S¨¢nchez arranca la campa?a al ataque

En pol¨ªtica se rectifica sin decirlo. Nadie lo admite abiertamente, pero la campa?a de las elecciones auton¨®micas y municipales dise?ada por La Moncloa con un mensaje en positivo para reivindicar su gesti¨®n y hacer anuncios de nuevas medidas ha resultado un claro fracaso. El voto del domingo demuestra que el PP moviliz¨® mucho m¨¢s a la derecha con su lema ¡°derogar el sanchismo¡± de lo que el PSOE logr¨® animar a los progresistas con su ¡°vota lo que piensas¡±. Parece bastante evidente que en este momento, como sucede en buena parte del planeta, movilizan m¨¢s los sentimientos que la gesti¨®n. As¨ª que Pedro S¨¢nchez ha dado un giro y en su primer gran acto de arranque de campa?a para las generales ¡ªel discurso ante sus diputados y senadores, el mi¨¦rcoles en el Congreso¡ª, ha apuntado con claridad por d¨®nde ir¨¢ su mensaje en las pr¨®ximas semanas, con el que intentar¨¢ darle la vuelta a la dura derrota del domingo. Una campa?a al ataque, tratando de movilizar a los progresistas que en 2019 lo hicieron ganar las elecciones con una idea muy clara: frenar a una derecha ¡°trumpista¡±, a una ¡°derecha extrema y extrema derecha¡±, el PP y Vox, que para ¨¦l apenas se distinguen ya.

S¨¢nchez apunta que el mundo, y sobre todo Europa, vive una ola conservadora que tambi¨¦n est¨¢ llegando a Espa?a. Pero con los n¨²meros encima de la mesa, cree que se podr¨ªa frenar en Espa?a si acudieran a votar los abstencionistas de izquierdas que el domingo se quedaron en casa.

El presidente y su equipo parecen haber entendido, despu¨¦s de un varapalo dur¨ªsimo el 28-M que no vieron venir, y que ha acabado con casi todo el poder auton¨®mico y local del PSOE, que frente al sentimiento del antisanchismo, el gran movilizador de la derecha, deben contraponer otra pasi¨®n. Y han elegido la de frenar a una derecha que consideran trumpista. ¡°La mejor Espa?a frente a la Espa?a gris y oscura¡±, resume el presidente.

Alberto N¨²?ez Feij¨®o har¨¢ todo lo que pueda, especialmente retrasar la formaci¨®n de los gobiernos auton¨®micos con Vox, para intentar evitar que se le asocie con Santiago Abascal y que S¨¢nchez pueda movilizar a la izquierda contra ¨¦l. Mientras, la presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso, no tiene empacho en exhibir su trumpismo con denuncias de pucherazo, Feij¨®o siempre trata de jugar a varias bandas y reivindica su moderaci¨®n, precisamente para evitar esa movilizaci¨®n de la izquierda contra la derecha que tantos disgustos ha causado al PP en el pasado.

Sucedi¨® en 1993, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar perdi¨® las elecciones contra todo pron¨®stico ¡ªy casi vuelve a pasar en 1996, cuando gan¨® por la m¨ªnima¡ª. Sucedi¨® en 2004, cuando votaron decenas de miles de abstencionistas de izquierdas contra lo que vivieron como un gran enga?o del Gobierno tras el 11-M. De nuevo lleg¨® en 2008, cuando Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero gan¨® contra pron¨®stico a Mariano Rajoy por un mill¨®n de votos con una movilizaci¨®n imprevista de la izquierda. Y otra vez en abril de 2019, cuando el miedo a Vox volvi¨® a funcionar como un resorte para llevar a millones de progresistas a las urnas.

Esa movilizaci¨®n de la izquierda no existi¨® el domingo, y, sin embargo, s¨ª se volc¨® la derecha. S¨¢nchez dirigi¨® el mi¨¦rcoles un discurso buscando la ¨¦pica, que fue a las ra¨ªces del PSOE: ¡°A los 25 trabajadores, 16 tip¨®grafos, 4 m¨¦dicos, un profesor, 2 artesanos, un marmolista y un zapatero¡± que fundaron el partido hace 144 a?os. Seg¨²n todas las encuestas, decenas de miles de progresistas no tienen intenci¨®n de votarlo, aunque tampoco se ir¨¢n al PP: se quedar¨¢n en casa. Por eso ¨¦l intenta sacarlos de la abstenci¨®n. S¨¢nchez apela sobre todo a los trabajadores: ¡°Esa es la gente a quienes representamos, a quienes defendemos y de quien dependemos para ganar al PP y a Vox¡±. Y contrasta la fundaci¨®n del PSOE con la de Alianza Popular: ¡°Siete exministros de una dictadura con la financiaci¨®n de unos cuantos banqueros¡±.

De paso, con la petici¨®n de un ¡°respaldo fuerte y rotundo¡± y eliminando ya la palabra coalici¨®n de su vocabulario, con un mensaje puro de PSOE, tambi¨¦n busca pescar en todos los espacios, incluido el de Yolanda D¨ªaz, como hizo Zapatero en 2008, cuando dej¨® a IU reducida a la m¨ªnima expresi¨®n.

No parece casual que S¨¢nchez citara los casos recientes de Estados Unidos y Brasil. En el pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo, 78 millones de personas votaron en 2020 a Joe Biden no por su gesti¨®n como vicepresidente, ni por su historia pol¨ªtica, ni por sus promesas de reformas progresistas. Votaron sobre todo contra Donald Trump, que se qued¨® en 72 millones y medio de votos y vio como una incre¨ªble movilizaci¨®n de la izquierda y el centro para votar a un anciano Biden lo sacaba de la Casa Blanca.

En 2022, votaron a Luiz In¨¢cio Lula da Silva 60,3 millones de brasile?os, no tanto por su gesti¨®n cuando fue presidente, que acab¨® en grandes pol¨¦micas, ni por sus promesas progresistas, sino sobre todo para sacar de Planalto, el palacio del poder de Brasilia, a Jair Bolsonaro, un negacionista que provoc¨® que Brasil fuera uno de los pa¨ªses con m¨¢s mortalidad del planeta durante la pandemia. Lula, como Biden, tambi¨¦n logr¨® que una parte del centro lo apoyara para echar a Bolsonaro, mientras la derecha vot¨® en masa contra los dos candidatos progresistas.

S¨¢nchez tiene todo en contra para estas elecciones, y no lo oculta. Sabe que est¨¢ muy lejos de ser el favorito. Pero solo tiene una posibilidad de ganar, o al menos de obtener un resultado digno que le permita so?ar con la presidencia gracias a los pactos si logra evitar que PP y Vox sumen mayor¨ªa absoluta: una movilizaci¨®n extraordinaria de los progresistas.

?Pero basta solo con votar en contra? Parece claro que no. Por eso, S¨¢nchez trata tambi¨¦n de fijar a favor de qu¨¦ se podr¨ªan movilizar sus votantes. A favor de la subida del salario m¨ªnimo ¡ªun 47%¡ª, de la reforma laboral, de la subida de las pensiones, del ingreso m¨ªnimo vital, de la ley de eutanasia, de la de vivienda, o de los impuestos a bancos y el¨¦ctricas. S¨¢nchez trata de convencer a sus potenciales votantes del cambio radical que supondr¨¢ la llegada de la derecha al poder, convencido de que, seg¨²n las encuestas, una mayor¨ªa de los espa?oles apoya sus reformas, aunque muchos de ellos no hayan acudido a votar el domingo. ¡°?Acaso pretendan acabar con las becas para los m¨¢s necesitados e instaurar unas novedosas becas para los ricos que ya han ensayado en alguna comunidad aut¨®noma que dirigen? ?Acaso quieran imponer de nuevo la segregaci¨®n en nuestros centros educativos? ?Acaso a lo que aspiren es a recortar nuestro sistema sanitario y retomar con mayor intensidad, dados los resultados del pasado 28 de mayo, su privatizaci¨®n? ?Acaso quieran acabar con la ley de cambio clim¨¢tico y pasar a engrosar la lista de pa¨ªses con gobiernos negacionistas?¡±, insisti¨® S¨¢nchez.

Un voto en contra de la derecha, pero tambi¨¦n un voto a favor de sus reformas. La campa?a ya ha empezado. Y el primer d¨ªa deja muy claro que no ser¨¢ suave. El PSOE ha cambiado radicalmente de estrategia. Ahora falta por ver cu¨¢l elige el PP. Pero lo que es seguro es que ser¨¢n dos meses muy intensos.