¡®Loky¡¯, el grafitero m¨¢s activo de Extremadura, evita la c¨¢rcel: ¡°No dorm¨ªa, pintar me relaja¡±
Diego Terr¨®n, de 44 a?os, pagar¨¢ m¨¢s de 30.000 euros en multas por haber pintado el patrimonio hist¨®rico y m¨¢s de 300 calles de Plasencia
29 de enero de 2015. Dos polic¨ªas de paisano aguardan camuflados en un coche a las cuatro de la madrugada. Cualquier ruido puede volar por los aires la caza del Loky, el grafitero m¨¢s buscado de Plasencia, una ciudad de 45.000 vecinos al norte de Extremadura. Cuatro meses de trabajos sigilosos, sospechas, descartes, preguntas e interrogatorios a ciudadanos estaban en juego. Las miradas se focalizaron en un hombre de 35 a?os que romp¨ªa todos los esquemas y estereotipos de los grafiteros locales. El Loky jugaba fuerte. Todos sab¨ªan su firma, pero nadie su rostro. ?Y si es de fuera? Solo ser¨ªa culpable si se le pillaba in fraganti, una tarea tit¨¢nica que requer¨ªa de mucha paciencia y, sobre todo, suerte. Acumulaba m¨¢s de 300 firmas por toda la ciudad: monumentos hist¨®ricos, casas unifamiliares, garajes, adosados, pisos, portales, contenedores, papeleras, pabellones, tiendas, talleres, colegios, guarder¨ªas. Los c¨¢lculos municipales hablan de 8.395 placentinos afectados ¨Dcasi uno de cada cinco¨D con su estampa, que trazaba en un pisp¨¢s. Una ¡°L¡± may¨²scula, una ¡°o¡± peque?a, una ¡°k¡± con una de sus patitas bien alargada y con mucho estilo, y una ¡°y¡± con forma de bast¨®n del diablo: Loky. Ocho a?os despu¨¦s de aquella fr¨ªa madrugada, ha sido juzgado. Los vecinos, al fin, le han puesto cara. ¡°Qu¨¦ mayor¡±, ¡°no parece grafitero¡±, se ha escuchado en los pasillos del tribunal. El Loky, generoso, ha concedido hasta una rueda de prensa para sorpresa de todos:
¡ªVoy a hablar, s¨ª. ?Os importa que me fume un cigarro?
Su abogado ha evitado que entrara en prisi¨®n en el ¨²ltimo momento, pero sus andanzas no han quedado impunes. Esta es la historia del Loky, el grafitero extreme?o m¨¢s buscado de la historia:
¨D?Nos tra¨ªa locos!
El alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, dice que, a finales de 2014, todas las ma?anas amanec¨ªa una parte de la ciudad pintada. Que no hab¨ªa manera de dar con el autor. El runr¨²n en las terrazas, bares, redes sociales y casas era evidente. ¡°?Qui¨¦n narices es el Loky este?¡±, le preguntaban los vecinos. Sus hombros se encog¨ªan como respuesta. La polic¨ªa municipal comenz¨® a indagar por su cuenta. Hab¨ªa que rastrear todos los barrios. Preguntar en colegios, institutos, asociaciones de vecinos. Un aut¨¦ntico plan contra el Loky. ?l, ajeno a su caza, estaba en su salsa. Cada d¨ªa, m¨¢s y m¨¢s pintadas. El alcalde Pizarro cuenta que, desde que comenzaron las primeras hasta que le pillaron, transcurrieron entre cuatro y cinco meses. Dice que le llegaron todo tipo de rumores sobre qui¨¦n podr¨ªa ser ese muchacho. Que por pintar, pint¨® hasta en el Puente de Trujillo, patrimonio hist¨®rico de la ciudad. Que nada, que no. Que todas las sospechas acababan en la basura. Y de pronto, una ma?ana del mes de diciembre, un vecino se sienta a tomar un caf¨¦ con ¨¦l.
¨DCreo que s¨¦ qui¨¦n es el Loky.
Pizarro, ojipl¨¢tico, abre hasta las orejas. ¡°Creo que s¨ª, porque, mira, compart¨ªamos libros de texto de peque?os y ¨¦l tambi¨¦n firmaba as¨ª en los m¨¢rgenes¡±. El alcalde responde con naturalidad :
¨D?No jodas?
¡ªS¨ª, es que la graf¨ªa es la misma.
Pizarro avisa inmediatamente a uno de sus agentes municipales. Les da un nombre de pila: ¡°Diego¡±. La maquinaria contra el Loky est¨¢ en marcha. La polic¨ªa, paralelamente, hab¨ªa trazado un plan que recay¨® sobre Pedro Bl¨¢zquez y Juan Carlos Rodr¨ªguez, dos de sus mejores hombres, de 46 a?os y con m¨¢s de 20 de servicio. ¡°El plan contra el Loky empez¨® por todas partes¡±, cuenta Bl¨¢zquez. Indagaron, sobre todo, entre grupos de adolescentes y j¨®venes, de todos los barrios, tambi¨¦n con grafiteros conocidos. La polic¨ªa local fue con todo: 11 agentes, repartidos entre colegios e institutos. ?Algunos chavales sab¨ªan qui¨¦n era el Loky? Probablemente, pero piar, a ciertas edades, es un pecado se?alado en rojo. ¡°No es tan joven como cre¨¦is¡±, le indicaban. ¡°Es muy solitario¡±. ¡°Va con un perro¡±. ¡°Pinta de noche¡±. El Loky ya no era un fantasma, comenzaba a tener un rostro. Una ma?ana, un se?or que caminaba hacia la ermita de la patrona de la ciudad fren¨® en seco al ver a dos agentes municipales:
¨DHe visto pintar al Loky con mis propios ojos.
M¨¢s pistas. M¨¢s huellas. El 29 de enero de 2015, los agentes Bl¨¢zquez y Rodr¨ªguez salieron de madrugada de la comisar¨ªa en un coche patrulla camuflado. De paisano, vieron a un hombre salir de un portal. Todos los placentinos eran sospechosos a altas horas de la madrugada. Pero nada, era un vecino, simplemente. A punto de arrancar el motor, los agentes vieron delante de sus narices a otro hombre que caminaba con un gorro y unos vaqueros. Cumpl¨ªa con todas las pistas. Bl¨¢zquez y Rodr¨ªguez se bajaron sigilosos del coche. Paso a paso, a una distancia prudencial: 10, 12 metros. El sospechoso del gorro se adentraba entre portales, y sal¨ªa, muy r¨¢pido. Los agentes imitaban sus movimientos. Encontraron una pintada: Loky. Estaba fresca, h¨²meda. No hab¨ªa dudas. Era ¨¦l, pero hab¨ªa que pillarlo in fraganti. Un minuto despu¨¦s, el Loky se meti¨® en una cochera. Ajeno a las pisadas que ven¨ªan detr¨¢s, saca dos espr¨¢is, uno verde y otro negro. Levant¨® el brazo y dispar¨®: ¡°Lo¡±. No dio tiempo a m¨¢s:
¨D?Alto! ?Somos polic¨ªas!
¡°Pinto porque no puedo dormir¡±, les dijo el Loky. La denuncia estaba en marcha, pero qued¨® libre hasta el d¨ªa del juicio. Ocho a?os despu¨¦s, el Loky ha sido condenado este jueves a m¨¢s de 31.000 euros de multa en concepto de responsabilidad civil y a otros 2.344 euros por da?os al patrimonio hist¨®rico de la ciudad, pese a que la Fiscal¨ªa ped¨ªa cuatro a?os de c¨¢rcel. Un acuerdo de todas las partes ha evitado su entrada en prisi¨®n en el ¨²ltimo momento. Tiene 24 meses para saldar su deuda. Esta ma?ana, por primera vez, los afectados y el resto de sus paisanos le han puesto al fin cara. ¡°Loky, Loky, Loky. As¨ª me pint¨® el garaje¡±, ha dicho Feliciana S¨¢nchez, de 73 a?os. ¡°Es un sinverg¨¹enza. ?Qui¨¦n es?, ?d¨®nde est¨¢?¡±, ha comentado otro. ¡°A m¨ª me jodi¨® la puerta del taller de motos¡±, ha declarado Jos¨¦ Vela, de 68 a?os.
A las 11 de la ma?ana ha salido su abogado: ¡°Creo que quiere hablar¡±. El Loky, un hombre alto, canoso, con cierto parecido al cantante Loquillo, ha salido por la puerta de cristal transparente en vaqueros, con un chaleco azul y una camisa a juego de cuadros. El Loky, solitario, ha dado por primera vez su nombre. ¡°Me llamo Diego Terr¨®n, tengo 44 a?os¡±.
¨D?Por qu¨¦ firma como Loky?
¨DPfff. Empec¨¦ en 1992. Me hac¨ªa gracia que fuera un Dios dedicado al mal.
Una periodista le ha interrumpido. ¡°Perdona, no puedes fumar delante de la televisi¨®n¡±. El Loky no comprende esta norma. ¡°Es como si haces fuego en directo, no se puede. ?Puedes esperar un momento?¡±, le ha pedido la reportera. El Loky ha sido tajante. ¡°?No! ?No puedo! Me quiero fumar un cigarro. Te esperas a que me lo fume y me grabas despu¨¦s¡±. As¨ª ha sido. Ha dicho que en 2012 sufri¨® un aneurisma cerebral, un abombamiento del cerebro que le imped¨ªa dormir con facilidad. Que por eso cog¨ªa los espr¨¢is por la noche y pintaba toda la ciudad. ¡°No dorm¨ªa bien, s¨¦ que no lo justifica y que habr¨¦ hecho da?o a mucha gente, pero pintar me relajaba mucho, me quedaba muy tranquilito. Hab¨ªa veces que iba a pintar una pared y ya la ten¨ªa pintada de otro d¨ªa¡±.
Ha contado que es escultor, que est¨¢ en el paro, pero que puede pagar la multa. ¡°Por supuesto que me arrepiento de lo que hice¡±. Un polic¨ªa, minutos antes, anunciaba que ahora andan detr¨¢s de dos nuevos grafiteros que llevan el mismo modus operandi que el Loky. El Loky, sonriente, ha aprovechado para defender su gremio: ¡°Les dir¨ªa que no vayan solos nunca, que lleven siempre a alguien que les vigile¡±.
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