Ayuso y Pablo: pacto de lealtad y amistad roto
La presidenta madrile?a exige depuraciones internas en el PP y le echa en cara a la direcci¨®n nacional su carencia de tir¨®n electoral
Entr¨® en la sala de prensa, como casi siempre con retraso sobre la hora convocada, y decenas de c¨¢maras empezaron a disparar sobre cada uno de sus calculados movimientos como si no hubiera un ma?ana. La expectaci¨®n era brutal. El sal¨®n estaba abarrotado. Isabel D¨ªaz Ayuso subi¨® al atril, se retir¨® la mascarilla sanitaria de la cara ¡ªs¨ª, una mascarilla como las que ahora est¨¢n bajo sospecha por el contrato adjudicado directamente a la empresa en la que trabaja su hermano de comercial desde hace 26 a?os¡ª, y se olvid¨® totalmente de lealtades pasadas, compromisos de hermandad pol¨ªtica, amistades fraguadas en peque?as sedes y m¨ªtines a los que solo les mandaban a ellos dos. A Pablo y a ella, a dos guerreros dispuestos a partirse la cara en los peores momentos de los gobiernos de Mariano Rajoy o de Esperanza Aguirre. Tard¨® muy pocos segundos en citarlo por su nombre entero, Pablo Casado, para dejar bien claro desde el comienzo hacia qui¨¦n quer¨ªa apuntar. No mencion¨® a Teodoro Garc¨ªa Egea, el ejecutor de las maniobras en la sombra desde G¨¦nova 13. La ruptura m¨¢s ¨ªntima era con Pablo, el amigo que la nomin¨® en su momento contra el criterio de quienes lo desaconsejaban. La desconexi¨®n m¨¢s grave, de la que a¨²n no se atisban siquiera las consecuencias, fue con Casado, un l¨ªder al que acus¨® de cruel e injusto.
Isabel D¨ªaz Ayuso revel¨® este jueves, desde la sala de prensa oficial de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, que en septiembre ¡ªcuando volvi¨® de las vacaciones de verano en las que anunci¨® en una comida privada con periodistas su intenci¨®n de presentarse tambi¨¦n para presidir la organizaci¨®n de su partido en la regi¨®n¨D se cit¨® en el despacho de Casado en la planta m¨¢s noble de la sede central del PP. All¨ª, cuando pensaba que iban a hablar de esas intenciones org¨¢nicas, el l¨ªder popular le sac¨® lo del contrato de su hermano. Y le dijo a la cara que sospechaba que era ilegal y que ten¨ªa al respecto un dosier que le hab¨ªa filtrado La Moncloa. Ayuso sostuvo ante la prensa que hasta ese momento desconoc¨ªa todo del contrato de la Comunidad de Madrid, de la intermediaci¨®n de su hermano. A la salida de aquella reuni¨®n, habl¨® con su hermano y este le neg¨® cualquier irregularidad. No neg¨® el contrato. Y lo justific¨® en la experiencia profesional de su hermano, Tom¨¢s D¨ªaz Ayuso, tras 26 a?os como comercial, y en la gravedad del momento, en plena pandemia, para facilitar la obtenci¨®n de mascarillas cuando no era f¨¢cil encontrarlas.
La presidenta madrile?a no entr¨® a pormenorizar muchos detalles ni de ese contrato, que la Comunidad facilit¨® m¨¢s tarde, ni de sus conversaciones con Casado. Lo que s¨ª enfatiz¨® fue su sorpresa, desagrado y enorme malestar por la investigaci¨®n interna de su partido y, sobre todo, porque aquellos ¡°rumores y habladur¨ªas¡± sobre su entorno familiar se acabaran convirtiendo estas Navidades en una sospecha: el PP hab¨ªa encargado a unos investigadores privados que espiaran a su hermano a trav¨¦s de personas del entorno de Teodoro Garc¨ªa Egea y Antonio Gonz¨¢lez Terol colocadas en cargos y empresas municipales dependientes del Ayuntamiento de Madrid. Esa informaci¨®n le lleg¨® por un exministro del Ejecutivo central del equipo de Mariano Rajoy y de inmediato se vio con el alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, para que le aclarase su papel. El regidor, que este jueves se blind¨® para no hablar p¨²blicamente como portavoz nacional del PP, indag¨® por su cuenta y concluy¨® que no hab¨ªa nada de fondo, en el sentido de que el Ayuntamiento no hab¨ªa gastado un euro de dinero p¨²blico en ese tipo de tareas. Y transmiti¨® esa revelaci¨®n a Ayuso, aunque dice que no lo habl¨® con la c¨²pula de su partido.
Ayuso no permiti¨® este jueves preguntas a los periodistas. Ten¨ªa sus mensajes muy dise?ados. Defendi¨® su honorabilidad y justific¨® no haber denunciado hasta ahora ninguna de esas oscuras actividades ante la justicia para no despistarse de su misi¨®n de fondo en la vida pol¨ªtica: derrocar cuanto antes al Gobierno central de Pedro S¨¢nchez. Y transmiti¨® al final un dolor profundo hacia Pablo Casado y su equipo, a los que restreg¨® que su lealtad es con algo de lo que ellos carecen: votos.
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