Un herido en el derrumbe de Palma: ¡°Todo fue muy r¨¢pido. Qued¨¦ medio enterrado y alguien me sac¨®¡±
Sario Hess y su novia Jacline, turistas alemanes, estaban cenando con una de las fallecidas cuando la terraza se desplom¨®. El due?o del negocio niega que hubiera hecho obras en la estructura
Llenos de magulladuras y heridas. Con raspones en las piernas y ap¨®sitos en los brazos y en la cara. Con la pulsera de identificaci¨®n del hospital a¨²n en la mu?eca y un centro de flores con un ¡°siempre en nuestros corazones¡± escrito en alem¨¢n. As¨ª se han presentado este s¨¢bado Sario Hess y su novia Jacline en el Medusa Beach Club de Palma de Mallorca, donde la mujer, de 24 a?os, ha roto en llanto. Ambos, turistas alemanes, estaban el jueves en la terraza del establecimiento esperando su cena cuando, en apenas unos segundos, todo se vino abajo. ¡°Primero se derrumb¨® el centro. Despu¨¦s, el resto. Todo fue muy r¨¢pido¡±, ha relatado Hess, de 28 a?os, horas despu¨¦s de salir del hospital. Pese a lo llamativo de sus heridas externas, las peores las llevan por dentro. Con ellos cenaba una de las dos mujeres alemanas fallecidas, una chica de 20 a?os que disfrutaba de sus vacaciones, de apenas una semana, en la isla. ¡°La polic¨ªa nos ha dicho que no sufri¨®, que muri¨® en el acto¡±, dice su amigo. ¡°Ahora solo quiero volver a casa¡±.
El derrumbe del establecimiento provoc¨® la muerte de cuatro personas y heridas a otras 16. T¨¦cnicos del Ayuntamiento y agentes de la Polic¨ªa Nacional investigan la legalidad del inmueble, ubicado en primera l¨ªnea de costa en la Playa de Palma, y si en los ¨²ltimos meses se realizaron obras que pudieron contribuir al colapso de la terraza; esta cay¨® sobre la planta baja, cuyo suelo, a su vez, se desplom¨® hacia el s¨®tano. En el registro catastral no figura esa planta primera pero el propietario del local, Christian Arnsteiner, ha asegurado a EL PA?S que ¡°estaba todo en orden¡± y que el a?o pasado pasaron sin ning¨²n problema la IT, la inspecci¨®n t¨¦cnica de edificios. Arnsteiner sostiene que no se ha realizado ninguna obra en la estructura y que, anualmente, ¨²nicamente se hace un ¡°lavado de cara¡± al local debido a los da?os que produce el salitre. ¡°Solo pintar y cambiar alguna cosa de decoraci¨®n, pero nada en la estructura¡±, ha insistido.
Sario Hess ocupaba una de las cuatro mesas de la terraza instaladas m¨¢s cerca de la calle, justo en el espacio que se desplom¨®. Mantiene que no hab¨ªa demasiada gente, ¡°entre 15 y 20 personas¡±, pese a que el exceso de peso fue la primera hip¨®tesis manejada por los bomberos. Tampoco hab¨ªa nadie bailando, cuenta. ¡°Hemos entregado a la polic¨ªa las c¨¢maras en las que se ven las personas que hay y c¨®mo estaban sentados¡±, ha certificado Arnsteiner. Hess y su novia quedaron atrapados entre los escombros: ¡°Estaba medio enterrado pero pude liberarme relativamente r¨¢pido. Tiraron de m¨ª hacia arriba y alguien me sac¨®¡±, ha relatado a trompicones.
El Medusa Beach Club se encuentra al sur de la Bah¨ªa de Palma. La zona fue el epicentro del boom tur¨ªstico de los a?os 60. En invierno es frecuentada por los usuarios del Imserso y en junio por j¨®venes que celebran sus viajes de fin de curso pero, sobre todo, es el ¨¢rea que aglutina al turismo alem¨¢n, neerland¨¦s y austriaco, algo m¨¢s tranquilo que el ingl¨¦s de Magaluf. Pese a eso, la cerveza y los c¨®cteles de colores empiezan a servirse a primera hora de la ma?ana a grupos perfectamente delimitados, en muchos casos, porque van como uniformados con camisetas del mismo color.
En cada manzana de la zona se disponen entre 10 y 12 locales. La mayor¨ªa de ellos son bares y restaurantes pero tambi¨¦n hay peque?os supermercados, bazares, tiendas de souvenirs y talleres de tatuajes. Por la acera huele a cebolla frita, caf¨¦ y crema solar, todo a la vez. Y, a apenas unos metros, se encuentra una playa limpia y con arena fina.
El propietario del Medusa Beach Club, holand¨¦s de nacimiento, tiene otro establecimiento a solo unos metros del siniestrado y, seg¨²n ha explicado, tiene m¨¢s negocios en la isla. ¡°Llevamos muchos a?os trabajando en Palma¡±, dice. ¡°No entiendo c¨®mo se ha podido caer [el inmueble], c¨®mo pudo pasar¡±, se lamenta acord¨¢ndose de Maryama Syll, la joven de 23 a?os, empleada del local, que muri¨® el jueves bajo los restos del bar. ¡°Estamos en shock, muy afectados¡±. La cuarta v¨ªctima mortal es Aboulaye Diop, un vecino de la zona, de 44 a?os y origen senegal¨¦s, que todos los d¨ªas acud¨ªa a tomar caf¨¦ al local.
Seg¨²n las primeras investigaciones, las tres mujeres fallecidas estaban en la planta de arriba, mientras que el hombre se encontraba en la planta baja. Sobre esta cay¨® la estructura de la terraza que hundi¨® el suelo hasta el s¨®tano. Este suelo, tal como puede verse a¨²n, est¨¢ conformado por una b¨®veda de mar¨¦s, una arenisca propia de Baleares muy empleada en la construcci¨®n de edificios y muros.
Durante el fin de semana, los t¨¦cnicos y la polic¨ªa han decidido no llevar a cabo ning¨²n trabajo, por lo que solo una valla separa el lugar de la desgracia de la vida que contin¨²a. El cercado, que se ha convertido en escenarios de selfis, se ha llenado de flores, globos y mensajes de recuerdo y apoyo.
Entre los heridos que estaban siendo atendidos en centros hospitalarios, dos han recibido el alta y otros tres permanecen todav¨ªa ingresados. Seg¨²n fuentes del Servicio de Salud balear, un hombre de 30 a?os de Pa¨ªses Bajos sigue ingresado en estado grave en Juaneda Hospitales por un traumatismo craneoencef¨¢lico. En el mismo hospital est¨¢ hospitalizado un espa?ol, trabajador del establecimiento, que evoluciona favorablemente. La tercera persona que contin¨²a ingresada es una mujer de 26 a?os con un trauma tor¨¢cico, que se encuentra estable, en el hospital p¨²blico de Son Espases.
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