La llegada de marroqu¨ªes a las costas andaluzas cuestiona el control de Rabat ante la emigraci¨®n de sus nacionales
Los rife?os, contestatarios con el r¨¦gimen, llenan las embarcaciones que est¨¢n arribando a Almer¨ªa. Frontex alerta del fen¨®meno, marcado por el uso de narcolanchas y la violencia de los traficantes
La llegada de marroqu¨ªes a las costas andaluzas, especialmente a Almer¨ªa, lleva meses aumentando de forma silenciosa. Cruzan el mar de Albor¨¢n en diferentes tipos de embarcaciones, pero un nuevo modus operandi est¨¢ detr¨¢s del repunte. La mayor¨ªa desembarcan a plena luz del d¨ªa, en grupos de hasta 70 personas, en potentes lanchas neum¨¢ticas usadas tradicionalmente para el tr¨¢fico de drogas. Las manejan mafias que no dudan en usar la...
La llegada de marroqu¨ªes a las costas andaluzas, especialmente a Almer¨ªa, lleva meses aumentando de forma silenciosa. Cruzan el mar de Albor¨¢n en diferentes tipos de embarcaciones, pero un nuevo modus operandi est¨¢ detr¨¢s del repunte. La mayor¨ªa desembarcan a plena luz del d¨ªa, en grupos de hasta 70 personas, en potentes lanchas neum¨¢ticas usadas tradicionalmente para el tr¨¢fico de drogas. Las manejan mafias que no dudan en usar la violencia para dejarlos en tierra cuanto antes y darse la vuelta a toda prisa para evitar ser interceptados. El trayecto cuesta unos 10.000 euros por persona, con lo que sacan hasta 700.000 por trayecto.
A mediados de este mes, cuando m¨¢s de 25.000 personas hab¨ªan llegado de forma irregular a Espa?a, m¨¢s del 35% proced¨ªa de Marruecos. No es un porcentaje extraordinario, pero las cifras de las fuerzas de seguridad espa?olas a las que ha tenido acceso EL PA?S apuntan un cambio de tendencia: mientras se reducen dr¨¢sticamente las entradas de marroqu¨ªes por Canarias, los desembarcos de los que salen del norte del pa¨ªs magreb¨ª y llegan a costas andaluzas se han duplicado respecto a 2022. A¨²n es pronto para prever qu¨¦ impacto puede tener el terremoto que azot¨® el sur del pa¨ªs el pasado 8 de septiembre en la emigraci¨®n hacia Espa?a.
Las cifras se dispararon antes del verano. En lo que va de a?o, pero especialmente entre mayo y septiembre, m¨¢s de 5.000 personas cruzaron el mar de Albor¨¢n en barcas que pueden llevar hasta 70 personas a bordo, seg¨²n cifras oficiales a las que ha tenido acceso EL PA?S. Otras muchas alcanzan la costa sin ser detectadas. Son barcas neum¨¢ticas r¨ªgidas, equipadas con varios motores potentes, de entre 250 y 350 caballos. Llegan, descargan y se van.
Almer¨ªa es el principal puerto de llegada de los marroqu¨ªes. De un a?o para otro, los que arribaron a la provincia se han casi sextuplicado, pasando de unos 600 a casi 3.500, seg¨²n fuentes de las fuerzas de seguridad.
Este tr¨¢nsito desde el norte de Marruecos es significativo porque, desde 2019, Rabat tiene muy controlada la zona norte del pa¨ªs . Adem¨¢s, la nueva etapa en las relaciones entre ambos pa¨ªses, inaugurada en marzo del a?o pasado con el giro espa?ol sobre el S¨¢hara Occidental, prioriz¨® la colaboraci¨®n en la lucha contra la inmigraci¨®n irregular: Marruecos actuar¨ªa m¨¢s contra las redes y los inmigrantes. Y as¨ª ha sido, especialmente en la ruta canaria, pero ahora las salidas de miles de personas desde Nador y Alhucemas han puesto en la mirilla la actuaci¨®n de las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes. ?C¨®mo tantos emigrantes marroqu¨ªes consiguen burlar los controles en una zona tan concreta?, ?por qu¨¦ ahora?
?xodo del Rif
Un observador especializado en el pa¨ªs que pide anonimato mantiene una tesis que suele ser com¨²n cuando los expertos analizan los flujos migratorios en Marruecos: las autoridades se esfuerzan mucho menos en frenar la emigraci¨®n de sus nacionales que la de los subsaharianos. En este caso, el an¨¢lisis de este experto va algo m¨¢s all¨¢ y tiene un componente pol¨ªtico: ¡°El Gobierno marroqu¨ª tolera la emigraci¨®n de personas de la regi¨®n del Rif [norte del pa¨ªs] para evitar la inestabilidad¡±.
La emigraci¨®n de los rife?os, que denuncian abandono econ¨®mico y represi¨®n por parte del Gobierno marroqu¨ª, es com¨²n, pero se intensific¨® tras las fuertes protestas que protagonizaron a finales de 2016, el conocido como Hirak del Rif. El movimiento fue aplastado por las autoridades con cientos de detenciones y condenas de hasta 20 a?os de c¨¢rcel.
Saloua El Omari Dahman, psic¨®loga y activista rife?a, coincide en la tesis de que se est¨¢ incentivando la emigraci¨®n de rife?os: ¡°Las autoridades participan directamente en este tr¨¢fico¡±. El Omari, de 31 a?os, es miembro de una red que monitoriza las llegadas a las costas andaluzas y, seg¨²n sus c¨¢lculos, casi la totalidad de los marroqu¨ªes que han arribado este a?o son del Rif, una regi¨®n monta?osa en el norte de Marruecos que se extiende desde Nador a la frontera con Argelia.
El Omari reflexiona sobre la ¡°migraci¨®n forzada¡± de los rife?os y las facilidades que estos encuentran para realizar una traves¨ªa que para otros, como los subsaharianos, es casi imposible. ¡°No salen porque quieren, les fuerzan e incentivan para que lo hagan.
Ahmad Al Rashidi, nacido en Alhucemas hace 26 a?os, fue uno de los miles de j¨®venes que participaron en aquellas protestas y que acab¨® march¨¢ndose de su tierra. Pide usar un nombre ficticio porque teme represalias si alg¨²n d¨ªa vuelve a su casa. ¡°En Alhucemas no tenemos hospitales que traten a los pacientes de c¨¢ncer, tampoco universidades, ni oportunidades de trabajo¡±, explica en Almer¨ªa, donde vive. Al Rashidi no pag¨® una neum¨¢tica r¨¢pida, sino que, con algunos familiares, junt¨® el dinero para cruzar el mar en un barco de pesca que les cost¨® 9.000 euros, otra f¨®rmula habitual. ¡°[Las autoridades] observan, pero no nos interceptan. Est¨¢n practicando una pol¨ªtica de desplazamiento contra nosotros, quieren que salgamos para que no participemos en protestas¡±, cuenta. ¡°El destino de quien se queda es la c¨¢rcel¡±.
Estos desembarcos han pasado relativamente desapercibidos porque las cifras oficiales sobre inmigraci¨®n irregular del Ministerio del Interior no las reflejan. Espa?a, a diferencia de otros pa¨ªses como Italia, no divulga nacionalidades, ni lugar de salida, ni de entrada y los datos que se hacen p¨²blicos son tan escasos que disimulan tendencias relevantes como esta. As¨ª, el aumento del 26% de llegadas por mar a la Pen¨ªnsula y Baleares que reflejan las cifras oficiales a 14 de septiembre puede llevar a pensar err¨®neamente que el repunte se debe a la llegada de argelinos en el Levante y las islas. Pero la din¨¢mica es la contraria: siguen cayendo las salidas desde Argelia y se han disparado las de Marruecos.
La agencia europea de fronteras dedic¨® un informe completo a las llegadas de marroqu¨ªes por esta v¨ªa el pasado mes de agosto. El documento reservado, al que ha tenido acceso EL PA?S, prev¨¦ que el fen¨®meno contin¨²e creciendo.
Frontex destaca que el modus operandi de los traficantes, adem¨¢s de lucrativo, entra?a serios riesgos para los ocupantes de las barcas. ¡°No dudan en poner en peligro la vida de los migrantes para evitar su detenci¨®n. En uno de estos incidentes, dos personas se ahogaron porque no sab¨ªan nadar tras verse obligados a saltar al mar para llegar a la costa. En otro incidente, un migrante fue hallado muerto, presuntamente debido a las heridas sufridas antes y durante la traves¨ªa¡±, registra el informe. ¡°Seg¨²n los migrantes, ¨²ltimamente, los patrones los presionan para que desembarquen m¨¢s r¨¢pido¡±, se lee. En uno de los incidentes, los patrones amenazaron con cuchillos para evitar ser detectados por las autoridades.
En el Ministerio del Interior est¨¢n atentos. Fuentes policiales advierten de que este ¡°cambio de las rutas y del modus operandi¡±, debe evaluarse con ¡°prudencia¡±, que es pronto para hablar de una nueva tendencia. Estos interlocutores afirman que no se ha confirmado que haya una ¡°relajaci¨®n de los controles¡± de Marruecos, y que el repunte puede responder a los movimientos de las mafias que tienen m¨¢s dificultades para mantener su actividad en la fachada atl¨¢ntica, la ruta que lleva a Canarias.
Pero para entender mejor la actividad de las mafias hay que remontarse al verano pasado y no necesariamente mirar a Canarias. Desde finales de agosto de 2022 hasta mediados de mayo de este a?o, se dispararon las llegadas a la isla de Albor¨¢n, un islote espa?ol de menos de un kil¨®metro de largo, situado a 56 kil¨®metros al norte del cabo de Tres Forcas (Nador) y a 88 al sur de Adra (Almer¨ªa). Las neum¨¢ticas r¨ªgidas, las mismas que arriban ahora a Almer¨ªa, la alcanzaban en mucho menos tiempo y consumiendo mucho menos combustible que si fuesen a la Pen¨ªnsula. En esos meses se contabilizaron hasta 51 embarcaciones con 759 personas a bordo, seg¨²n Frontex. Hasta que las patrullas espa?olas intensificaron su presencia en la zona y el tr¨¢nsito descendi¨® dr¨¢sticamente. Las redes buscaron entonces una alternativa: la costa peninsular.
En la coyuntura actual, la agencia recomienda que se refuercen los medios en la zona para ¡°mejorar la detecci¨®n temprana de embarcaciones de migrantes e informar con prontitud a las autoridades espa?olas¡±. En su informe, Frontex pide aumentar su control a¨¦reo, desplegar medios mar¨ªtimos con una ¡°capacidad operativa similar¡± a la de las embarcaciones utilizadas por los traficantes y destacar m¨¢s agentes en tierra para vigilancia. Preguntada, la agencia no ha respondido a las preguntas de EL PA?S. ¡°No comentamos informes internos¡±, ha zanjado una portavoz.
Como viene siendo habitual, un sector de las fuerzas de seguridad espa?olas ve con escepticismo las recetas de Frontex. ¡°Seguir¨¢n viniendo, pero quiz¨¢ con otra tipolog¨ªa de barco¡±, afirma una fuente dedicada al control de fronteras. ¡°Hay que trabajar en origen y no solo desplegando aviones y barcos o comprando voluntades, sino promoviendo mejores condiciones sociales¡±.