El PP se ofrece a S¨¢nchez a suplir a Unidas Podemos en la crisis de Ucrania
La condena un¨¢nime a Putin no logra acallar en el Congreso las diferencias entre las fuerzas pol¨ªticas
Lo que nadie hab¨ªa conseguido en el actual Congreso de los Diputados lo logr¨® este mi¨¦rcoles Dmytro Matiuschenko. El hemiciclo entero se volvi¨® hacia la tribuna de invitados, donde estaba el encargado de negocios de la Embajada de Ucrania en Madrid, y prorrumpi¨® en una ovaci¨®n un¨¢nime, capaz de juntar a Cayetana ?lvarez de Toledo con Gabriel Rufi¨¢n, Santiago Abascal o Mertxe Aizpurua. La condena a la invasi¨®n rusa y el apoyo a la resistencia ucrania han unido como nunca al Parlamento espa?ol, aunque no lo suficiente como para acallar diferencias nada desde?ables, que alcanzan al coraz¨®n mismo ...
Lo que nadie hab¨ªa conseguido en el actual Congreso de los Diputados lo logr¨® este mi¨¦rcoles Dmytro Matiuschenko. El hemiciclo entero se volvi¨® hacia la tribuna de invitados, donde estaba el encargado de negocios de la Embajada de Ucrania en Madrid, y prorrumpi¨® en una ovaci¨®n un¨¢nime, capaz de juntar a Cayetana ?lvarez de Toledo con Gabriel Rufi¨¢n, Santiago Abascal o Mertxe Aizpurua. La condena a la invasi¨®n rusa y el apoyo a la resistencia ucrania han unido como nunca al Parlamento espa?ol, aunque no lo suficiente como para acallar diferencias nada desde?ables, que alcanzan al coraz¨®n mismo del Gobierno. Las palmas entusiastas a Matiuschenko de los diputados de Unidas Podemos se transmutaron en aplausos desganados, cuando no en silencio, despu¨¦s de que el presidente, Pedro S¨¢nchez, anunciase que rectificaba su posici¨®n inicial y Espa?a contribuir¨¢ con un env¨ªo propio de armas al Ejecutivo de Kiev.
Nadie, ni siquiera Abascal, socio de los antiguos amigos europeos del r¨¦gimen ruso, regate¨® descalificaciones a Vlad¨ªmir Putin en el pleno del Congreso en el que S¨¢nchez compareci¨® para exponer la respuesta del Gobierno a la guerra. Tampoco el arco m¨¢s a la izquierda de la C¨¢mara, aunque ah¨ª se escucharon adem¨¢s proclamas contra la OTAN, especialmente encendidas en el caso de la CUP y del BNG. Que Putin es un ¡°s¨¢trapa¡± ¡ªla palabra m¨¢s repetida, tambi¨¦n por Abascal¡ª y que est¨¢ masacrando al pueblo ucranio no lo discute nadie. C¨®mo reaccionar es ya una cuesti¨®n m¨¢s peliaguda, en la que ni el Gobierno est¨¢ completamente de acuerdo.
La gran novedad del discurso de una hora de S¨¢nchez fue el anuncio de la rectificaci¨®n. Espa?a enviar¨¢ finalmente su propia partida de armas a Ucrania para que nadie dude de su compromiso. Y adem¨¢s, seg¨²n revel¨® el presidente en su r¨¦plica final a la portavoz del PP, Cuca Gamarra, porque lo ha pedido la oposici¨®n: ¡°Lo hice porque los escuch¨¦ a ustedes y revis¨¦ esa posici¨®n para que no hubiera ninguna duda¡±. Previamente, Gamarra hab¨ªa tenido otro gesto conciliador. En vista de que el Ejecutivo est¨¢ ¡°partido por la mitad¡± sobre el env¨ªo de armas, la portavoz del PP se ofreci¨® a S¨¢nchez: ¡°Si le falla la unidad de su Gobierno, tr¨¢igala aqu¨ª [la propuesta], que tendr¨¢ una mayor¨ªa m¨¢s amplia¡±.
En su discurso, el presidente hab¨ªa defendido que Putin no solo ha atacado a Ucrania, tambi¨¦n a ¡°Europa, sus principios y sus valores¡±. Resalt¨® que la agresi¨®n rusa ha logrado unir a la UE y ¡°ensamblar a la OTAN¡±. Y, mirando hacia su izquierda, aleccion¨®: ¡°Hoy, el no a la guerra de Irak es un no a la guerra de Putin¡±. S¨¢nchez no ocult¨® las consecuencias que el conflicto tendr¨¢ sobre la econom¨ªa e hizo algunos llamamientos al respecto. A la Comisi¨®n Europea para que mantenga el relajamiento de las reglas fiscales mientras dure la guerra. Y a los agentes sociales en Espa?a para negociar un ¡°pacto de rentas¡± en el que se pongan sobre la mesa ¡°los costes salariales y la moderaci¨®n de beneficios empresariales¡±, con el fin de evitar ¡°una espiral inflacionaria¡±. Tambi¨¦n anunci¨® la pr¨®rroga hasta el 30 de junio de los bonos sociales y las rebajas de impuestos para aligerar la factura de la luz.
De los esca?os del PP, en ausencia de los dos ca¨ªdos, Pablo Casado y Teodoro Garc¨ªa Egea, lleg¨® el mensaje m¨¢s conciliador en mucho tiempo. Gamarra hurg¨® en las diferencias en el Gobierno, pero sus reproches no pasaron de ah¨ª. La portavoz del PP se dedic¨® sobre todo a defender un aumento del gasto militar, propuesta que tambi¨¦n suscribieron Vox y Ciudadanos.
Abascal compareci¨® como si nunca hubiese enviado tuits en honor a Putin y como si este nunca hubiese patrocinado a algunos de sus socios europeos. Es m¨¢s, proclam¨® que ahora ¡°los aliados internacionales¡± del l¨ªder ruso est¨¢n en Unidas Podemos. ¡°El partido de Putin en Espa?a es Vox¡±, le replic¨® Pablo Echenique. Otros, como Rufi¨¢n (ERC) o Edmundo Bal (Ciudadanos) recordaron a Abascal sus viejas simpat¨ªas. Bal tambi¨¦n atiz¨® a Unidas Podemos y ret¨® a S¨¢nchez. ¡°?chelos del Gobierno, nosotros le tendemos la mano¡±.
Esta vez, Vox no se va a oponer a la acogida de refugiados, como ocurri¨® el pasado agosto tras la entrada de los talibanes en Kabul. Ahora Abascal defiende que los ucranios ¡°deben ser acogidos en Europa¡±, porque se trata de ¡°mujeres, ni?os, ancianos¡±, a diferencia de las ¡°invasiones de j¨®venes varones en edad militar y de origen musulm¨¢n que se han lanzado contra distintas fronteras de Europa en un intento de desestabilizarla y de colonizarla¡±. S¨¢nchez le replic¨® con mucha contundencia. Lo llam¨® ¡°xen¨®fobo¡± y le recrimin¨® que distinga ¡°entre refugiados de primera y refugiados de segunda¡±.
El env¨ªo de armas a Ucrania y el compromiso atlantista del Gobierno son dos brechas entre el PSOE y algunos de sus aliados por la izquierda. De entre estos, solo ??igo Errej¨®n, de M¨¢s Pa¨ªs, obvi¨® ambas cuestiones para centrarse en pedir medidas que reduzcan la dependencia energ¨¦tica de Rusia. Rufi¨¢n tampoco entr¨® en los env¨ªos de armas, aunque s¨ª se desmarc¨® en otro aspecto de la posici¨®n oficial: ¡°Que Putin sea un s¨¢trapa no quiere decir que la OTAN sea el S¨¦ptimo de Caballer¨ªa¡±. EH Bildu ¡ªy mucho m¨¢s CUP y BNG¡ª descalificaron a la Alianza Atl¨¢ntica y se opusieron tajantemente a que Europa mande material b¨¦lico a Kiev.
A pesar de todo, la imagen de unidad del aplauso al diplom¨¢tico ucranio con que hab¨ªa comenzado la jornada se reprodujo m¨¢s discretamente a su t¨¦rmino. Los grupos estaban ultimando una propuesta conjunta de rechazo a la invasi¨®n. Solo falta el Mixto, por las reticencias de la CUP ante el texto.