Sobre la condonaci¨®n del FLA
Quiz¨¢ en vez de condonaciones parciales de deuda ser¨ªa posible explorar soluciones que, sin tocar el principal de la deuda, permitiesen alargar muy sustancialmente los plazos de devoluci¨®n
La Gran Recesi¨®n golpe¨® con fuerza inusitada las finanzas auton¨®micas. A diferencia de lo que luego se hizo en la pandemia, se opt¨® por que fuesen los propios gobiernos auton¨®micos los que afrontaran la crisis en solitario. Hubo recortes de gasto e incrementos de impuestos. Pero no fue suficiente. El d¨¦ficit p¨²blico auton¨®mico se dispar¨® y hubo que pedir dinero para financiarlo. No obstante, los mercados comenzaron a desconfiar y no pocas comunidades aut¨®nomas se enc...
La Gran Recesi¨®n golpe¨® con fuerza inusitada las finanzas auton¨®micas. A diferencia de lo que luego se hizo en la pandemia, se opt¨® por que fuesen los propios gobiernos auton¨®micos los que afrontaran la crisis en solitario. Hubo recortes de gasto e incrementos de impuestos. Pero no fue suficiente. El d¨¦ficit p¨²blico auton¨®mico se dispar¨® y hubo que pedir dinero para financiarlo. No obstante, los mercados comenzaron a desconfiar y no pocas comunidades aut¨®nomas se encontraron con que nadie les prestaba; o se les exig¨ªan tipos de inter¨¦s elevad¨ªsimos. Ante esa situaci¨®n, en 2012 se decidi¨® que la administraci¨®n central prestase el dinero necesario para cubrir esos desequilibrios financieros. Entre estos mecanismos extraordinarios de financiaci¨®n destacan el Fondo de Liquidez Auton¨®mica (FLA) y el llamado Fondo de Facilidad Financiera (FFF). A pesar del tiempo transcurrido, hoy siguen siendo muy relevantes. La mayor parte de la deuda auton¨®mica se halla en manos del Gobierno central, lo que constituye una anomal¨ªa en el panorama internacional.
Ya en el Libro Blanco de la reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica de 2017 advertimos sobre la necesidad de normalizar la situaci¨®n, buscando soluciones que permitiesen a las comunidades aut¨®nomas volver a los mercados. Soluciones sin duda dif¨ªciles; fundamentalmente, porque existen grandes asimetr¨ªas en la deuda de los gobiernos auton¨®micos con la administraci¨®n central: Catalu?a y la Comunidad Valenciana en el extremo de los m¨¢s endeudados, Madrid en el contrario. Pero todo se ha precipitado esta semana por la inclusi¨®n de la condonaci¨®n parcial del FLA en el acuerdo entre el PSOE y ERC. A continuaci¨®n, formulo cuatro ideas para centrar el asunto.
No es la primera vez que un acuerdo bilateral con los partidos nacionalistas allana la gobernabilidad e impulsa el proceso de descentralizaci¨®n. Los primeros intentos de cesi¨®n del IRPF en los a?os noventa por la presi¨®n de CiU al gobierno de Gonz¨¢lez fueron muy pol¨¦micos. Posteriormente, ejecutivos presididos por Aznar y Zapatero profundizaron en esa cesi¨®n parcial y hoy es el mecanismo fundamental de la autonom¨ªa tributaria en el Estado auton¨®mico.
La segunda idea es que el acuerdo recoge expresamente la cl¨¢usula de que la condonaci¨®n ser¨¢ de ¡°alcance general para todas las comunidades aut¨®nomas¡±. Esta referencia aconseja moderar las cr¨ªticas por la existencia de agravios comparativos hasta saber en qu¨¦ se traduce esa generalizaci¨®n. Por ejemplo, hay comunidades que han recurrido con mayor intensidad al FFF que al FLA. Por tanto, la condonaci¨®n podr¨ªa incluir otros mecanismos extraordinarios diferentes al segundo para evitar agravios comparativos; y se podr¨ªa estar pensando en f¨®rmulas para casos como el de la Comunidad de Madrid. En todo caso, es verdad que ser¨ªa conveniente una reuni¨®n del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera para clarificar. Y, seguramente, una conferencia de presidentes para dar pasos adicionales y definitivos.
El tercer planteamiento es que una condonaci¨®n de un 20% del FLA para Catalu?a o para la Comunidad Valenciana podr¨ªan no ser suficientes. Porque el 80% restante sigue siendo un volumen de deuda enorme. Me temo que seguir¨ªan sin ser capaces de volver a los mercados y que la carga por intereses de la deuda viva pueda ser dif¨ªcil de soportar a corto plazo para sus haciendas a medida que se vaya trasladando el fuerte aumento de los tipos de inter¨¦s.
Y esta consideraci¨®n me lleva a la ¨²ltima de las ideas. Quiz¨¢ en vez de condonaci¨®n parciales de deuda ser¨ªa posible explorar soluciones que, sin tocar el principal de la deuda, permitiesen alargar muy sustancialmente los plazos de devoluci¨®n, al tiempo que se garantiza un tipo de inter¨¦s suficientemente bajo para que ninguna autonom¨ªa se ahoga por el pago de intereses. En esencia, es lo que hemos estado haciendo la ¨²ltima d¨¦cada. Se tratar¨ªa de formalizarlo de otra manera.