Los m¨®viles en miniatura que esconden los presos en las celdas

Miden poco m¨¢s de seis cent¨ªmetros y son f¨¢ciles de ocultar en un zapato o en las cavidades del cuerpo. Se ofertan en p¨¢ginas web por poco m¨¢s de 20 euros, pero dentro de la c¨¢rcel, donde est¨¢n prohibidos y los presos solo pueden llamar desde cabinas y con restricciones, son muy codiciados. Son los tel¨¦fonos m¨®viles. En 2019 Interior se incaut¨® de 2.672 de estos dispositivos, siete al d¨ªa, seg¨²n datos oficiales. Esta cifra dobla el n¨²mero de los intervenidos en 2017, cuando fueron 1.383.

La estad¨ªstica oficial sobre el n¨²mero de tel¨¦fonos m¨®viles intervenidos dentro de prisi¨®n ¡ªrecogida en una respuesta del Ministerio del Interior al diputado de EH Bildu Jon I?arritu¡ª detalla que la prisi¨®n en la que se intervinieron m¨¢s dispositivos el a?o pasado fue la de Alhaur¨ªn de la Torre (M¨¢laga), con 179. Una cifra que, sin embargo, se queda lejos de los que se localizaron en el mismo centro penitenciario en 2018, cuando fueron 227.

En 2019 tambi¨¦n se superaron el centenar de m¨®viles localizados en poder de reclusos en las de Algeciras (C¨¢diz), con 138; Valencia, con id¨¦ntico n¨²mero; Valdemoro (Madrid), con 123; y Albolote (Granada), con 119. Desde el a?o 2000, el primero del que hay estad¨ªsticas, ya son 21.765 los m¨®viles localizados entre rejas. La tenencia de tel¨¦fonos m¨®viles se considera una falta grave que acarrea sanciones a los reclusos a los que se les encuentre. Estos castigos van desde la reducci¨®n de las horas de salida al patio al cambio a un m¨®dulo m¨¢s duro. Adem¨¢s, el incidente queda reflejado en el expediente penitenciario del recluso con el consiguiente efecto en la concesi¨®n, por ejemplo, de permisos.

El cada vez mayor n¨²mero de tel¨¦fonos m¨®viles en las c¨¢rceles ya llev¨® en 2008 al Gobierno a tomar medidas para evitar su utilizaci¨®n, sobre todo tras descubrirse a algunos presos c¨¦lebres, como Zakhar Kalashov, jefe de la mafia georgiana, y el narcotraficante gallego Jos¨¦ Ram¨®n Bravo Bugallo, Sito Mi?anco, utilizando estos dispositivos desde sus celdas. As¨ª, aquel a?o, Instituciones Penitenciarias comenz¨® a instalar inhibidores de frecuencia en el interior de buena parte de las c¨¢rceles. En 2018 la medida alcanzaba a 39 de los 69 centros penitenciarios dependientes del Ministerio del Interior ¡ªla Generalitat tiene transferidas las competencias de las c¨¢rceles catalanas¡ª. Instituciones Penitenciarias declina ahora facilitar el n¨²mero exacto de prisiones que ya cuentan con esta medida ¡°por motivos de seguridad¡±.

No obstante, los inhibidores no convencen a los sindicatos de funcionarios de prisiones, que critican que se quedan desfasados seg¨²n se desarrollan los nuevos sistemas de conexi¨®n telef¨®nica. ¡°Se instalaron para impedir llamadas de los m¨®viles de primera, segunda y tercera generaci¨®n, pero no sirven para los m¨¢s nuevos¡±, denuncia un portavoz de ACAIP-UGT, el sindicato mayoritario entre los trabajadores penitenciarios.

Desde un dron

No obstante, Interior recalca que la principal medida para combatir la presencia de los tel¨¦fonos m¨®viles dentro de las c¨¢rceles no es tanto el uso de estos inhibidores como que los dispositivos no lleguen a entrar en las penitenciar¨ªas. Buena parte de los terminales son introducidos en las prisiones por familiares durante las visitas vis a vis (¨ªntimas), o por reclusos que vuelven de un permiso y que los llevan escondidos en objetos ¡ªse ha llegado a encontrar uno en un tubo de pasta de dientes¡ª o en sus orificios corporales. En septiembre de 2018, los funcionarios de la prisi¨®n de Alhaur¨ªn de la Torre hallaron en uno de los patios un tel¨¦fono con dos cargadores supuestamente dejados caer desde un dron.

Fuentes del departamento recalcan que para evitar su entrada no solo se cuenta con esc¨¢neres, arcos y raquetas de detecci¨®n de metales, sino sobre todo con el trabajo diario de los trabajadores penitenciarios. ¡°Los funcionarios son el medio m¨¢s eficaz para evitar su introducci¨®n y detectar su uso, como de cualquier otro objeto o sustancia prohibida¡±, destaca un portavoz, que adjudica el incremento del n¨²mero de tel¨¦fono intervenidos, precisamente, al trabajo en la observaci¨®n de los internos, los registros, los cacheos y las requisas. Una opini¨®n compartida por ACAIP-UGT, que tambi¨¦n considera que el incremento ¡°es fruto del esfuerzo de los funcionarios¡±, aunque denuncia que ¡°existe una falta de medios y personal¡± que complica su labor.