El apuro de reconocer y explicar el cambio
El PSOE ya no estar¨¢ con la causa saharaui y se aparta de la ret¨®rica de la izquierda espa?ola e internacional para decantarse por la propuesta de Marruecos
Marruecos ha apretado y el PSOE se cree obligado, o considera m¨¢s conveniente para los intereses de Espa?a, romper el statu quo sentimental con los saharauis y apostar por una v¨ªa, que marca el reino alau¨ª, alejada de la senda transitada durante m¨¢s de cuarenta a?os. S¨ª a trabajar en Naciones Unidas por una amplia autonom¨ªa para el S¨¢hara, pero dentro del reino de Marruecos, y con la renuncia a defender el derecho de autodeterminaci¨®n que figura en todas las resoluciones inte...
Marruecos ha apretado y el PSOE se cree obligado, o considera m¨¢s conveniente para los intereses de Espa?a, romper el statu quo sentimental con los saharauis y apostar por una v¨ªa, que marca el reino alau¨ª, alejada de la senda transitada durante m¨¢s de cuarenta a?os. S¨ª a trabajar en Naciones Unidas por una amplia autonom¨ªa para el S¨¢hara, pero dentro del reino de Marruecos, y con la renuncia a defender el derecho de autodeterminaci¨®n que figura en todas las resoluciones internacionales. Se acab¨®. La autodeterminaci¨®n no se va a defender, aunque en los textos oficiales del PSOE tambi¨¦n figure la consulta a los saharauis, queda mucho por aclarar y definir.
La mano en el coraz¨®n para tratar con la antigua colonia espa?ola, pero con el reconocimiento de que el S¨¢hara pertenece a Marruecos. Esa ser¨¢ la posici¨®n de Espa?a a partir de ahora.
En la causa saharaui por su independencia ya no estar¨¢ el PSOE, que se aparta de la ret¨®rica de la izquierda espa?ola e internacional para decantarse por la propuesta de Marruecos. El vecino del sur no ha dejado de presionar, con instrumentos muy contundentes ¡ªpaso masivo a Espa?a de inmigrantes, cierre de fronteras, retirada de la embajadora¡ª para que Espa?a reconociera su soberan¨ªa por el S¨¢hara.
La callada por respuesta y las apelaciones a Naciones Unidas, hab¨ªan sido hasta ahora las respuestas de Espa?a a Marruecos. A la vez, el apoyo a los saharauis pasaba a ser simb¨®lico, moral, ret¨®rico, y clandestino cuando se trataba de ayudas directas, como fue el internamiento en un hospital de Logro?o del dirigente saharaui Brahim Ghali. La efusiva defensa del derecho de autodeterminaci¨®n que bland¨ªa el joven l¨ªder socialista Felipe Gonz¨¢lez se diluy¨® cuando lleg¨® al Gobierno. Sin aspavientos, su cercan¨ªa a Marruecos cada vez fue a m¨¢s. El sobresalto lleg¨® con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, al atreverse a cuestionar el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n como ¨²nica soluci¨®n. Hay que apostar por ¡°f¨®rmulas imaginativas para afrontar el conflicto del S¨¢hara con Marruecos y, en principio, la autodeterminaci¨®n no equivale a m¨¢s progreso para el pueblo saharaui¡±. As¨ª lo expres¨® el 19 de julio de 2002, en una escuela de verano de las Juventudes Socialistas.
En 2007, ya presidente del Gobierno espa?ol, apoy¨® el plan de autonom¨ªa para el S¨¢hara, presentado en Naciones Unidas, por Mohamed VI, aunque manten¨ªa la relaci¨®n con el Frente Polisario. Dirigentes socialistas, como Elena Valenciano, se esforzaban por sostener las mejores relaciones con el Frente Polisario y con los socialistas marroqu¨ªes, con convocatorias conjuntas en reuniones de la Internacional Socialista. Siempre hab¨ªa miembros de la direcci¨®n del PSOE en las manifestaciones en apoyo de la causa saharaui, junto a los l¨ªderes del PCE e Izquierda Unida. Unidas Podemos se siente estrechamente unida a la causa saharaui. De ah¨ª, el estupor de los socios del Gobierno y de la izquierda nacionalista, que exige la presencia de Pedro S¨¢nchez en el Congreso para que explique por qu¨¦ este viraje. Decenas de documentos congresuales y de programas electorales, el ¨²ltimo de 2019, acreditan la posici¨®n oficial del PSOE a favor del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n del S¨¢hara. Esta evidencia inquieta a dirigentes socialistas ante la posible tentaci¨®n de negar el giro. Aunque pueda ser beneficioso para Espa?a y suponga una salida al estancamiento eterno del conflicto, estos interlocutores se?alan que ser¨¢ inc¨®modo, pero hay que explicarlo y reconocer que ha habido cambio, hist¨®rico.