatutaria que pretende convertir al asturiano o bable en lengua cooficial, mientras la calle cuestiona si este dispar patrimonio cultural puede homogeneizarse.
Dos amigas que charlan al sol de Oviedo ¡ªMar¨ªa Fern¨¢ndez, de 23 a?os, nacida en la capital de provincia, y Olaya Fern¨¢ndez, de 19, procedente de una zona rural¡ª explican que en sus conversaciones suele haber expresiones en asturiano pero que en los pueblos se usa m¨¢s. Ambas respaldan la modificaci¨®n que ha planteado el Gobierno auton¨®mico (PSOE, Podemos e IU) porque creen que as¨ª lo que ¡°chapurrean¡± sus abuelos ¡°mezclado con castellano¡± cobrar¨¢ uniformidad. Postura similar esgrimen Mar¨ªa Casero y Gonzalo Terrero, de 49 y 56 a?os, que reivindican el bable como algo no solo ¡°de aldeanos¡±. Los dos, profesores, reniegan de ¡°imposiciones¡± y piensan que la cooficialidad debe ¡°unir¡±. ¡°?No queremos que todo el mundo hable igual, como en la tele!¡±, bromean.
Menos calmado es el panorama pol¨ªtico. La propuesta de cooficialidad liderada por los socialistas del presidente Adri¨¢n Barb¨®n ¡ªque tiene a¨²n meses de tr¨¢mites y debates por delante¡ªha sido criticada ferozmente por la oposici¨®n, con Vox acosando con una campa?a p¨²blica al diputado de Foro Asturias, Adri¨¢n Pumares, de quien depende que prospere o decaiga. Barb¨®n sostiene que el objetivo es ¡°reconocer un derecho y proteger un patrimonio cultural¡±. ¡°Es la mejor manera de evitar el riesgo de desaparici¨®n de las lenguas¡±, a?ade el mandatario socialista, que se?ala que la adaptaci¨®n del bable al uso cotidiano, una vez convertido en cooficial, depender¨ªa de las leyes que se aprobaran al respecto, aunque recalca que no se forzar¨ªa a nadie a usarlo ni habr¨ªa, por ejemplo, biling¨¹ismo en la escuela.
La Constituci¨®n establece que es decisi¨®n de las comunidades aut¨®nomas fijar las lenguas cooficiales en sus estatutos, aunque despu¨¦s estos deben recibir el aval del Congreso. En la actualidad son cooficiales en una parte del territorio espa?ol el catal¨¢n/valenciano, el gallego, el euskera y el aran¨¦s.
La batalla pol¨ªtica hast¨ªa a Xos¨¦ Gonz¨¢lez, presidente de la Academia de la Lingua Asturiana, quien recuerda que el PP de ?lvarez-Cascos clam¨® por la cooficialidad hace 25 a?os y que el PSOE, hasta el ¨²ltimo programa electoral, rara vez la respald¨®. Gonz¨¢lez se muestra ¡°optimista¡± en cuanto a que el PP vire de nuevo gracias a la ¡°sensibilidad¡± hacia el tema de una parte de sus filas. El tambi¨¦n doctor en Pedagog¨ªa recalca que el modelo est¨¢ndar del asturiano abarca las m¨²ltiples variedades, todas bajo una morfogram¨¢tica que facilita asimilarlo: ¡°No es tan complejo¡±, resume.
La imposici¨®n de la lengua que la oposici¨®n augura, desde?a Gonz¨¢lez, no se va a producir. Y tranquiliza a quien tema que en su trabajo le obliguen a manejar el bable. El objetivo, coincide con Barb¨®n, es un ¡°cambio amable¡± que d¨¦ visibilidad en los medios o en la Administraci¨®n. Solo los funcionarios, incentivo mediante, que decidan ¡°reciclarse¡± se ver¨ªan afectados. La mitad del mill¨®n de habitantes del Principado entiende o habla asturiano a diario, y un 25% puede tambi¨¦n leerlo o escribirlo, sostiene Gonz¨¢lez apoy¨¢ndose en una encuesta de Equipo Euskobar¨®metro de 2018.
El secretario regional del PP, ?lvaro Queipo, recela de esa ¡°cooficialidad amable¡± que pregona el PSOE y le insta a que, antes de pedir el apoyo a su plan ¡°como un acto de fe¡±, ense?e el modelo que tratar¨ªa de aplicar.
El principal problema para el arraigo del bable, observa In¨¦s Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez, catedr¨¢tica de Lengua Espa?ola en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, pasa por la escasa ¡°conciencia idiom¨¢tica¡±. La estandarizaci¨®n sobre el asturiano central puede provocar que gente de la variedad oriental u occidental ¡°no se identifique¡±. Por otro lado, el abandono de las ¨¦lites socioecon¨®micas, algo que no ocurri¨® con el catal¨¢n, ha menoscabado el prestigio del asturiano, detalla la tambi¨¦n miembro de la Real Academia. En la calle, los ovetenses Alfredo D¨ªaz y Diego Varela, de 41 y 37 a?os, consideran que ¡°hay otras prioridades¡± que ese ¡°asturiano inventado¡± que ¡°intentan imponer¡±. Seg¨²n ellos, no procede dar importancia a algo que ¡°nunca la tuvo¡±.
El panorama visto en Oviedo muta al subir las escarpadas pendientes rumbo a Tabayes, una aldea del concejo de Bimenes, cuyo ayuntamiento sigue teniendo como ¡°lengua oficial¡± al asturiano desde 1997 pese a que la justicia anul¨® esa decisi¨®n. En las calles del pueblo, los vecinos conversan entremezclando el castellano con expresiones y palabras en bable. Tino Fern¨¢ndez, de 85 a?os, se asombra cuando le preguntan si habla asturiano: ¡°Hablamus como siempre¡±, dice, aunque admite que cuando sale del terru?o habla ¡°m¨¢s fino¡± porque no le entienden. Su discurso casi lo calca Laudelino Varela, que paga el pan que recibe en furgoneta frente a la casa donde naci¨® hace 70 a?os: ¡°Hablamos como toda la vida, como cuando ¨¦ramos guajinos¡±.
La cuesti¨®n anima a Celso Garc¨ªa, de 79 a?os, a analizar la utilizaci¨®n de esta lengua con Rosi D¨ªez, de 64, que le reparte la carne semanalmente. Ambos apoyan el fomento del bable y citan a Julita Montes como eminencia del asunto. La se?ora, que a sus 83 a?os calza madre?es (zuecos) para moverse por su huerto, tambi¨¦n dice con marcado acento que siempre ha hablado igual: ¡°Hablamus como hablamus¡±. Con ella uno aprende que la neblina se llama borrina, que el escolleru sirve para cargar agua y que carcovar implica hacer zanjas.