Un horizonte sin elecciones generales
El Ejecutivo se volcar¨¢ en los Presupuestos para acercarse a los soberanistas
No hay una sola pieza del puzle de la gobernabilidad en Catalu?a que encaje. Tampoco las piezas del tablero para la sostenibilidad de la legislatura tienen pulidas sus aristas. Este martes, 25 de junio, el presidente del Parlamento de Catalu?a, Josep Rull, har¨¢ lo que est¨¢ en su mano: ...
No hay una sola pieza del puzle de la gobernabilidad en Catalu?a que encaje. Tampoco las piezas del tablero para la sostenibilidad de la legislatura tienen pulidas sus aristas. Este martes, 25 de junio, el presidente del Parlamento de Catalu?a, Josep Rull, har¨¢ lo que est¨¢ en su mano: un simulacro de acto de investidura, pero sin candidato. Ni el ganador de las elecciones auton¨®micas, el socialista Salvador Illa; ni el segundo en votos, Carles Puigdemont, de Junts per Catalunya, tienen los apoyos necesarios para resultar investidos. El acto tiene la relevancia de que a partir de ese momento empieza a correr el plazo de dos meses para tratar de conseguir una mayor¨ªa en torno a uno u a otro. Si no se consigue, el efecto es autom¨¢tico: nuevos comicios el 13 de octubre. La dificultad de contentar las demandas independentistas sobre financiaci¨®n sin violentar las reglas que defiende el Gobierno central levanta un muro elevado para el acuerdo. En paralelo, la reactivaci¨®n o aparici¨®n de nuevos presuntos delitos dirigidos a l¨ªderes secesionistas, y que entorpece la aplicaci¨®n de la ley de amnist¨ªa, complica a¨²n m¨¢s la normalizaci¨®n que buscaba Pedro S¨¢nchez; all¨ª, en Catalu?a, y en Madrid. Aun as¨ª, el Gobierno de coalici¨®n sostiene que en su horizonte no se vislumbra la convocatoria de elecciones generales.
¡°De momento¡±, no hay la menor probabilidad de que el PP vea cumplido su deseo de que las elecciones generales se celebren el pr¨®ximo oto?o. La referencia temporal suele acompa?arse, entre numerosos interlocutores del Gobierno, tanto socialistas como de Sumar. Solo una circunstancia imprevisible conducir¨ªa a la disoluci¨®n de las Cortes. M¨¢s all¨¢ de las obligadas afirmaciones de cualquier Ejecutivo de que a la legislatura le quedan tres a?os, s¨ª puede constatarse la decisi¨®n de seguir adelante. Con Presupuestos, sin Presupuestos y con la repetici¨®n de las elecciones en Catalu?a el pr¨®ximo octubre. Nada llevar¨¢ a Pedro S¨¢nchez a anticipar los comicios.
Todas las energ¨ªas gubernamentales se concentrar¨¢n en las cuentas del Estado, aunque es del todo descartable que se presenten antes de que termine el a?o. En las mismas se quieren incluir las propuestas econ¨®micas y de fiscalidad que se ofrecer¨¢n a ERC y a Junts. No es concierto fiscal propio, que ellos exigen, pero s¨ª propuestas que ampliar¨¢n el autogobierno. Entre la opci¨®n de los soberanistas y la que pueda ofrecer el Gobierno hay un terreno amplio de posibilidades, que los socialistas no dejar¨¢n de explorar y ofrecer, en medio de un ambiente crispado y sin concesiones al di¨¢logo. La celebraci¨®n dentro del mes de julio de la reuni¨®n del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera, en el que est¨¢n las comunidades aut¨®nomas del r¨¦gimen com¨²n, todas menos el Pa¨ªs Vasco y Navarra, pondr¨¢ de manifiesto si el PP, que gobierna en 11 comunidades y cogobierna en Canarias, se aferra a no entrar en materia, aunque la mayor¨ªa de ellos necesita imperiosamente una actualizaci¨®n de su financiaci¨®n. Todo el PP sabe, como partido de gobierno, que la financiaci¨®n auton¨®mica se negocia bilateralmente y, despu¨¦s, la puesta en com¨²n se desarrolla en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y en las Cortes. De entrada, prima la cr¨ªtica global de que con S¨¢nchez no se negocia nada.
En el PP son conscientes de que su deseo de elecciones legislativas prontas no est¨¢ en el terreno de la realidad, pero aun as¨ª no parece decidido al cien por cien si pactan la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial. Mantenerse en la oposici¨®n absoluta es la opci¨®n que, finalmente, se ejecuta en el d¨ªa a d¨ªa. No hay alicientes para aflojar, porque siguen a la cabeza en las encuestas y Vox les vigila.
El Gobierno, las m¨¢s de las veces, tampoco evita el choque. Los planes de Pedro S¨¢nchez de poner en marcha la m¨¢quina de iniciativas y que las propuestas primen sobre la bronca y el exabrupto pol¨ªtico a¨²n est¨¢ por engrasar, aunque s¨ª se aprecia mayor ritmo. Sumar, al tiempo, empuja para que se vaya en esa direcci¨®n y se deje a un lado, o que no sea abrumadoramente preponderante la denuncia y la contradenuncia.
Del lado gubernamental, a pesar de todo, no se tira la toalla en mantener la negociaci¨®n sobre financiaci¨®n auton¨®mica y justicia. El ministro de Justicia y de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, trabaja con la expectativa de que habr¨¢ acuerdo con el PP para la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial. No todos en el Gobierno son tan optimistas, sino que est¨¢n persuadidos de que va en cabeza el criterio que, entre otros, sostiene con ah¨ªnco la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso. Nada con Pedro S¨¢nchez. La realidad es que esa es la l¨ªnea que practica su partido.
Las elecciones europeas han pasado y, sin embargo, el marcaje a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica y Reto Demogr¨¢fico, Teresa Ribera, no cede un ¨¢pice. Todas las semanas es interpelada y este mi¨¦rcoles est¨¢ de nuevo convocada en el Congreso por el PP para que explique todas las pol¨ªticas de su departamento. En el Gobierno consideran que el PP, como ocurri¨® en campa?a, no se ha desprendido de la inercia de tratar de erosionar su imagen ante su candidatura, defendida por el presidente espa?ol, a ocupar una cartera en la Comisi¨®n Europea. La semana pasada se extendi¨® sobre energ¨ªas y temas cruciales de la agenda 2030. Le respondieron con cr¨ªticas ¡°al sanchismo¡±. Mientras tanto, en Bruselas las negociaciones entre los primeros ministros europeos del PPE y socialdem¨®cratas para el nombramiento de los cargos avanza con paso firme.