Los inventos de los presos: as¨ª ocultan sus minitel¨¦fonos m¨®viles en las c¨¢rceles
Un v¨ªdeo muestra c¨®mo funcionarios de Picassent localizan un terminal, cuyo uso est¨¢ prohibido para los internos, en un ingenio dentro de una botella de limpiador
El ingenio de algunos reclusos parece no tener l¨ªmites, sobre todo cuando se trata de ocultar objetos cuya tenencia les est¨¢ prohibida dentro de las c¨¢rceles. El ¨²ltimo ejemplo se descubri¨® el pasado el 2 de mayo en el Centro Penitenciario de Picassent (Valencia), la mayor prisi¨®n de Espa?a, con cerca de 2.100 internos. Durante el registro de una celda, los funcionarios penitenciarios localizaron ...
El ingenio de algunos reclusos parece no tener l¨ªmites, sobre todo cuando se trata de ocultar objetos cuya tenencia les est¨¢ prohibida dentro de las c¨¢rceles. El ¨²ltimo ejemplo se descubri¨® el pasado el 2 de mayo en el Centro Penitenciario de Picassent (Valencia), la mayor prisi¨®n de Espa?a, con cerca de 2.100 internos. Durante el registro de una celda, los funcionarios penitenciarios localizaron un peque?o tel¨¦fono m¨®vil en un compartimento estanco dentro de una de las botellas que tienen los presos con productos para limpiar, seg¨²n se observa en un v¨ªdeo al que ha tenido acceso EL PA?S. Solo unos d¨ªas antes, el 21 de abril, los trabajadores de la c¨¢rcel de Oca?a I (Toledo) se hab¨ªan incautado de cuatro tel¨¦fonos m¨®viles camuflados tambi¨¦n de manera sofisticada: tres estaban ocultos en envases de desodorante.
En el caso de la c¨¢rcel de Picassent, el v¨ªdeo muestra a un funcionario de prisiones que, durante el registro de una celda, coge una botella de pl¨¢stico que parece contener en su interior ¨²nicamente un l¨ªquido verde. Sin embargo, el trabajador penitenciario empieza a desenroscar la parte inferior de la botella hasta desprenderla, y dejar a la vista que, entre esta y la superior, que tambi¨¦n tiene l¨ªquido, aparece un compartimento estanco con un peque?o terminal y su cargador, que queda oculto a la vista por la etiqueta de la botella. ¡°Este es el pan nuestro de cada d¨ªa. Ellos idean mecanismos para esconder objetos prohibidos, y nosotros intentamos descubrirlo¡±, se?ala un funcionario de prisiones consultado.
En el caso de Oca?a, la fotograf¨ªa muestra c¨®mo tres de los terminales estaban dentro de envases de desodorante de tipo roll-on. En esta intervenci¨®n tambi¨¦n fueron hallados un tel¨¦fono smarphone, una bater¨ªa y un cargador con cable. La tenencia de tel¨¦fonos m¨®viles se considera una falta grave que acarrea sanciones a los reclusos a los que se les encuentren. Estos castigos van desde la reducci¨®n de las horas de salida al patio al traslado a un m¨®dulo m¨¢s duro. Adem¨¢s, el incidente queda reflejado en el expediente penitenciario del recluso con el consiguiente efecto en la concesi¨®n, por ejemplo, de permisos. En agosto del a?o pasado, varios presos del Centro Penitenciario de Monterroso (Lugo) fueron sancionados despu¨¦s de que se difundiera en redes sociales un v¨ªdeo grabado por uno de ellos con un tel¨¦fono m¨®vil en el que se les ve¨ªa consumir f¨¢rmacos de origen desconocido y presumir de que ten¨ªan otros objetos prohibidos, como una tatuadora
Entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2021, Instituciones Penitenciarias ha intervenido 10.275 tel¨¦fonos m¨®viles de todo tipo en las c¨¢rceles dependientes del Ministerio del Interior (la Generalitat catalana y el Gobierno vasco, este ¨²ltimo desde el pasado octubre, tienen transferida la gesti¨®n de los centros existentes en sus territorios).
El a?o que m¨¢s se intervinieron fue en 2019, justo antes de la pandemia, con 2.585 terminales. Una cifra que representa una media de siete al d¨ªa. El a?o pasado fueron 2.261 tel¨¦fonos. Por c¨¢rceles, la de Algeciras, con 690 terminales, y la de Alhaur¨ªn de la Torre (M¨¢laga), con 688, son en las que m¨¢s se han localizado en estos cinco a?os. En la de Picassent, donde se ha hallado ahora el m¨®vil oculto dentro de la botella de limpiador, entre 2017 y 2021 se hallaron 437 (68 en el ¨²ltimo a?o). Y en la de Oca?a I fueron 141 (52 durante 2021).
La mayor¨ªa de los tel¨¦fonos m¨®viles que se intervienen son de peque?o tama?o: miden poco m¨¢s de seis cent¨ªmetros y son f¨¢ciles de ocultar en un zapato o en las cavidades del cuerpo. Se ofertan en p¨¢ginas web por poco m¨¢s de 20 euros. Pero tambi¨¦n los hay, cada vez en mayor n¨²mero, con acceso a internet, los conocidos como smarphone, mucho m¨¢s cotizados entre los reclusos. Buena parte de ellos son introducidos en las prisiones por familiares durante las visitas vis a vis (¨ªntimas) o por reclusos que vuelven de un permiso y que los llevan escondidos en los objetos que portan ¡ªse ha llegado a encontrar uno en un tubo de pasta de dientes¡ª o en sus orificios corporales. Tambi¨¦n se han encontrado algunos en los patios de la prisi¨®n supuestamente dejados caer desde un dron, como ocurri¨® en septiembre de 2018 en el centro penitenciario de Alhaur¨ªn de la Torre.
En los cursos de formaci¨®n que reciben los funcionarios de prisiones antes de comenzar a trabajar en prisi¨®n, se les adiestra precisamente en la detecci¨®n de objetos prohibidos dentro de las c¨¢rceles. En estas ense?anzas se hace especial hincapi¨¦ en los nuevos sistemas utilizados por los presos o sus familiares para introducirlos y ocultarlos, destacan fuentes de Instituciones Penitenciarias.
Adem¨¢s, desde 2008, el Ministerio del Interior ha tomado medidas para evitar la utilizaci¨®n de tel¨¦fonos m¨®viles por parte de los internos, sobre todo tras descubrirse que entonces algunos presos c¨¦lebres, como Zakhar Kalashov, jefe de la mafia georgiana, y el narcotraficante gallego Jos¨¦ Ram¨®n Bravo Bugallo, Sito Mi?anco, utilizaban estos dispositivos desde sus celdas presuntamente para mantenerse en contacto con su organizaci¨®n. Aquel a?o, Instituciones Penitenciarias comenz¨® a instalar inhibidores de frecuencia en el interior de buena parte de las c¨¢rceles. Interior no facilita el n¨²mero de prisiones que cuentan en la actualidad con este sistema por motivos de seguridad, seg¨²n una respuesta parlamentaria del pasado a?o al diputado de EH Bildu Jon I?arritu.
La excepci¨®n de los reclusos en semilibertad
En abril del año pasado, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias dictó una orden interna por la que autorizaba, por primera vez, a que parte de la población reclusa tuviera en sus celdas determinados objetos prohibidos hasta ahora, como ordenadores y teléfonos móviles. La medida afectaba a cerca de 2.400 internos que entonces disfrutaban de la llamada semilibertad “residencial”, es decir, con la obligación de acudir a prisión, la mayoría de ellos solo a dormir de lunes a jueves. La orden interna encuadraba la medida dentro de una política penitenciaria “orientada hacia la inserción social” y con el objeto de favorecer “los vínculos comunitarios” de los presos con el exterior. En este sentido, señalaba que, dada la expansión en la sociedad del uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, estas deben estar presentes en el medio abierto penitenciario “a efectos laborales, formativos y de comunicación” de los presos en semilibertad.