?C¨®mo se controla un incendio?
Cuando un incendio como el de esta semana en Castell¨®n se apaga, empieza otro trabajo para algunos bomberos: estudiar datos e im¨¢genes para dise?ar los operativos de los fuegos que vendr¨¢n. Con la ayuda de uno de estos analistas, EL PA?S reconstruye los trabajos de control de un gran incendio, el de Pont de Vilomara (Manresa), que quem¨® decenas de casas el pasado julio
El incendio de esta semana en Castell¨®n, con m¨¢s de 4.500 hect¨¢reas quemadas, se presenta como el anticipo de una temporada estival complicada. El experto en incendios Marc Castellnou, inspector jefe de bomberos en Catalu?a, ha empezado ya a notar el estr¨¦s: ¡°No hemos visto una sequ¨ªa igual en el ¨²ltimo siglo, la temporada va a ser hist¨®rica si no llueve en los pr¨®ximos dos meses. Pero las previsiones, de momento, no son buenas¡±. Catalu?a prohibi¨® el pasado fin de semana aquellas actividades al aire libre que supongan riesgo de fuego en cientos de municipios, algo inusual por lo temprano de la fecha. Una medida que Castellnou solo recuerda una vez, y fue hace 10 a?os. ¡°El fuego de Castell¨®n ha demostrado una capacidad energ¨¦tica brutal, y es marzo. La energ¨ªa que los incendios pod¨ªan alcanzar solo en ciertos d¨ªas del verano ahora la consiguen cualquier d¨ªa del a?o. De hecho los fuegos de este mes ya los hemos tratado como si fuesen de finales de julio¡±.
?Y c¨®mo se manejan esos incendios? Con los datos de que disponen los bomberos de Catalu?a se puede reconstruir c¨®mo se combati¨® y venci¨® a uno del pasado julio, el de Pont de Vilomara, cerca de Manresa: 1.700 hect¨¢reas calcinadas, 11 casas totalmente destruidas y otras 41 afectadas.
Empieza el fuego
Alex Codonyer se ba?a en la piscina de su casa en la urbanizaci¨®n River Park. La vivienda es un cubo en lo alto de un monte cerca del pueblo de Pont de Vilomara, en Barcelona, con vistas a una alfombra de pinos y la silueta de Montserrat al fondo. Ve entonces una columna de humo a lo lejos. Su mujer lo graba con el m¨®vil a las 13.10 del domingo 17 de julio. Preocupado, dice: ¡°Si [los ni?os] no lo ven, mejor. Vamos¡±. Los Mossos d¡¯Esquadra llaman a la puerta. Los desalojan en minutos. La pr¨®xima vez que camine por su casa la habr¨¢ devorado el fuego.
El sargento de bomberos Emili Dalmau est¨¢ a punto de comer en el parque de bomberos de Manresa. Desde el comedor ve la columna de humo: ¡°Por la posici¨®n, el color y c¨®mo evolucionaba la nube, ya vimos que iba a ser un incendio muy importante¡±. Sale con su equipo hacia las monta?as. La investigaci¨®n indicar¨ªa despu¨¦s que el fuego fue provocado poco antes de la una de la tarde en una zona en el interior de un bosque al que estaba prohibido acceder ese domingo.
Al terreno llegan los analistas. Entre ellos Marc Castellnou, responsable del Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF) de los bomberos en Catalu?a, una brigada que dise?a actuaciones espec¨ªficas de prevenci¨®n y ataque ante los fuegos forestales. ¡°Hace 15 minutos que recibimos el aviso y ya es un incendio grande. Tienes que pensar que te supera y lo vas a perder, que no lo vas a poder parar por muchos medios que tengas¡±. Los bosques asalvajados actuales aportan m¨¢s combustible, y el cambio clim¨¢tico favorece atm¨®sferas m¨¢s calientes. Los minutos para proteger las casas en medio del monte se reducen, y protegerlas consume tantos recursos que el fuego se descontrola por la naturaleza. Cuando Castellnou se enfrenta a su enemigo se concentra en la estrategia: ¡°Para nosotros un incendio se reduce a la diferencia entre lo que quiere hacer, que en este caso es arrasar el parque natural, y lo que puede, que es quemarlo muy poco a poco porque la brisa marina lo empuja hacia el lado contrario. Ah¨ª est¨¢ su debilidad y nuestra oportunidad. Ah¨ª hay que atacarlo¡±.
La b¨²squeda del punto d¨¦bil
Las predicciones de los analistas contemplan la topograf¨ªa, el combustible disponible, la meteorolog¨ªa y el hist¨®rico de quemas en la zona. Al llegar, Castellnou sabe que un fuego en 1985 arras¨® el bosque. El an¨¢lisis del equipo permite simular el incendio, calcular qu¨¦ potencial tiene, y una vez sabido cu¨¢l es el peor escenario posible, dise?ar c¨®mo quieren que acabe siendo. Eso se traduce en un ataque que se va corrigiendo en consonancia con el comportamiento del incendio. El estudio previo permite saber c¨®mo se va a mover el incendio por el terreno, y con qu¨¦ intensidad. Solo hace falta conocer el punto de ignici¨®n. Una vez localizado, los analistas saben lo que va a pasar.
El primer v¨ªdeo desde el aire llega por Telegram a los m¨®viles de los bomberos a las 13.23. Descubren d¨®nde ha comenzado. Ya pueden hacerse una imagen mental de lo que quiere hacer, y comienzan a actuar.
El helic¨®ptero informa de que el fuego sube por una ladera del valle. Todos saben que si consigue cruzar la pista forestal y prender la otra ladera el d¨ªa se va a complicar. Va a ir de frente y con fuerza contra la urbanizaci¨®n River Park, donde hay empadronadas 300 personas y muchas otras tienen segundas residencias. Recibir¨¢ el golpe desde abajo, porque est¨¢ en lo alto de una colina. Los Mossos tienen que darse prisa. Para ganar tiempo de desalojo se indica a los pilotos los lugares donde deben descargar el l¨ªquido retardante. Aun as¨ª, el fuego pasa el barranco.
El sargento Emili da un rodeo para llegar a una zona segura desde el parque de bomberos de Manresa. Desde Pont de Vilomara no pod¨ªa llegar, porque eso supondr¨ªa cruzar el frente de llamas. Desde una loma ve c¨®mo el fuego salta la pista forestal. En menos de un minuto ve arder toda la ladera, cerca de las 13.39. Informa por el Telegram. El incendio, despu¨¦s de ensancharse al principio, se estira r¨¢pidamente, se acelera con carreras descomunales directas hacia las urbanizaciones que tiene al norte. Se da la orden de que quien est¨¦ a¨²n en River Park y no haya sido desalojado se confine en su casa. La mayor¨ªa de v¨ªctimas mortales en incendios que calcinan urbanizaciones se dan en las evacuaciones, cuando los veh¨ªculos se quedan atrapados en las carreteras.
Para cuando sube la colina y llega a la urbanizaci¨®n hay llamas de al menos 40 metros. ¡°Vamos a proteger casas, pero sabemos que el impacto es inevitable en River Park y que la urbanizaci¨®n se va a quemar. Cuando un incendio supera tu capacidad de extinci¨®n, como este, no se puede evitar el golpe¡±, apunta Castellnou, y explica c¨®mo el fuego arrasa estas colonias: ¡°Una casa no se quema cuando pasa un incendio. Una casa se enciende cuando pasan las llamas, y despu¨¦s se empieza a quemar¡±. Llega tan r¨¢pido a la urbanizaci¨®n, antes de las cuatro de la tarde, que la primera ola la pasa por encima en menos de 10 minutos.
Olas sucesivas de fuego ir¨¢n golpeando las viviendas toda la tarde, porque el frente de llamas es muy ancho y va a diferentes ritmos. Sobre la zona se forma un piroc¨²mulo, una nube de tormenta. El calor desprendido por la combusti¨®n levanta el aire dentro de la columna. Los bomberos miden con una sonda lanzada al centro del infierno que el fuego est¨¢ generando vientos de 60 kil¨®metros por hora, en un ciclo descontrolado que acelera a¨²n m¨¢s las llamas. Tanto calor y semejante combustible son los ingredientes que necesita el incendio para modificar la atm¨®sfera y poner a su servicio unas condiciones de propagaci¨®n m¨¢s extremas de las que sol¨ªan encontrarse los apagafuegos. Son incendios que tienen capacidad de alterar la meteorolog¨ªa. La aceleraci¨®n de este incendio es un fen¨®meno relativamente nuevo. Esto hace 10 a?os no habr¨ªa pasado, porque la atm¨®sfera necesitaba mucha m¨¢s energ¨ªa para calentarse que la que necesita ahora. La energ¨ªa disponible para este incendio y la atm¨®sfera disponible eran propicias.
¡°Un incendio no solo se mueve, sino que genera un frente de llamas a su izquierda, a su derecha y en su cabeza. En lo que nos fijamos normalmente es en la proporci¨®n entre los kil¨®metros de frente que ¨¦l crea y los que extinguimos nosotros. Si esa ratio es mayor que uno, ganan las llamas. Si es menor de uno, vas ganando t¨². Hasta las ocho de la tarde, este incendio nos ganaba en todos los frentes¡±, apunta Castellnou. Sobre esa hora, y tras registrar velocidades de aceleraci¨®n de ocho kil¨®metros por hora monte a trav¨¦s, las llamas chocan al norte con un muro yermo, en el que los bomberos se han hecho fuertes con agua, siegas de campos y cortafuegos. Consiguen anclar el incendio antes de que sea capaz de saltar la autopista C-16 hacia la ciudad de Manresa. Si no se hubiese actuado a lo largo de la tarde en ese tramo, un fuego de esta magnitud posiblemente habr¨ªa sido capaz de saltar el asfalto. El an¨¢lisis ha permitido atacar el punto d¨¦bil del enemigo: los bomberos pueden dedicarse a salvar el macizo forestal al que se dirigir¨¢n las llamas. Detr¨¢s quedan las 11 viviendas completamente destruidas y otras 41 afectadas.
Malas noticias
La gente del pueblo se hab¨ªa despertado ese domingo con ganas de celebrar la fiesta grande del municipio, pero para la hora de la comida se congregaba en la plaza mirando con preocupaci¨®n la columna de humo que fagocitaba su bosque. Ah¨ª estaba David Rold¨¢n, otro vecino de River Park que fue desalojado. Despu¨¦s de bajar con su familia al pueblo, volvi¨® a subir a la urbanizaci¨®n. ¡°Llega un momento en el que piensas ¡®ostras, lo voy a perder todo¡¯. Cuando llegamos y ves esa descoordinaci¨®n¡ Pregunto cu¨¢l es la parte m¨¢s afectada, y me dicen que mi calle. Pienso entonces que igual todav¨ªa tengo una oportunidad¡±. Rold¨¢n sube en moto por los caminos que conoce y llega a su vivienda. ¡°Intent¨¦ apagar el fuego del vecino y los ¨¢rboles que tengo detr¨¢s. Despu¨¦s de sofocar todo esto sal¨ª con la moto a grabar v¨ªdeos para mostrar a los vecinos sus propiedades¡±.
Cerca de las diez de la noche David env¨ªa un mensaje de WhatsApp al grupo vecinal. ¡°Siento ser portador de malas noticias¡±. Un peque?o clip de v¨ªdeo muestra ardiendo la casa de Alex Codonyer, el vecino que por la ma?ana estaba en la piscina: ¡°Estaba con unos amigos. En ese momento se me derrumba todo¡±.
Fuegos controlados en la retaguardia
El sargento Emili breg¨® con el fuego que se desat¨® en esta misma zona en 1985, en su primer a?o de trabajo como agente forestal. Ahora se enfrenta algo similar, pero ya como parte de los GRAF. Recuerda que el comportamiento de aqu¨¦l y el de este es ¡°exactamente el mismo, pero con m¨¢s mala leche¡±. El escenario tras la funci¨®n ha quedado igual, pinos quemados donde anta?o hab¨ªa vi?as. Explica tambi¨¦n su experiencia con incendios como este, que se aceleran a s¨ª mismos: ¡°Me da m¨¢s miedo trabajar ahora que hace 10 a?os. Ahora la reacci¨®n a veces es rapid¨ªsima y tu tiempo de escape es muy corto¡±.
Emili estuvo trabajando desde la una de la tarde del domingo hasta las ocho y media de la ma?ana del lunes en el flanco derecho. All¨ª se encarg¨® de iniciar fuegos controlados teniendo en cuenta la succi¨®n que genera hacia s¨ª el incendio y la brisa marina que sopla del sureste. Fue el encargado de que no se descontrolasen las llamas hacia el parque natural y se convirtiese en un incendio descomunal. Tras las primeras actuaciones, como el emplazamiento de las bombas de agua y del rastreo en busca de nuevos puntos seguros, localiza una buena zona para poder cortarle el paso al fuego en una l¨ªnea de 500 metros. Una de las principales razones por la que este fuego no se comi¨® el parque natural fue porque se le cort¨® el avance por el lado derecho, en previsi¨®n de que acabar¨ªa por dirigirse all¨ª. Cuando lleg¨®, como previ¨® el an¨¢lisis, ya no hab¨ªa nada que quemar.
An¨¢lisis de lo sucedido
Tras la acci¨®n llega el estudio, que permite estar mejor preparados para la siguiente campa?a. ¡°El problema es que la mayor parte de cuerpos de bomberos son profesionales del uso de herramientas, no del fuego. Hay que analizar qu¨¦ tienes que dejar perder para defender las casas. O c¨®mo te condiciona para la protecci¨®n de un bosque el que haya viviendas en la monta?a. Como sociedad tenemos que entender que una casa en medio del monte que tenga que ser defendida tiene consecuencias sobre el bosque del vecino¡±, expone el analista Castellnou. ¡°Al llegar al lugar, sabemos que este incendio se va a abrir hacia el lado derecho, hacia el macizo forestal, y nuestro trabajo es que no se abra. Pero tambi¨¦n tenemos que minimizar el impacto sobre la sociedad, que est¨¢ en el lado izquierdo. Nos creemos invencibles, y autorizamos que haya casas en lugares donde no deben estar. Si nos dejamos llevar por defender las viviendas, vamos a perder todo lo que hay a la derecha, y as¨ª acabas con un incendio de 4.000 hect¨¢reas, que es lo que ya ocurri¨® en 1985. Eso est¨¢ estudiado¡±. Con esa filosof¨ªa el jefe de los GRAF indic¨® a Emili y a su grupo que se mantuviesen durante todo el domingo trabajando en el flanco derecho.
Una vez hecho el estudio, llega la reflexi¨®n. La de Castellnou es que no dejar tanto combustible en los bosques es una prioridad. ¡°Contra el fuego ya no es un tema de recursos, porque los que son como este superan nuestra capacidad de extinci¨®n. Necesitamos gestionar nuestro paisaje, porque si no cada vez iremos a peor¡±. El alcalde de Pont de Vilomara, Enric Camp¨¤s, recuerda que las vi?as ocupaban hace d¨¦cadas lo que ahora es un bosque salvaje. Una tierra cultivada, trabajada y transitada, de la que ahora solo quedan las terrazas y las tinas, unas peque?as construcciones de piedra donde se almacenaba la uva. La plaga del insecto filoxera se llev¨® las vides por delante, los trabajadores se pasaron a la industria textil y el crecimiento de los pinos se descontrol¨®.
¡°Somos una sociedad rica que protege y no quiere tocar el monte que tiene ahora, pero que a¨²n no entiende que eso no es gratuito. Intentando defender la biodiversidad de nuestro monte estamos generando condiciones para perderlos todos¡±, expone Castellnou, que explica que los bosques se queman para adaptarse a las nuevas condiciones, que ahora son atm¨®sferas m¨¢s calientes. ¡°No hay capacidad de extinci¨®n de lo que quieras. Esta partida se plante¨® y sali¨® bien, pero ha tenido un coste. Intentar que no lo tuviese hubiese implicado perderlo todo. Aceptar ese coste es salvar cosas, pero lo que pierdes, lo has perdido. Es imposible apagar cualquier cosa en cualquier sitio¡±.