La matanza indiscriminada que fund¨® a ETA militar
El atentado de la calle del Correo, con 13 muertos, provoc¨® la escisi¨®n entre ¡®milis¡¯ y ¡®poli-milis¡¯. La organizaci¨®n terrorista no reconoci¨® su autor¨ªa hasta que se disolvi¨® en 2018. Dos libros recuerdan la masacre en su 50 aniversario
Hace 50 a?os, a las 14.30 del 13 de septiembre de 1974, estall¨® una potente bomba reforzada con metralla en la Cafeter¨ªa Rolando, en la esquina de la calle del Correo con la madrile?a Puerta del Sol, colindante con la entonces Direcci¨®n General de Seguridad del r¨¦gimen franquista. Once personas fallecieron en el acto, otra una semana despu¨¦s y la n¨²mero trece, a los dos a?os por las secuelas del atentado. Eran comensales de Rolando y del autoservicio Tobog¨¢n, pegado a la cafeter¨ªa. Fue ...
Hace 50 a?os, a las 14.30 del 13 de septiembre de 1974, estall¨® una potente bomba reforzada con metralla en la Cafeter¨ªa Rolando, en la esquina de la calle del Correo con la madrile?a Puerta del Sol, colindante con la entonces Direcci¨®n General de Seguridad del r¨¦gimen franquista. Once personas fallecieron en el acto, otra una semana despu¨¦s y la n¨²mero trece, a los dos a?os por las secuelas del atentado. Eran comensales de Rolando y del autoservicio Tobog¨¢n, pegado a la cafeter¨ªa. Fue la mayor matanza de ETA hasta la del Hipercor de Barcelona, en junio de 1987, con 21 muertos, y su primer atentado indiscriminado. Solo una de las v¨ªctimas era polic¨ªa. La utilizaci¨®n de la metralla pretend¨ªa extender los da?os.
Con motivo del 50 aniversario, dos libros abordan la matanza y sus consecuencias. Los historiadores Gaizka Fern¨¢ndez y Ana Escauriaza, vinculados al Centro Memorial de V¨ªctimas de Vitoria en Dinamita, tuercas y mentiras (El atentado de la cafeter¨ªa Rolando) reconstruyen minuciosamente el atentado y sus consecuencias. Eduardo S¨¢nchez Gatell, entonces un joven izquierdista vinculado a la red de apoyo de ETA en Madrid, desarrolla en El huevo de la serpiente (El nido de ETA en Madrid) un esclarecedor testimonio personal.
El atentado etarra se perpetr¨® en el contexto de la tercera oleada terrorista internacional, iniciada a finales de los a?os sesenta y protagonizada por grupos de extrema derecha, extrema izquierda y nacionalistas radicales. ETA que, desde el ¨¦xito del magnicidio del presidente franquista Carrero Blanco, en diciembre de 1973, gan¨® prestigi¨® ante los grupos terroristas internacionales, estrech¨® sus relaciones con el IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s) provisional y sigui¨® sus pautas de actuaci¨®n y organizativas.
El atentado estuvo rodeado de un aura de misterio porque ETA no lo reivindic¨®. Su car¨¢cter indiscriminado y su impopularidad provoc¨® un debate en la direcci¨®n etarra entre quienes quer¨ªan asumirlo y los que se opon¨ªan. Ganaron los ¨²ltimos. Pero pocas semanas despu¨¦s, ETA se escind¨ªa entre la rama Militar (los milis) y la Pol¨ªtico-Militar (los poli-milis).
La matanza de la calle del Correo fue la culminaci¨®n de la disputa entre los etarras que quer¨ªan supeditar las acciones armadas a la direcci¨®n pol¨ªtica ¨DETA pol¨ªtico-militar¨D y quienes pretend¨ªan que los comandos fueran aut¨®nomos de los jefes pol¨ªticos ¨DETA militar¨D. Fue la direcci¨®n militar la que impuls¨® la matanza sin consultar a su sector pol¨ªtico. Este sector reproch¨® a sus compa?eros haber actuado como un ¡°Septiembre Negro vasco¡±, aludiendo al grupo terrorista palestino que protagoniz¨® la matanza del equipo ol¨ªmpico israel¨ª en los Juegos de M¨²nich de 1972.
S¨¢nchez Gatell abunda, en su testimonio, que el matrimonio formado por Alfonso Sastre y Eva Forest y el etarra, Jos¨¦ Miguel Ba?ar¨¢n Argala, que encabez¨® la facci¨®n militar en la escisi¨®n, ¡°quer¨ªan, con actuaciones contundentes de ETA, impedir la evoluci¨®n reformista a una democracia burguesa, que empezaba a asomar, y lograr un cambio revolucionario¡±. En este sentido, la matanza de la calle del Correo puede interpretarse como el acto fundacional de ETA militar, la que quiso desestabilizar con el terrorismo el proceso democr¨¢tico y que permaneci¨® hasta su disoluci¨®n en 2018, se?ala Gaizka Fern¨¢ndez. La otra rama, ETA pol¨ªtico-militar, se disolvi¨® en 1982, un mes antes de que el PSOE ganara sus primeras elecciones.
La oposici¨®n de un sector de ETA a reivindicar la matanza gener¨® un comunicado ambiguo que no la reconoc¨ªa, pero se?alaba que comprend¨ªa el planteamiento de sus autores. El vac¨ªo lo llenaron otras organizaciones radicales que atribuyeron la matanza a la extrema derecha. La confusi¨®n se mantuvo alg¨²n tiempo. En los a?os noventa, textos del entorno etarra reconocieron impl¨ªcitamente la autor¨ªa. Pero no fue hasta 2018 en que ETA, con motivo de su disoluci¨®n, reconoci¨® su autor¨ªa expl¨ªcitamente.
Fue el dirigente etarra Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera, quien puso voz a la disoluci¨®n de ETA, el que en 1974 hab¨ªa acudido a B¨¦lgica, acompa?ado de Isidro Garalde Mamarru, a entregar a la prensa el comunicado reivindicativo de la matanza en 1974, pero que tuvo que desistir de hacerlo ante la oposici¨®n del otro sector de la direcci¨®n etarra. Josu Ternera hizo en 2018 lo que quiso hacer en 1974, subraya Gaizka Fern¨¢ndez.
La confusi¨®n de la autor¨ªa fue el principal misterio de la matanza. Tambi¨¦n fue confusa la trayectoria del sumario. La tramit¨® un juzgado militar, pero con la amnist¨ªa de 1977 el sumario qued¨® en un limbo en los juzgados de Madrid. Ha costado a los historiadores llegar hasta ¨¦l. Es llamativo c¨®mo, a fines de 1974, el sumario recoge atinadamente los hechos principales. La actuaci¨®n fr¨ªvola de ETA facilit¨® el trabajo de una polic¨ªa incompetente como la franquista, destaca Gaizka Fern¨¢ndez.
Del 5 al 6 de julio de 1974 llegaron a Madrid los etarras Jos¨¦ Mar¨ªa Arruabarrena Tanke, Estanislao Villanueva Txapu y Juan Miguel Galarraga Potxolo. Les recogi¨® Eva Forest, esposa del dramaturgo Alfonso Sastre, que encabezaba la red de apoyo madrile?a a ETA. Su misi¨®n principal fue comprobar si era viable el atentado de la cafeter¨ªa Rolando, pr¨®ximo a la Direcci¨®n General de Seguridad, cuya pista ofreci¨® Forest. Comieron con Forest en la cafeter¨ªa y decidieron informar favorablemente a la direcci¨®n etarra. ¡°Una cafeter¨ªa llena de txakurras [perros, t¨¦rmino con el que los etarras se refer¨ªan a los agentes]¡±, dijo Galarraga, seg¨²n atestigua S¨¢nchez Gatell. Tanke anot¨® en su agenda ¡°Rolando 2,15 a 2,45¡å. El 23 de julio regresaron a Euskadi.
El 28 de agosto fueron tiroteados y detenidos por la Guardia Civil en San Sebasti¨¢n Tanke y Jos¨¦ Antonio Garmendia Tupa. Pese a la detenci¨®n de Tanke, tanto la direcci¨®n militar de ETA como Forest decidieron mantener el atentado, debido a recientes fracasos etarras, como el intento de secuestro de Luis G¨®mez-Acebo, esposo de la infanta Pilar de Borb¨®n y cu?ado de Juan Carlos I, y a la disputa por el poder que ten¨ªan con el sector pol¨ªtico, al que no informaron del atentado. Forest anunci¨® a S¨¢nchez Gatell: ¡°Vamos a hacer una acci¨®n muy importante, mejor que la de Carrero¡±.
15 kilos de dinamita y 1.000 tuercas
El 4 de septiembre viajaron a Madrid los etarras vasco-franceses Bernard Oyarzabal y Lourdes Crist¨®bal. Eva Forest les esperaba y acomod¨® en un apartamento, en Alcorc¨®n, de la red de apoyo. Portaban 15 kilos de dinamita y compraron mil tuercas. Almorzaron dos d¨ªas en la cafeter¨ªa Rolando, dibujaron un croquis y el 8 de septiembre la direcci¨®n militar etarra dio luz verde al atentado ¡°el d¨ªa y la hora m¨¢s oportuno¡±. El d¨ªa 11, los dos etarras notificaron a Forest que el atentado ser¨ªa el 13.
Forest les recogi¨® la ma?ana del atentado. Oyarz¨¢bal llevaba un malet¨ªn negro y Crist¨®bal una pesada bolsa de tela. Montaron la bomba y a las dos de la tarde se acomodaron en la cafeter¨ªa Rolando. Depositaron la bomba. Crist¨®bal fingi¨® un mareo y salieron a la calle. La bomba estall¨® a las 14.30. Forest les recogi¨® a las cinco de la tarde en la plaza de Callao y los escondi¨® en el apartamento en Alcorc¨®n.
Tres d¨ªas despu¨¦s, el d¨ªa 16, la polic¨ªa detuvo a Forest. El hilo del que tir¨® fue la agenda de Tanke en la que aparec¨ªa la inscripci¨®n: ¡°Rolando, 2,15 a 2,45¡å. Tanke delat¨® a Forest y ella a su red de colaboradores de Madrid: Antonio Duran, Lidia Falc¨®n, Mari Paz Ballesteros, Eliseo Bayo y otros. Forest se present¨® como miembro del PCE y sobre este partido y sus colaboradores desvi¨® la atenci¨®n policial para salvar a los autores de la matanza, escondidos en Alcorc¨®n.
Los autores de la matanza escaparon a Francia. Semanas despu¨¦s, la polic¨ªa les identific¨® porque dejaron pistas: un cambio bancario de francos a pesetas. Forest, en el interrogatorio de la polic¨ªa franquista, se?al¨® que los autores cambiaron moneda en una sucursal del barrio de Salamanca. Espa?a pidi¨® su extradici¨®n, pero Francia la rechaz¨® alegando que era un atentado pol¨ªtico. Era la Espa?a franquista que, adem¨¢s, no hab¨ªa querido colaborar con Francia en la extradici¨®n de los fascistas franceses de la OAS, que hab¨ªan atentado contra el general De Gaulle. A fines de 1974 ya exist¨ªa un sumario, pero el caso no lleg¨® a ser juzgado. El dictador Franco falleci¨® en noviembre de 1975. La amnist¨ªa de 1977 lo archiv¨®.
Las familias de los 13 fallecidos y los 70 heridos no percibieron indemnizaci¨®n alguna ni atenci¨®n psicol¨®gica. Tuvieron que esperar a la Ley de v¨ªctimas de 1999, avanzada la etapa democr¨¢tica, para que se las tuviera en cuenta.