El Gobierno se indigna con Junts: ¡°No est¨¢ en riesgo la legislatura, si acaso la amnist¨ªa¡±
S¨¢nchez est¨¢ decidido a seguir. El presidente reivindicar¨¢ ahora sus l¨ªneas rojas y retrasar¨¢ los Presupuestos
El Gobierno ha empezado ya a intentar convertir la primera gran derrota parlamentaria de Pedro S¨¢nchez, de la que esta vez no le salv¨® nada en el ¨²ltimo minuto, en un bumer¨¢n que se vuelva contra el principal responsable de ese golpe duro a la l¨ªnea de flotaci¨®n del Ejecutivo: Carles Puigdemont, l¨ªder de Junts. El Ejecutivo trasladaba ayer, en p¨²blico y en privado, con gestos muy evident...
El Gobierno ha empezado ya a intentar convertir la primera gran derrota parlamentaria de Pedro S¨¢nchez, de la que esta vez no le salv¨® nada en el ¨²ltimo minuto, en un bumer¨¢n que se vuelva contra el principal responsable de ese golpe duro a la l¨ªnea de flotaci¨®n del Ejecutivo: Carles Puigdemont, l¨ªder de Junts. El Ejecutivo trasladaba ayer, en p¨²blico y en privado, con gestos muy evidentes del propio presidente, un enorme enfado con sus socios independentistas, los ¨²nicos aliados que echaron para atr¨¢s una ley que asumieron todos, no solo ERC, tambi¨¦n PNV, Bildu, BNG y por supuesto Sumar, y un mensaje claro: el Gobierno, esta vez, aguant¨® el pulso y mantuvo sus l¨ªneas rojas.
F¨¦lix Bola?os, principal negociador de la ley de amnist¨ªa, lleg¨® a decir que Junts hab¨ªa ¡°votado con el PP y Vox, que quieren encarcelarlos¡±. ¡°Es incomprensible que Junts haya votado contra una ley que ellos han pactado¡±, remat¨® el ministro de Presidencia, que a¨²n as¨ª insisti¨® en que seguir¨¢n trabajando para convencer a Junts para que la amnist¨ªa no decaiga.
La sensaci¨®n que se viv¨ªa en los pasillos del Congreso entre diversos diputados de la mayor¨ªa era que los jueces, en especial Manuel Garc¨ªa Castell¨®n, de la Audiencia Nacional, hab¨ªan ganado de momento la partida, en lo que el Gobierno y sus socios ven como un intento por dinamitar la ley. Pero tambi¨¦n que la jugada no ha acabado, a¨²n quedan muchas vueltas y la amnist¨ªa no est¨¢ ni mucho menos muerta. De momento, regresa a la Comisi¨®n de Justicia del Congreso, donde se debatir¨¢ de nuevo entre los grupos parlamentarios durante 15 d¨ªas en plena campa?a de las elecciones gallegas del pr¨®ximo 18 de febrero.
La estrategia del Gobierno es clara, y para ello tiene el apoyo de ERC y de los comunes: lanzar toda la presi¨®n sobre Junts para que ¡°reconsidere¡± su decisi¨®n y sea m¨¢s flexible en la segunda vuelta de esta partida al filo de la navaja: cuando la norma se vuelva a discutir en unas semanas en la Comisi¨®n de Justicia.
Pero sobre todo, el entorno del presidente tiene muy claro que pese a este importante rev¨¦s, que pone en jaque la relaci¨®n con Junts, la legislatura que acaba de empezar no est¨¢ en riesgo. S¨¢nchez est¨¢ completamente decidido a seguir. ¡°No est¨¢ en riesgo la legislatura, lo que est¨¢ en riesgo si acaso es la amnist¨ªa¡±, rematan fuentes del Gobierno, que en cualquier caso van a intentar buscar una salida y convencer a Junts de que revise su posici¨®n. Mientras, fuentes del grupo parlamentario de Puigdemont se?alan que tendr¨¢ que ser el Gobierno quien ceda en el pr¨®ximo intento, o la legislatura s¨ª estar¨¢ realmente en riesgo.
¡°La legislatura la decide S¨¢nchez, no Junts. No conocen al presidente¡±, responden en La Moncloa. All¨ª han vivido estas ¨²ltimas horas como un aut¨¦ntico desaf¨ªo al l¨ªder del PSOE, que tiene una evidente debilidad parlamentaria, pero posee muchas fortalezas: est¨¢ en La Moncloa, controla la agenda, ha obtenido ya su investidura y, por tanto, es presidente hasta que ¨¦l decida disolver las Cortes. Cuenta con unos Presupuestos prorrogados que puede estirar bastante m¨¢s tiempo ¡ªahora sin duda se retrasar¨¢ la negociaci¨®n de los nuevos¡ª y tiene en sus manos el control de una amnist¨ªa que los independentistas necesitan y ya han prometido a todos los implicados.
Esa es la baza con la que esperan jugar el Gobierno y ERC para presionar a Junts. De hecho, la diputada de ERC Pilar Valluguera fue muy clara: ¡°Esta amnist¨ªa no va de Puigdemont, ni de Marta Rovira [secretaria general de ERC], va de 1.550 personas que est¨¢n pendientes de procesos. La decisi¨®n que favorece m¨¢s a la gente es votar que s¨ª¡±, espet¨® a Junts. Esto es, ERC tratar¨¢ de acusar a Junts de tumbar una amnist¨ªa que beneficia a mucha gente solo porque cree que tal vez no salve a su l¨ªder. Ahora habr¨¢ que ver, explicaban varios diputados veteranos, qu¨¦ reacci¨®n hay en Catalu?a a esta decisi¨®n que deja en el aire el futuro judicial de los implicados en el proc¨¦s.
Pulso entre S¨¢nchez y Puigdemont
La negociaci¨®n se convirti¨® en las ¨²ltimas horas en un pulso entre S¨¢nchez y Puigdemont. Y el presidente decidi¨® plantarse esta vez y aguantar con sus l¨ªneas rojas, esto es, no incluir todo tipo de terrorismo en la amnist¨ªa, como ped¨ªa Junts. Los negociadores socialistas, que ten¨ªan esa clara instrucci¨®n de S¨¢nchez de no ceder m¨¢s despu¨¦s de la ¨²ltima enmienda transaccional que se pact¨® entre el PSOE, ERC y Junts, ya sab¨ªan desde la noche anterior que hab¨ªa un riesgo serio de que el grupo de Puigdemont apoyar¨¢ el dictamen pero no la ley en su conjunto para as¨ª forzar que vuelva a la Comisi¨®n de Justicia y empezar de nuevo la partida, como finalmente sucedi¨®.
La se?al clara lleg¨® en una videoconferencia la noche del lunes, en la que particip¨® el propio Puigdemont con Jordi Turull, secretario de organizaci¨®n de Junts, mientras por el PSOE estaba Santos Cerd¨¢n, secretario de organizaci¨®n de los socialistas. Ah¨ª se empez¨® a ver claro que no hab¨ªa margen para negociar: ni el PSOE iba a votar la enmienda 29 de Junts, la que elimina el terrorismo de las excepciones de la ley, ni los independentistas estaban dispuestos a apoyar la norma si no inclu¨ªa esa modificaci¨®n. Las conversaciones siguieron el martes, pero en realidad nunca lleg¨® a haber negociaci¨®n.
Era un golpe muy duro para un presidente que en cinco a?os no hab¨ªa perdido una sola votaci¨®n importante, a veces por carambolas, como el error de un diputado del PP en la reforma laboral. Pero S¨¢nchez y su equipo de fieles decidieron aguantar y asumir el coste de la derrota a cambio de mantener sus l¨ªneas rojas, demostrar a Junts que no todo es posible y sobre todo, seg¨²n fuentes del Gobierno, garantizar que la ley es plenamente constitucional y no sufre el fiasco de que la tumbe el Tribunal Constitucional o la justicia europea. Algo mucho peor, en la visi¨®n del Gobierno, que el escenario que teme Junts, es decir, que jueces como Garc¨ªa Castell¨®n dificulten que se aplique la amnist¨ªa a Puigdemont.
Discusi¨®n jur¨ªdica
La discusi¨®n final fue sobre todo jur¨ªdica, pero con un claro trasfondo pol¨ªtico. Tanto el PSOE como ERC, que asum¨ªa el ¨²ltimo redactado de la ley, insist¨ªan a Junts en que es imposible ir siempre detr¨¢s de los jueces cambiando la norma porque siempre podr¨¢n encontrar alg¨²n hueco por el que colarse y mientras, el riesgo es que la norma se vuelva inconstitucional y el remedio sea peor que la enfermedad. Hay que confiar, le explicaban a Junts, en que lo que para el Ejecutivo son excesos injustificables de la instrucci¨®n de algunos jueces acaben quedando en nada en instancias superiores, como ha pasado en otras instrucciones de Garc¨ªa Castell¨®n, en especial los casos contra Podemos. Al final, creen tanto los socialistas como los republicanos, ser¨¢ imposible procesar a Puigdemont y Rovira por terrorismo. El argumento que manejan es que se trata de algo insostenible y que alguna instancia espa?ola o europea frenar¨¢, tal como lo ven ellos. Pero eso implica admitir que la amnist¨ªa para Puigdemont se puede retrasar, y Junts se negaba a aceptarlo. La quieren ya y garantizada, a cualquier coste jur¨ªdico. Por eso, la portavoz en el Congreso de Junts, M¨ªriam Nogueras, dijo en la tribuna que ellos no han pactado ¡°una amnist¨ªa selectiva y en diferido¡±.
Ahora quedan muchas inc¨®gnitas, sobre todo c¨®mo se sale de esto y se evita que la legislatura se convierta en un infierno parlamentario o un bloqueo, aunque Bola?os insisti¨®: ¡°nos quedan tres a?os y medio por delante¡±. Tambi¨¦n queda pendiente dirimir qu¨¦ efecto tiene esto sobre las inminentes elecciones gallegas, el primer hito pol¨ªtico, el 18 de febrero. Los socialistas quer¨ªan salir cuanto antes de la delicada agenda de la amnist¨ªa para hablar de econom¨ªa, de pensiones, del r¨¦cord de empleo, de turismo, que le favorece m¨¢s. Con esta pr¨®rroga, la nueva discusi¨®n de posibles enmiendas puede meterse de lleno en la campa?a gallega, donde el PP se juega mucho m¨¢s que nadie ante la posibilidad de perder la mayor¨ªa absoluta.
El PSOE ya se prepara para sacar el m¨¢ximo partido a su decisi¨®n de plantarse ante Junts, mientras el PP insiste en las ¡°humillaciones¡± de Puigdemont a S¨¢nchez, en palabras de Alberto N¨²?ez Feij¨®o. El pragm¨¢tico l¨ªder del PSOE y su equipo ya trabajan desde el minuto siguiente a la votaci¨®n para tratar de sacarle todo el jugo a ese plante, el m¨¢s claro hasta ahora frente a Puigdemont. Pero por mucho que intente convertirla en una victoria, S¨¢nchez vivi¨® este martes su primera gran derrota parlamentaria desde que es presidente. Y un l¨ªder que decidi¨® adelantar las elecciones generales la misma noche en que sufri¨® una dura derrota en las auton¨®micas no es alguien que vaya a quedarse quieto despu¨¦s de un golpe as¨ª.
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