Espa?a teme convertirse en reh¨¦n del pulso entre Argelia y Marruecos
La diplomacia espa?ola intenta mantener un dif¨ªcil equilibrio entre los dos vecinos del Magreb
Mantener el equilibrio entre Argelia y Marruecos, las dos potencias que se disputan la hegemon¨ªa del Magreb, nunca ha sido f¨¢cil para la diplomacia espa?ola. Pero el equilibrio se ha vuelto casi imposible ante la escalada de tensi¨®n entre los dos pa¨ªses vecinos, que han roto relaciones diplom¨¢ticas y han tenido ya un incidente armado: la muerte de tres camioneros argelinos bombardeados en el S¨¢hara Occidental el pasado 1 de n...
Mantener el equilibrio entre Argelia y Marruecos, las dos potencias que se disputan la hegemon¨ªa del Magreb, nunca ha sido f¨¢cil para la diplomacia espa?ola. Pero el equilibrio se ha vuelto casi imposible ante la escalada de tensi¨®n entre los dos pa¨ªses vecinos, que han roto relaciones diplom¨¢ticas y han tenido ya un incidente armado: la muerte de tres camioneros argelinos bombardeados en el S¨¢hara Occidental el pasado 1 de noviembre.
En el Ministerio de Exteriores espa?ol preocup¨® el discurso que Mohamed VI pronunci¨® el pasado s¨¢bado, no tanto por el contenido como por el tono. Se trataba de conmemorar el 46? aniversario de la Marcha Verde, que desencaden¨® el abandono del S¨¢hara por parte de Espa?a, y se esperaba que reafirmara la marroquinidad de la excolonia espa?ola. Pero el rey alau¨ª aprovech¨® para lanzar mensajes de advertencia a Espa?a y a la UE.
En alusi¨®n a los socios europeos, el monarca dijo a quienes ¡°sostienen posturas indefinidas o dobles [sobre el contencioso], que Marruecos no dar¨¢ con ellos ning¨²n paso econ¨®mico o cultural que no abarque el Sahara marroqu¨ª¡±. El aviso se produce despu¨¦s de que el Tribunal General de la UE haya anulado los acuerdos pesquero y comercial con Rabat por incluir las aguas y el territorio del S¨¢hara Occidental, cuya soberan¨ªa no le reconoce.
M¨¢s preocupante fue otra frase: ¡°Ahora estamos en nuestro derecho de esperar de nuestros socios posturas m¨¢s atrevidas y claras con relaci¨®n a la cuesti¨®n de la integridad territorial del Reino¡±. Es muy parecido a lo que, en enero pasado, dijo el jefe de la diplomacia marroqu¨ª, Naser Burita, quien inst¨® a los pa¨ªses europeos, incluida Espa?a, a ¡°salir de la zona de confort¡± y mojarse en el contencioso del S¨¢hara a favor de las tesis de Rabat. La diferencia estriba en que entonces Marruecos estaba impaciente por capitalizar el reconocimiento de la marroquinidad del S¨¢hara por parte del presidente Trump, apenas un mes antes. Despu¨¦s vino la grave crisis diplom¨¢tica desencadenada por la decisi¨®n de acoger al l¨ªder del Polisario para tratarse de la covid, pero Rabat ha vuelto a la casilla de partida y presiona de nuevo a Europa para que cambie su pol¨ªtica sobre el S¨¢hara.
Las buenas palabras de Mohamed VI parece hab¨¦rselas llevado el viento. El 20 de agosto, en un inesperado discurso, expres¨® su voluntad de ¡°inaugurar una etapa in¨¦dita¡± en las relaciones bilaterales con Espa?a; y el 12 de octubre, con motivo de la Fiesta Nacional de Espa?a, se felicit¨® por las ¡°excelentes relaciones¡± entre los dos pa¨ªses. Sin embargo, Marruecos todav¨ªa no ha dado un paso para normalizar las relaciones: no ha devuelto a Madrid a su embajadora, llamada a consultas en mayo; no se han reabierto las fronteras con Ceuta y Melilla, y a¨²n est¨¢ pendiente el primer viaje a Rabat del ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares.
El factor que ha venido a enturbiar el panorama ha sido la escalada de tensi¨®n entre Argelia y Marruecos, en la que Espa?a corre el riesgo de verse atrapada. Tras la ruptura de las relaciones diplom¨¢ticas, Argelia decidi¨® cerrar el pasado d¨ªa 31 el grifo del gasoducto Magreb-Europa (GME), que transportaba 6.000 metros c¨²bicos anuales de gas a Espa?a atravesando Marruecos. El mayor perjudicado ha sido Rabat, que ha perdido el 7% del gas que se quedaba a modo de peaje, y el segundo Espa?a, que tendr¨¢ que cubrir con gas licuado, necesariamente m¨¢s caro, el d¨¦ficit gas¨ªstico en plena escalada de precios y en v¨ªsperas del invierno. Argelia se ha comprometido a aumentar de 8.000 a 10.000 metros c¨²bicos la capacidad del Medgaz, el tubo que une la costa del pa¨ªs magreb¨ª con la de Almer¨ªa, pero eso no cubre el hueco que deja el GME.
De la guerra del gas se ha pasado a la de las armas tras el bombardeo de dos camiones argelinos en las proximidades de Bir Lehlu, una aldea situada en el S¨¢hara Occidental, fuera de la zona amurallada que controla Marruecos, en la ruta entre Mauritania y Argelia. Fuentes de la inteligencia espa?ola confirman que el ataque se produjo con drones y dudan seriamente de que se pudiera tratar de un error.
Las fuentes consultadas conf¨ªan en que la crisis no se desborde, pero avisan de que la situaci¨®n es ¡°muy peligrosa¡±. Ambos pa¨ªses est¨¢n inmersos desde hace a?os en una carrera de armamento y, tras reconocer al Estado israel¨ª, Marruecos ha recibido sofisticados equipos de origen hebreo que han contribuido a equilibrar la tradicional ventaja militar de Argelia, que actuaba como freno disuasorio.
Aunque nadie ha pedido la mediaci¨®n de la diplomacia espa?ola, esta cosechar¨ªa un gran ¨¦xito si consiguiera sentar a los ministros de los dos pa¨ªses en el foro de la Uni¨®n Por el Mediterr¨¢neo (UPM) previsto para el 29 de noviembre en Barcelona.