Presos de la c¨¢rcel de Lugo se muestran en un v¨ªdeo consumiendo droga y con objetos prohibidos
Instituciones Penitenciarias sanciona a los reclusos y abre una investigaci¨®n interna para determinar la posible dejadez de funciones de los trabajadores
Al menos siete reclusos del Centro Penitenciario de Monterroso (Lugo) han participado en la grabaci¨®n clandestina de dos v¨ªdeos dentro de la prisi¨®n en el que se les ve consumir droga y presumen de tener objetos prohibidos, como una tatuadora y el tel¨¦fono m¨®vil con el que captan las im¨¢genes. Tras difundirse los v¨ªdeos en redes sociales, Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigaci¨®n interna para determinar si la presunta dejadez de funciones de algunos trabajadores que propici¨® la grabaci¨®n, seg¨²n confirman fuentes del Ministerio del Interior, que han declinado facilitar m¨¢s informaci¨®n. Otras fuentes penitenciarias a?aden que los presos, que en todos los casos menos uno aparecen a cara descubierta, ya han sido identificados y sancionados. En el registro de sus celdas se han localizado los objetos que portaban en la grabaci¨®n. En la prisi¨®n lucense hay en la actualidad cerca de 200 internos.
Estas mismas fuentes confirman que las im¨¢genes fueron grabadas la semana pasada en la llamada ¡°sala de d¨ªa¡± de uno de los m¨®dulos de la c¨¢rcel de Monterroso, donde los presos realizan actividades o ven la tele bajo la vigilancia de, al menos, un funcionario de prisiones. En el primero de los v¨ªdeos, que tiene una duraci¨®n de 3 minutos y 44 segundos, un interno critica, precisamente, que en ese momento no haya en la sala ning¨²n trabajador de la c¨¢rcel. ¡°Cobrando mil y pico pavos [euros], trabajan 48 horas seguidas y luego descansan el resto de la semana. [...]. Mira, por aqu¨ª no hay ni Dios¡±, se?ala el recluso que graba las im¨¢genes mientras muestra a otro interno sentado en una mesa ¡°afilando algo¡± y otro haciendo un gran tatuaje en la espalda de un tercero con una m¨¢quina, cuya posesi¨®n est¨¢ prohibida dentro de la c¨¢rcel. ¡°Los tatuajes son m¨¢s baratos [que en la calle]. Cobran una papela [dosis de hero¨ªna]¡±, asegura otro de los internos en la grabaci¨®n.
En el v¨ªdeo, el recluso tambi¨¦n se queja de la supuesta falta de talleres ocupacionales para los internos de su m¨®dulo, algo que niegan los funcionarios de la prisi¨®n consultados. Seg¨²n este interno, ¡°no hay otra forma de pasar el tiempo¡±, a la vez que se?ala lo que denomina como ¡°mesa de p¨®ker, que no hay mesa ni nada, que es una puta papelera¡± y las sillas para ver la ¡°mierda¡± de televisi¨®n. Tras la entrada de otros dos internos, a los que describe como ¡°georgianos¡± y a los que saluda con la frase ¡°honor, salud y libertad hasta la muerte¡±, se acaba la grabaci¨®n.
El segundo v¨ªdeo, de 2 minutos y 46 segundos de duraci¨®n, parece grabando instantes despu¨¦s y en ¨¦l aparecen hasta siete presos que aparecen sentados alrededor de la mesa que han improvisado para jugar a las cartas. Varios reclusos son los mismos que aparec¨ªan en el primero. En esta ocasi¨®n, las im¨¢genes muestran sobre la mesa una docena de c¨¢psulas de f¨¢rmacos inicialmente destinados a reclusos enfermos, pero que supuestamente han sido desviados para el tr¨¢fico clandestino. En el v¨ªdeo los reclusos presumen de su tenencia y empiezan a vaciar su contenido en un vaso de pl¨¢stico en el que luego vierten un refresco de cola. El contenido es inmediatamente despu¨¦s bebido entre todos. ¡°Es un c¨®ctel molotov para que ustedes se lo gocen¡±, dice uno de los internos, mientras otros dice que ¡°as¨ª se mueren los chavales en la c¨¢rcel¡±. Varios de ellos sacan la lengua y muestran en ella otras c¨¢psulas.
Fuentes penitenciarias reconocen que las im¨¢genes reflejan graves fallos de seguridad y supuestos errores de vigilancia. Y destacan que las terminales de telefon¨ªa m¨®vil, como la utilizada para grabar los videos, son uno de los objetos clandestinos m¨¢s cotizados entre los presos. En 2019, ¨²ltimo a?o del que existen datos oficiales, los funcionarios de prisiones intervinieron dentro de las c¨¢rceles 2.672 de estos dispositivos, siete al d¨ªa. Esta cifra dobl¨® el n¨²mero de los requisados en 2017, cuando fueron 1.383. El pasado mes de diciembre, y d¨ªas despu¨¦s de la fuga de dos reclusos de la prisi¨®n madrile?a de Valdemoro, Interior imparti¨® instrucciones para reforzar las medidas de seguridad dentro de las c¨¢rceles para impedir, entre otras cosas, que los reclusos tuvieran en su poder objetos prohibidos.
El documento recordaba a los responsables de las prisiones y los funcionarios la necesidad de aplicar ¡°de la manera m¨¢s rigurosa y efectiva posible¡± los registros, con cacheos integrales, en aquellos reclusos sospechosos de traficar o consumir drogas cada vez que celebren una comunicaci¨®n vis a vis (con contacto f¨ªsico entre el recluso y sus familiares) o reingresen tras disfrutar de un permiso de salida. Adem¨¢s ped¨ªa organizar la dispensa de medicamentos a los presos enfermos para evitar que estos fueran desviados al tr¨¢fico dentro las c¨¢rceles. Interior tambi¨¦n ordenaba extremar la seguridad en los patios, comedores, salas de televisi¨®n y otros espacios comunes, que deben ser revisados por los funcionarios antes y despu¨¦s de que lleguen a ellos los reclusos.
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