El juez env¨ªa a prisi¨®n provisional a las dos esposas de yihadistas repatriadas desde Siria
El ministerio p¨²blico imputa delitos de integraci¨®n en banda terrorista a Yolanda Mart¨ªnez y Luna Fern¨¢ndez, que aterrizaron el lunes en Espa?a junto a 13 ni?os
El futuro de las espa?olas Yolanda Mart¨ªnez y Luna Fern¨¢ndez, las dos esposas de yihadistas repatriadas desde el norte de Siria esta semana con los 13 ni?os que ten¨ªan a su cargo (nueve de ellos, hijos biol¨®gicos de ellas), ya se encuentra en manos de la Audiencia Nacional. La Polic¨ªa las ha conducido en la ma?ana de este mi¨¦rcoles hasta el ¨®rgano judicial, donde han pasado a disposici¨®n del magistrado instructor Santiago Pedraz, ...
El futuro de las espa?olas Yolanda Mart¨ªnez y Luna Fern¨¢ndez, las dos esposas de yihadistas repatriadas desde el norte de Siria esta semana con los 13 ni?os que ten¨ªan a su cargo (nueve de ellos, hijos biol¨®gicos de ellas), ya se encuentra en manos de la Audiencia Nacional. La Polic¨ªa las ha conducido en la ma?ana de este mi¨¦rcoles hasta el ¨®rgano judicial, donde han pasado a disposici¨®n del magistrado instructor Santiago Pedraz, que ha decidido enviarlas a prisi¨®n de forma provisional. La Fiscal¨ªa hab¨ªa solicitado al juez que ambas, imputadas por delito de integraci¨®n en banda terrorista, ingresasen en la c¨¢rcel y se suspendiese la patria potestad sobre los menores, seg¨²n informan fuentes del ministerio p¨²blico.
La historia de la repatriaci¨®n de esta mujeres, que aterrizaron en la noche del lunes en la base militar de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid) junto a los 13 ni?os, comienza en 2019. Las autoridades las localizaron en el norte de Siria, donde hab¨ªan sobrevivido al derrumbe del califato del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) en su ¨²ltimo reducto de Baguz. Internadas en un campo de detenidos controlado por las milicias kurdas, donde las encontr¨® EL PA?S, ya manifestaron desde all¨ª su predisposici¨®n a regresar a su pa¨ªs: ¡°Lo ¨²nico que deseamos es salir de aqu¨ª. No nos pueden condenar por cuidar de la casa y de nuestros hijos en el Estado Isl¨¢mico¡±, afirmaron ambas. Otros dos mujeres y otros cuatro menores se encontraban en la misma situaci¨®n.
El Gobierno de Pedro S¨¢nchez emprendi¨® entonces las labores para estudiar el regreso de las mujeres y sus hijos, una compleja operaci¨®n diplom¨¢tico-militar con varios ministerios implicados y que se top¨®, adem¨¢s, con reticencias de las fuerzas de la lucha antiterrorista. Paralelamente, la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional hab¨ªa solicitado informes al Ministerio del Interior para estudiar la situaci¨®n, lo que se tradujo posteriormente en ¨®rdenes de b¨²squeda y captura internacional. Pese a todas las dificultades, en el mismo 2019, el entonces ministro de Exteriores, Josep Borrell, ya avanz¨® la postura oficial del Ejecutivo: ¡°Las vamos a repatriar¡±, subray¨® en el Parlamento europeo.
Pero esa intenci¨®n ha tardado casi cuatro a?os en materializarse. Hasta finales de 2022, el Gobierno no dio luz verde a la operaci¨®n de forma definitiva. Y esta se ha ejecutado esta semana. Las primeras mujeres y menores repatriados aterrizaron el lunes, cerca de la medianoche, en Torrej¨®n. A bordo del avi¨®n viajaban Yolanda Mart¨ªnez, de 37 a?os, y sus cuatro hijos; as¨ª como Luna Fern¨¢ndez, de 36, sus cinco hijos biol¨®gicos y otros cuatro ni?os hu¨¦rfanos de origen espa?ol que ten¨ªa a su cargo.
Todos los menores se encuentran ya bajo custodia de los servicios sociales. El mayor tiene 15 a?os. Algunos familiares pudieron verlos el martes en una sala durante dos horas, previo permiso de las autoridades. Uno de los familiares afirm¨® a EL PA?S: ¡°Los ni?os est¨¢n tristes, pero aparentemente bien, al menos de salud [...] Est¨¢n afectados, muy cansados, han vivido un infierno y llevan dos noches sin dormir¡±.
Otras dos mujeres y cuatro ni?os
La operaci¨®n original de repatriaci¨®n del Gobierno inclu¨ªa a otras dos mujeres y cuatro ni?os. Las autoridades tambi¨¦n ten¨ªan situadas en Siria, junto a Mart¨ªnez y Fern¨¢ndez, a Lubna Miludi (29 a?os) y Loubna Fares (43), esta ¨²ltima de nacionalidad marroqu¨ª, pero con hijos de un yihadista espa?ol.
Sin embargo, Lubna Miludi, nacida en Ceuta, se encuentra con su hijo de siete a?os en el campo levantado al sur de la localidad de Al Hol, pr¨®ximo a la frontera con Irak y a unos 100 kil¨®metros del campamento de Al Roj, donde estaban los repatriados este lunes ¡ªeste segundo, junto al l¨ªmite con Turqu¨ªa, cuenta con un mejor acceso que ha permitido a las autoridades espa?olas agilizar el proceso de repatriaci¨®n¡ª. Seg¨²n ha explicado el abogado de las familias, no se ha podido gestionar todav¨ªa el regreso de Miludi por problemas de comunicaci¨®n con ella, ya que las reclusas han tenido prohibido el uso de tel¨¦fonos m¨®viles, aunque muchas han contravenido esta medida para contactar con sus familias.
Por su parte, Loubna Fares, nacida en Casablanca (Marruecos) y viuda del ciudadano espa?ol de origen iran¨ª Navid Sanati, se escap¨® en febrero de 2020 de Al Hol con sus tres hijos ¡ªde 10, ocho y seis a?os¡ª y se desconoce actualmente su paradero.
V¨ªnculos con la c¨¦lula Al-Andalus
Las mujeres y los ni?os sobreviv¨ªan en Siria en condiciones precarias, insalubres y de gran inseguridad. Pero el temor a que estuvieran radicalizados generaba muchas reticencias en el Ministerio del Interior. Como public¨® EL PA?S en 2019, las fuerzas de la lucha antiterrorista cuentan con informes donde se?alan sus v¨ªnculos con la c¨¦lula Al Andalus, asentada en Espa?a y a la que pertenecieron sus maridos hasta que se marcharon con ellas a Siria en 2014.
Yolanda Mart¨ªnez est¨¢ casada con Omar El Harchi, un marroqu¨ª de Ceuta nacionalizado espa?ol que se encuentra preso en una c¨¢rcel kurda. Seg¨²n el sumario de la Audiencia Nacional sobre Al Andalus, este hombre era reclutador de dicha c¨¦lula y, durante las pesquisas, los agentes encontraron una carta enviada por Mart¨ªnez a la mujer de otro islamista donde la ¡°alentaba¡± a viajar a Siria. ¡°Ante el conflicto sirio no hay que quedarse est¨¢tico, sino pasar a la acci¨®n¡±, afirmaba la misiva, seg¨²n un informe policial.
Por su parte, Luna Fern¨¢ndez es la viuda de Mohamed Amin El Aabou, otra pieza clave de Al Andalus. Seg¨²n la Audiencia, El Aabou formaba parte del ¡°n¨²cleo operativo¡±, asumiendo labores de selecci¨®n, adoctrinamiento, integraci¨®n de nuevos miembros y financiaci¨®n ¡ªaunque ni este ni El Harchi llegaron a ser juzgados, pues se marcharon a Siria con sus familias meses antes de que se desmantelara la c¨¦lula¡ª. Seg¨²n los agentes, Luna Fern¨¢ndez ten¨ªan un papel de ¡°l¨ªder¡± dentro de las esposas de los componentes de dicho grupo, conscientes del extremismo de sus parejas. ¡°En un v¨ªdeo, Fern¨¢ndez expresa literalmente: ¡®Yo soy musulmana y no voy a renegar de mi religi¨®n. Y como muchos pa¨ªses hacen sus leyes, Al¨¢ ha hecho una ley y ?l sabe, nosotros no sabemos...¡¯. Unas palabras que reflejan la interiorizaci¨®n de una visi¨®n radical y extremista del islam, donde la shar¨ªa o ley isl¨¢mica prevalece¡±, explica el juez Pedraz.
Las cuatro mujeres localizadas en Siria por el Gobierno espa?ol aseguraron que viajaron enga?adas por sus maridos y que no combatieron ni participaron en acciones yihadistas. ¡°Llegu¨¦ sin saberlo. Pero estaba muy contenta. Nos dieron una casa y a mi marido un trabajo en el juzgado del ISIS, haciendo recados. Por fin tuvimos una situaci¨®n estable econ¨®mica¡±, dijo Mart¨ªnez, convertida al islam y radicalizada tras conocer a su marido.
¡°Mart¨ªnez y Fern¨¢ndez habr¨ªan participado en actividades a favor de la organizaci¨®n yihadista Daesh, tanto antes de desplazarse a la zona de conflicto sirio-iraqu¨ª, como una vez en territorio controlado por el pseudocalifato proclamado en junio de 2014¡±, apunta Pedraz en la resoluci¨®n dictada este mi¨¦rcoles para enviarlas a prisi¨®n, donde a?ade: ¡°Estas mujeres se trasladaron junto a sus maridos, compartiendo y aceptando el mismo destino que ellos¡±. ¡°En cuanto a la suspensi¨®n cautelar del ejercicio de la patria potestad, se entiende que no procede por cuanto que, con la situaci¨®n que se acuerda de prisi¨®n provisional, no existe el riesgo potencial de continuar con un posible adoctrinamiento de los hijos¡±, apostilla el instructor.