La coalici¨®n busca una salida al abismo de la crisis del ¡®solo s¨ª es s¨ª¡¯
Mar¨ªa Jes¨²s Montero y F¨¦lix Bola?os contactan con portavoces de la mayor¨ªa de investidura para cerrar el agujero con un acuerdo. S¨¢nchez respalda a Llop y se mantiene firme en que hay que resolver el problema
En el eco que recorre el hemiciclo del Congreso hasta las tribunas de prensa hay veces en que el ambiente pol¨ªtico no solo se escucha, casi se puede sentir. El mi¨¦rcoles era uno de esos d¨ªas. En la bancada de la derecha, la del PP y Vox, se respiraba euforia. Una especie de victoria anticipada. ¡°Est¨¢n oliendo sangre, ya se ven en La Moncloa¡±, comentaba un dirigente socialista. ¡°Est¨¢n encantados con esta guerra de la coalici¨®n¡±, lanzaba otro de uno de los grupos que apoyan al Gobierno, muy preocupado.
¡°Feij¨®o ha dado una instrucci¨®n muy clara: es el momento de estar tranquilos, esperar. ...
En el eco que recorre el hemiciclo del Congreso hasta las tribunas de prensa hay veces en que el ambiente pol¨ªtico no solo se escucha, casi se puede sentir. El mi¨¦rcoles era uno de esos d¨ªas. En la bancada de la derecha, la del PP y Vox, se respiraba euforia. Una especie de victoria anticipada. ¡°Est¨¢n oliendo sangre, ya se ven en La Moncloa¡±, comentaba un dirigente socialista. ¡°Est¨¢n encantados con esta guerra de la coalici¨®n¡±, lanzaba otro de uno de los grupos que apoyan al Gobierno, muy preocupado.
¡°Feij¨®o ha dado una instrucci¨®n muy clara: es el momento de estar tranquilos, esperar. Ellos solos se est¨¢n matando¡±, se?alaba un parlamentario del PP. Algunos no aguantaron la ansiedad. ¡°?Est¨¢s muerto!¡±, le grit¨® el diputado popular Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz a Pedro S¨¢nchez con el pulgar se?alando hacia abajo. ¡°Muerto pol¨ªticamente¡±, aclar¨® luego en Twitter. ¡°?Que te vote Txapote¡±, le lanz¨® otro parlamentario del PP, en l¨ªnea con lo que dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso. Las tribunas de la derecha estaban especialmente aceleradas, muy lejos de esas aparentes instrucciones del l¨ªder popular de mantener la calma. Parec¨ªan convencidas de que el abismo al que se ha asomado la coalici¨®n por su enfrentamiento con la reforma de la ley del solo s¨ª es s¨ª hundir¨¢ al Gobierno y le har¨¢ perder las elecciones.
Pero en pol¨ªtica siempre juegan varios actores. En el Ejecutivo son conscientes del da?o que est¨¢ causando la situaci¨®n y se est¨¢n moviendo para reconducirla. No solo dentro de la coalici¨®n, tambi¨¦n en los grupos de la mayor¨ªa hay movimientos de todo tipo en las ¨²ltimas horas para intentar aplacar una crisis que amenaza con hundir la imagen del Gobierno en el peor momento posible, a tres meses de unas decisivas elecciones municipales y auton¨®micas.
Despu¨¦s del fracaso de la negociaci¨®n entre las ministras de Justicia, Pilar Llop, del sector socialista, y de Igualdad, Irene Montero, de Unidas Podemos, que no han logrado un acuerdo en dos meses largos de reuniones e intercambios de propuestas, la cuesti¨®n ya ha salido de Justicia y entra al Parlamento, con lo que los interlocutores cambian. F¨¦lix Bola?os, ministro de relaciones con las Cortes y gran negociador de S¨¢nchez, y Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, han tomado las riendas y ya han empezado a llamar a los portavoces de la mayor¨ªa, los que apoyaron la ley del solo s¨ª es s¨ª, para empezar una negociaci¨®n sobre la reforma.
Con el PP, que se ha ofrecido a apoyarla, no est¨¢n hablando. Pol¨ªticamente ser¨ªa muy dif¨ªcil de gestionar que la reforma saliera solo con el apoyo de los populares. Por eso los socialistas intentan convencer al m¨¢ximo n¨²mero posible de socios, tambi¨¦n para intentar demostrar que Podemos se ha encerrado en una idea que en el PSOE no comparten, esto es, que la propuesta de Llop cambia la esencia de la ley.
Llop ha sido muy criticada internamente en el PSOE por algunas de sus intervenciones p¨²blicas, en especial la entrevista en la Cadena SER del martes, donde dijo que ¡°es muy sencillo probar la violencia, basta con una peque?a herida¡±. Su intervenci¨®n no gust¨® a nadie porque rompi¨® la estrategia socialista de bajar el tono y ayud¨® a Podemos a defender que el cambio har¨¢ que los juicios por agresi¨®n sexual giren sobre si hubo o no violencia, algo que Llop insiste en que no es real.
En cualquier caso, la ministra perder¨¢ protagonismo en esta fase y ser¨¢n Mar¨ªa Jes¨²s Montero, que ya estuvo muy encima de los ¨²ltimos d¨ªas de la negociaci¨®n anterior, y el propio Bola?os quienes lideren el intento por cerrar cuanto antes esta herida.
Llop tiene todo el respaldo del presidente, insisten en La Moncloa, y es la ¨²nica que ha puesto una soluci¨®n viable encima de la mesa. Pero ahora negociar¨¢n perfiles m¨¢s pol¨ªticos. Aun as¨ª, se?alan en el entorno de S¨¢nchez, esta negociaci¨®n es m¨¢s compleja que otras porque nadie se puede permitir un segundo fiasco que derive en una nueva interpretaci¨®n de los jueces contraria a la voluntad del legislador. As¨ª que no es f¨¢cil variar mucho la propuesta de Llop sin tener la absoluta garant¨ªa t¨¦cnica de que no provocar¨¢ un efecto perverso cuando llegue la hora de interpretarla por parte de los jueces.
S¨¢nchez ha dado dos instrucciones claras. Por un lado, hay que arreglar la situaci¨®n. La reforma tiene que seguir adelante y ser aprobada cuanto antes, porque los ciudadanos no entender¨ªan que el Gobierno se quedara sin hacer nada ante cuatro centenares de rebajas de condenas a agresores sexuales, algo muy alejado de la intenci¨®n de la ley del solo s¨ª es s¨ª. Pero por otro, hay que cuidar a la coalici¨®n. Los socialistas han rebajado mucho el tono en las ¨²ltimas horas. La propia Llop, tras la entrevista en la SER, ha evitado el choque con Podemos. El grupo de Irene Montero s¨ª sigue atacando con dureza la reforma de Llop, pero los socialistas han optado por no contestar. Al menos, en p¨²blico.
En privado, la tensi¨®n es muy evidente y algunos diputados socialistas o dirigentes territoriales incluso hablan de la posibilidad de que S¨¢nchez se harte y destituya a Montero y a la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, pero en el entorno del presidente no contemplan ese escenario. Al contrario, el n¨²cleo duro de S¨¢nchez parece trabajar en el sentido opuesto, esto es, en el de proteger la coalici¨®n. Al PSOE no le interesa en plena precampa?a un choque en el Gobierno y mucho menos una fractura dentro de Unidas Podemos entre los m¨¢s duros, con Montero, Belarra o Pablo Echenique a la cabeza, frente al grupo de Yolanda D¨ªaz, Alberto Garz¨®n o los Comunes, que no han criticado abiertamente la reforma de Llop.
Unidas Podemos tiene que tomar ahora una decisi¨®n importante: qu¨¦ votar¨¢ en la admisi¨®n a tr¨¢mite de la reforma. Podr¨ªan apoyarla para abrir la negociaci¨®n en la Comisi¨®n de Justicia, pero antes tendr¨ªan que lograr rebajar la tensi¨®n que Podemos est¨¢ imprimiendo a sus declaraciones. La propia Irene Montero insisti¨® el mi¨¦rcoles en que la propuesta de Llop supone ¡°volver al C¨®digo Penal de La Manada, el de la violencia y la intimidaci¨®n¡±. El peor escenario posible es que la guerra se alargue y llegar con la coalici¨®n destripada al 8 de marzo, el d¨ªa m¨¢s simb¨®lico para el feminismo, con manifestaciones fracturadas, como el a?o pasado. Hay mucha gente trabajando para evitarlo, pero nadie tiene certezas porque el pacto sobre la reforma sigue siendo tan complejo como lo ha sido en los ¨²ltimos dos meses.