La ley del ¡®solo s¨ª es s¨ª¡¯: el debate que nunca existi¨®
El PP anticip¨® que la norma rebajar¨ªa penas, pero el asunto apenas ocup¨® las discusiones durante los 10 meses de tramitaci¨®n parlamentaria
Desde hace d¨ªas no se habla de otra cosa en el Congreso, pero, cuando los diputados estaban todav¨ªa a tiempo de evitar las consecuencias ¡°indeseadas¡± -como alega el Gobierno- de la ley del solo s¨ª es s¨ª, el debate apenas concit¨® inter¨¦s. En los m¨¢s de diez meses que se prolong¨® la tramitaci¨®n de la norma entre las dos C¨¢maras de las Cortes, se discuti¨® mucho de presunci¨®n de inocencia o de prostituci¨®n y se hicieron chistes de dudoso gusto sobre los piropos o sobre si ser¨ªa preciso acudir al notario para mantener relaciones sexuales. Una diputada del PP, Marta Gonz¨¢lez, s¨ª plante¨® con claridad desde el primer momento que el proyecto enviado por el Gobierno al Parlamento, tras otros largos meses de acalorado debate interno entre el PSOE y Unidas Podemos, conllevar¨ªa una reducci¨®n de algunas penas para los delitos sexuales m¨¢s graves. Los dem¨¢s grupos apenas entraron al debate y en los meses siguientes la cuesti¨®n qued¨® en un segundo plano mientras el articulado de la ley se discut¨ªa en plenos y comisiones.
El proyecto de Ley Org¨¢nica de Garant¨ªa Integral de Libertad Sexual fue admitido a tr¨¢mite por el pleno del Congreso el 14 de octubre de 2021 con una abrumadora mayor¨ªa de 205 votos. PP y Vox se quedaron solos con sus enmiendas a la totalidad, que compart¨ªan el argumento de que el texto vulneraba el derecho a la presunci¨®n de inocencia al establecer que, sin un consentimiento expreso de la mujer, un hombre podr¨ªa ser acusado de agresi¨®n sexual. El asunto dio pie a que la diputada de la extrema derecha Carla Toscano protagonizase uno de los grandes momentos bufonescos de la legislatura. Enfundada en una camiseta muy ce?ida con la leyenda Not me too, Toscano abri¨® su intervenci¨®n dirigi¨¦ndose a los diputados Rafael Simancas, del PSOE, y Txema Guijarro, de UP: ¡°?Me ha mirado, se?or Simancas? ?me ha mirado, se?or Guijarro? (¡) Por esas miradas los podr¨ªa denunciar por acoso¡±.
El PP evit¨® esa clase de espect¨¢culos y plante¨® otra objeci¨®n de fondo: el rechazo a acabar con la distinci¨®n entre abuso y agresi¨®n sexual. En ese punto, Marta Gonz¨¢lez -exsecretaria general de Igualdad en la Xunta de Galicia presidida por Alberto N¨²?ez Feij¨®o- hizo una advertencia que resultar¨ªa premonitoria. La nueva tipificaci¨®n, sostuvo, ¡°supone en la pr¨¢ctica una reducci¨®n de las penas de los delitos m¨¢s violentos¡± y ¡°permite una discrecionalidad en la respuesta judicial¡±.
Nadie replic¨® a la diputada popular. Toda la izquierda, los nacionalistas y tambi¨¦n Ciudadanos se centraron en aplaudir que la ley unificase los ataques sexuales bajo el r¨®tulo de agresiones para que nunca m¨¢s, proclamaban, unos jueces rebajasen a la categor¨ªa de abuso episodios como el de La Manada. Las discrepancias entre los socios del Gobierno se hab¨ªan esfumado, y la socialista Adriana Lastra se prodig¨® en sonoros elogios al texto de Irene Montero. M¨¢s a la izquierda, Bel Pozueta, de EH Bildu, incluso encontraba en ¨¦l un exceso de ¡°punitivismo¡±.
Pas¨® m¨¢s de medio a?o antes de que el texto pactado con los grupos quedase listo en comisi¨®n. Durante los trabajos, la cuesti¨®n de que las nuevas tipificaciones pudiesen derivar en una rebaja de penas no estuvo del todo ausente. Hubo enmiendas de ERC o de Cs que propon¨ªan f¨®rmulas para prevenirlo. El PP insisti¨® en su defensa de mantener la doble tipificaci¨®n anterior. Pero no constituy¨® el asunto central de debate. En la recta final de la redacci¨®n, se desat¨® lo que la diputada de ERC Pilar Vallugera calific¨® de ¡°batalla campal entre feministas¡± por la pretensi¨®n del PSOE de introducir en el proyecto medidas contra la prostituci¨®n de tintes abolicionistas. El dictamen se vot¨® el 18 de mayo entre advertencias de los aliados del Gobierno de que o se retiraban los art¨ªculos sobre la prostituci¨®n o dejar¨ªan caer la ley. De nuevo fue la popular Gonz¨¢lez la ¨²nica que avis¨® sobre una ¡°rebaja de penas en los delitos m¨¢s graves¡±, aun reconociendo: ¡°Es algo que no creemos que estuviese en la voluntad de quienes han redactado este texto, pero al final ser¨¢ una consecuencia sobrevenida¡±.
El PSOE renunci¨® a sus pretensiones para facilitar que, ocho d¨ªas despu¨¦s, el 26 de mayo, el pleno del Congreso aprobase el texto con 201 votos a favor -PSOE, UP, ERC, Cs, PNV, EH Bildu, Junts, PDeCAT, M¨¢s Pa¨ªs, Coalici¨®n Canaria, Nueva Canarias, Comprom¨ªs, BNG y Teruel Existe-, 140 en contra y tres abstenciones. La pol¨¦mica sobre el comercio de sexo a¨²n no se hab¨ªa apagado y hasta la pertinaz Gonz¨¢lez se?al¨® que la posible rebaja de penas pasaba a ¡°un segundo plano¡± ante la denuncia de que la ley consagraba la ¡°impunidad de la prostituci¨®n¡±. La ministra Montero reflexion¨®, sin entrar en detalles sobre los castigos previstos: ¡°Claro que las herramientas del feminismo no son fundamentalmente punitivas. Pero necesitamos que el C¨®digo Penal tambi¨¦n sea feminista y nos ayude a defendernos¡±. La ultra Toscano se dedic¨® esta vez a deplorar la proscripci¨®n del piropo callejero y confes¨® con orgullo que a ella le encanta que la jaleen al grito de ¡°eso es un cuerpo y no el de la Guardia Civil¡±.
Carla Toscano (Vox): "A m¨ª me da pena no o¨ªr por la calle aquel 'dime c¨®mo te llamas y te pido para reyes' o 'ese es un cuerpo y no el de la guardia civil'. Es una pena que su odio a la belleza y al hombre, hagan perder esas muestras de admiraci¨®n" https://t.co/bCOf5ziqcr pic.twitter.com/tc4Fj1Ejjd
— EL PA?S (@el_pais) May 26, 2022
La ley pas¨® al Senado y all¨ª el PP puso sordina al asunto de la rebaja de los castigos en favor de la denuncia de que la ley acababa con la presunci¨®n de inocencia del hombre. Cuando el texto se vot¨® en comisi¨®n, el 12 de julio, el representante popular Jaime de los Santos aludi¨® de pasada a la ¡°reducci¨®n de penas¡± para de inmediato precisar que eso no era lo m¨¢s relevante: ¡°Quiz¨¢ lo m¨¢s sorprendente -y, por tanto, las enmiendas m¨¢s importantes de mi grupo van en esa direcci¨®n- es la inversi¨®n de la carga de la prueba¡±. Seis d¨ªas despu¨¦s, en el pleno de la C¨¢mara alta, el PP volvi¨® a pasar de puntillas por el asunto de las penas y el discurso de su senadora Adelaida Pedrosa se centr¨® en acusar al Gobierno de ¡°instrumentalizar el dolor de las v¨ªctimas¡±. Los populares consumaron una maniobra para que el proyecto tuviese que pasar un ¨²ltimo tr¨¢mite en el Congreso al facilitar la aprobaci¨®n de una enmienda de Junts con una mera correcci¨®n ling¨¹¨ªstica a un art¨ªculo.
El Congreso habilit¨® el 25 de agosto a fin de dejar lista la ley para su env¨ªo al BOE. Ese d¨ªa nadie habl¨® de reducci¨®n de penas. Al contrario, Sara Gim¨¦nez, de Cs, se felicit¨® por el aumento de castigos a las violaciones grupales y a las agresiones previa sumisi¨®n qu¨ªmica. Ni siquiera la popular Gonz¨¢lez trat¨® esta vez el asunto y agot¨® su tiempo en criticar una campa?a del Ministerio de Igualdad sobre los estereotipos f¨ªsicos en las playas. Lo que no falt¨® fue la nota de Toscano, incansable defensora del var¨®n hispano, v¨ªctima, seg¨²n ella, de un ¡°apartheid sexual¡±.
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