La legislatura coge vuelo en el Congreso pese a la conjunci¨®n de votos en contra del PP y Vox
El Gobierno y sus socios han aprobado o tienen en tr¨¢mite 41 proyectos y consolidan sus votaciones. La derecha y la ultraderecha se han apoyado en el 65% de sus iniciativas. Junts niega alguna estrategia parlamentaria com¨²n con los populares
La tensi¨®n pol¨ªtica partidista y permanente en el Congreso y los recurrentes par¨¦ntesis y parones electorales de esta XV legislatura han transmitido una sensaci¨®n de que el trabajo legislativo y parlamentario ha sido escaso, cuando despu¨¦s de siete meses se llega al final de este primer periodo de sesiones. Algunos portavoces de partidos aliados del Gobierno le exigen, sobre todo al PSOE, ...
La tensi¨®n pol¨ªtica partidista y permanente en el Congreso y los recurrentes par¨¦ntesis y parones electorales de esta XV legislatura han transmitido una sensaci¨®n de que el trabajo legislativo y parlamentario ha sido escaso, cuando despu¨¦s de siete meses se llega al final de este primer periodo de sesiones. Algunos portavoces de partidos aliados del Gobierno le exigen, sobre todo al PSOE, que active al fin su labor con m¨¢s proyectos y leyes para impulsar en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. Los datos, en bruto, reflejan otra imagen. El Gobierno presume de haber aprobado ya, tramitado o convalidado un total de 41 iniciativas, directamente o a trav¨¦s de sus grupos. La mayor¨ªa con sus socios de investidura, por lo que entienden que esa alianza est¨¢ consolidada. La derecha del PP y la ultraderecha de Vox votaron juntos hasta mayo m¨¢s del 65% de las ocasiones. Los independentistas conservadores de Junts niegan haber apalabrado nada con el PP para coincidir en el voto contra propuestas del Gobierno.
En las ¨²ltimas semanas el grupo parlamentario del PP en el Congreso ha puesto en marcha una estrategia para dividir las votaciones de casi cualquier propuesta o moci¨®n que se discuta por puntos, en algunos casos hasta 21, cuando observan que la coalici¨®n en el Gobierno del PSOE y Sumar puede separarse por alguna divergencia o alguno de sus socios desmarcarse, para provocar un n¨²mero mayor de derrotas. Cada semana su portavoz, Miguel Tellado, comparece para concluir as¨ª, ante la evidencia de esos contratiempos o errores de coordinaci¨®n entre los aliados de la mayor¨ªa progresista, que el Gobierno est¨¢ agotado y paralizado, exige que se convoquen elecciones y acaba con la caricatura de que el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez apenas puede continuar en el poder para seguir en sus cargos, con sus coches oficiales y en el Falc¨®n, ante la cesi¨®n y ¡°el chantaje¡± de los esca?os nacionalistas catalanes.
A esas largas cr¨ªticas recurrentes y en cualquier tipo de comparecencia de Tellado, sin embargo, se le a?aden tambi¨¦n las m¨¢s puntuales de algunos socios, como Sumar, ERC, Comprom¨ªs, EH Bildu, el PNV o el BNG, que requieren a S¨¢nchez ¡°menos cartas a la ciudadan¨ªa y m¨¢s BOE¡±, en una expresi¨®n de exigencia a retomar la actividad pol¨ªtica y legislativa en la que han coincidido desde ??igo Errej¨®n a Gabriel Rufi¨¢n.
En el Gobierno y el PSOE aceptan que estos siete meses de la legislatura han sido peculiares, con un mes inh¨¢bil y cuatro campa?as electorales que han provocado varios frenazos en las sesiones, especialmente las de control al Ejecutivo. El PP ha reclamado, como suele hacer el partido que est¨¢ en la oposici¨®n siempre, que se habiliten algunas semanas de julio para recuperar plenos perdidos y es m¨¢s que probable que eso ocurra. Pero tanto en el Ejecutivo como en el grupo socialista reniegan de esa idea establecida sobre que la legislatura est¨¢ siendo improductiva. Han hecho un primer balance y han resaltado que en estos meses se han aprobado o tramitado y est¨¢n en fase de conclusi¨®n ya un total de 28 proyectos de ley, otros ocho por parte de sus grupos parlamentarios y se han convalidado cinco reales decretos, de materias tan relevantes o simb¨®licas como la amnist¨ªa, la ley ELA o la paridad (ver cuadro). Todos los partidos menos Vox ratificaron una reforma del art¨ªculo 49 de la Constituci¨®n para sustituir el t¨¦rmino disminuidos por personas con discapacidad.
En el PP denuncian, por contra, que la actividad es nula, que la presidenta de las Cortes, la socialista Francina Armengol, ni es un ¨¢rbitro neutral ni est¨¢ limpia de acusaciones de corrupci¨®n como despliegan cada vez que se re¨²ne la comisi¨®n de investigaci¨®n montada sobre la compra de productos sanitarios durante la pandemia. Y lo recalcan as¨ª para contraponer a su labor en el Senado, donde disfrutan de mayor¨ªa absoluta y han podido frenar proyectos y activar otros. En el PSOE replican que ni las dos proposiciones de ley del PP aceptadas en su primer paso en el Congreso ni las 13 que llegaron de ese partido del Senado han avanzado nada ni en ponencias, comisiones o pleno. Los populares remarcan que es la mayor¨ªa progresista de la C¨¢mara baja la que las detiene para que no avancen y puedan sufrir otra derrota.
Ante este panorama, en muchas sesiones los dos principales partidos se entretienen durante las votaciones de proyectos, proposiciones o simples mociones ret¨®ricas en vigilarse de reojo para propinar alg¨²n susto o fracaso parlamentario al contrario, para lo que necesitan el apoyo de m¨¢s formaciones. En ocasiones esa t¨¢ctica requiere un trabajo previo de sondeo y en otras, como ocurri¨® la pasada semana, los responsables en los grupos de desbrozar esa tarea aguardan en sus esca?os a ver en qu¨¦ cae la loter¨ªa del voto de los aliados m¨¢s imprevisibles. Normalmente Junts, que ya ha avisado al PSOE en varias sesiones de que votar¨¢ a favor solo de lo que le convenga a Catalu?a y a su l¨ªder, Carles Puigdemont.
Ese comportamiento de Junts ha beneficiado en alg¨²n caso al PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que ha llegado a explicitar que se aliar¨¢ con quien sea si sirve para recopilar derrotas del Gobierno. Los populares han avanzado incluso que pretenden fomentar esa situaci¨®n en pr¨®ximos plenos, pero desde Junts, fuentes de su direcci¨®n niegan haber mantenido con el PP ning¨²n contacto al respecto y ratifican que votar¨¢n en l¨ªnea con sus pretensiones independentistas y en ese sentido ni siquiera aceptan aproximaciones reales con ERC en el Congreso, donde sus relaciones siguen siendo malas en clave electoral catalana.
En el PSOE son conscientes de lo peligroso que es depender de Junts para sacar adelante proyectos y contin¨²an con la idea de cultivar la uni¨®n en su mayor¨ªa progresista de investidura y en la seducci¨®n tanto en Catalu?a como en el Congreso de ERC, lo que fomenta el malestar y la desconfianza de los siete esca?os b¨¢sicos del partido de Puigdemont. El grupo socialista ha analizado las 67 votaciones realizadas en el Congreso hasta mayo y han constatado que en 44 casos PP y Vox votaron juntos (65%), frente a las 22 que hicieron lo mismo PP y PSOE o las solo cuatro que los socialistas coincidieron con los ultras de Santiago Abascal. Entre mayo y junio se produjeron otras 46 votaciones (algunas con decenas de puntos en su interior) y en la mayor¨ªa (casi el 75%) PP y Vox volvieron a votar igual.