Los acusados discuten las pruebas en el juicio del crimen de Llanes
El supuesto inductor del asesinato del edil Javier Ardines en 2018 niega el m¨®vil sentimental
![Juan Navarro](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fauthor-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub%2Fprisa%2F06e3bed3-ffe1-4f1f-a2c2-c26016990b84.png?auth=234b68c8f5803825c86a00376d816e74055aacb335745c95df6900fa22a957a1&width=100&height=100&smart=true)
![En segundo plano, los acusados por el asesinato de Javier Ardines, Maamar Kelii, Djillali Benatia, Javier Muguruza y Pedro Nieva, el pasado d¨ªa 2 de noviembre en la Audiencia Provincial de Asturias en Oviedo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/C6VZNCAE4C5Z7MHVS43HUMD3F4.jpg?auth=511ab332a52cdc40dfed87adabee29c58dbff9ea36889987fc320f8861a3aada&width=414)
El 16 de agosto de 2018, el asesinato de Javier Ardines, concejal de IU de Llanes, sacudi¨® a esta localidad costera asturiana de 13.000 habitantes. Por este crimen, al que en un primer momento se buscaron motivaciones pol¨ªticas que quedaron r¨¢pidamente descartadas, fueron detenidos cuatro hombres. El primero es Pedro Nieva, antiguo amigo del edil y marido de una mujer con el que la v¨ªctima manten¨ªa una relaci¨®n. Los otros dos son Djillali Benatia y Maamar Kelii, ciudadanos argelinos, que supuestamente tendieron una emboscada a Ardines, lo apalearon y lo estrangularon por encargo del esposo celoso. El cuarto es el vizca¨ªno Javier Muguruza, que supuestamente puso en contacto al inductor del crimen con los sicarios. Los cuatro acusados tratan ahora de desmontar las pruebas recabadas por la Guardia Civil en el juicio con jurado que se celebra desde la semana pasada en la Audiencia Provincial de Oviedo.
La tarea se antoja compleja para el jurado popular, que escuchar¨¢ en total a 40 personas, entre acusados y citaciones. La Fiscal¨ªa, los agentes y la familia de la v¨ªctima sostienen que Nieva, mediante su colega Javier Muguruza, orden¨® que los argelinos acabaran con el edil de Izquierda Unida a cambio de 25.000 euros. Estos lo desmienten y cuestionan las pruebas incriminatorias. Las acusaciones se gu¨ªan por la se?al de los m¨®viles de los dos supuestos sicarios, registradas en el lugar donde muri¨® Ardines, y recuerdan que Benatia confes¨® en primera instancia que Nieva urdi¨® el plan. Los acusados se amparan en que las pruebas de ADN en la escena del crimen no acreditan su presencia en el lugar y el propio Benatia asegura que su declaraci¨®n se debi¨® a unas ¡°presiones policiales¡± que la Guardia Civil niega. Nadie asume la responsabilidad de haber asfixiado y apaleado a ese marinero de 52 a?os conocido por su implicaci¨®n con el vecindario como edil sin sueldo y por alguna aventura extramatrimonial, seg¨²n fuentes conocedoras del caso.
La v¨ªctima era padre de dos hijos con su mujer, Nuria Blanco, pero se ve¨ªa desde hac¨ªa d¨¦cadas con la prima de su esposa, Katia Blanco, pareja asimismo de su amigo Pedro Nieva. Este descubri¨® la infidelidad a finales de 2017 y, para la fiscal, comenz¨® entonces una ¡°obsesi¨®n¡± que el supuesto autor intelectual de los hechos ha negado. En este sentido, la fiscal pregunt¨® a un investigador: ¡°?Pedro ha controlado a su mujer?¡± y de ello obtuvo un cristalino ¡°s¨ª¡±; los celos, creen los agentes, le hicieron tejer el entramado mortal en el que Javier Muguruza actu¨® como un ¡°intermediario de manual¡±, seg¨²n uno de los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO), que ha testificado este lunes.
Fuentes de Llanes destacan que en un principio se baraj¨® c¨®mo hip¨®tesis del crimen la del m¨®vil pol¨ªtico, pero los llaniscos pronto pensaron en una motivaci¨®n pasional. As¨ª lo confirm¨® la Guardia Civil, que pronto rechaz¨® causas ¡°pol¨ªticas¡± o vecinales para ce?irse a lo ¡°sentimental¡±. El abogado de Nieva ha intentado desviar las culpas hacia ¡°amenazas¡± presuntamente recibidas por Ardines por su labor consistorial mientras que el letrado de Kelii ha destacado que no hab¨ªa ADN de su cliente, ni de Benatia, en el lugar del crimen, sino el de otra mujer con quien el concejal manten¨ªa una relaci¨®n. Sin embargo, los agentes han precisado que esos restos gen¨¦ticos de la mujer, con quien Ardines tuvo un encuentro sexual el d¨ªa antes de su muerte, estaban en el lugar ¡°por traslado¡±, porque el concejal los llevaba a¨²n en sus u?as.
La Guardia Civil lleg¨® a los dos supuestos sicarios tras encontrar su se?al telef¨®nica el mismo d¨ªa a la misma hora en el camino cercano a Belmonte de Pravia donde resid¨ªa Ardines. Los sospechosos aseguran que jam¨¢s hab¨ªan estado por esos lares, mientras Nieva y Muguruza han afirmado que viajaron desde Bizkaia, donde viv¨ªan, hacia Asturias poco antes del crimen para ¡°arreglar un tejado¡±, seg¨²n su explicaci¨®n. Junto a ellos indican que viajaba un tal Juli¨¢n, jam¨¢s mentado hasta este juicio ni llamado a declarar, que avalar¨ªa ese prop¨®sito contra el de orquestar un asesinato. A los polic¨ªas no les consta ese Juli¨¢n y creen que fue Benatia el acompa?ante.
El investigador que intervino el pasado viernes en el juicio no alberga dudas: ¡°El caso est¨¢ resuelto¡±; misma tesis que exponen los agentes que han declarado este lunes, que han subrayado los ¡°cientos de horas¡± de conversaciones telef¨®nicas que atendieron. Un miembro de la UCO de la Guardia Civil, con experiencia en casos complejos como el de Diana Quer o el ni?o Gabriel, ha tildado a Nieva de ¡°desesperado¡± y ¡°trastornado¡± y ha despejado las sombras que lanzan las defensas de los acusados: ¡°Participaron los cuatro¡±.
El juicio ha reabierto un asunto espinoso en el pueblo del concejal, que era pescador de profesi¨®n. Bego?a Collado, compa?era de formaci¨®n en IU, tilda de ¡°buen paisano¡± a aquel hombre que ¡°no escatimaba horas¡± por el trabajo social, pero elude los asuntos personales y solo pide ¡°justicia¡± para los familiares, que han guardado un escrupuloso silencio. Varios amigos del matrimonio Ardines-Blanco declinan conversar con este peri¨®dico. Una ronda de llamadas por varios bares de Llanes y de Belmonte deja el mismo resultado: petici¨®n de anonimato, buenas palabras para la v¨ªctima y evasivas sobre las infidelidades. Una mujer que dice conocerlo ¡°de 12 a?os¡± cuelga al poco de sacarle el tema y otro veterano camarero, que recuerda quedarse ¡°helado¡± al descubrir los entresijos de la muerte del edil, se excusa antes de despedirse: ¡°Es un tema tab¨²¡±. Los detalles escabrosos y minuciosos sobre las relaciones de Ardines y los celos homicidas de Nieva se quedan para esa sala donde el viernes declarar¨¢n la esposa y los dos hijos de un hombre de mar que un d¨ªa se meti¨® en la pol¨ªtica.
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