?Qu¨¦ ha pasado en Valencia? Mapas y gr¨¢ficos de la dana y sus consecuencias

La dana que entre los pasados martes y mi¨¦rcoles golpe¨® Valencia ha dejado ya m¨¢s de 200 muertes. De todas ellas, solo es posible asegurar d¨®nde han fallecido 141 personas, una agujero de informaci¨®n que resume bien el caos en que ha quedado la zona. La mayor¨ªa de fallecidos se han encontrado en la comarca de Huerta Sur, peque?as localidades muy pegadas entre s¨ª que se extienden por una docena de kil¨®metros como un ap¨¦ndice del sur de Valencia ciudad. El siguiente mapa recoge los fallecidos por municipios que han podido ser confirmados por este peri¨®dico. En amarillo, la zona que las im¨¢genes del sat¨¦lite Copernicus captan como inundadas.

?C¨®mo se ha llegado hasta aqu¨ª?

El martes 29 por la ma?ana la AEMET lanz¨® las primeras alertas de nivel rojo y ¡°peligro extremo¡± para la zona. Las lluvias empezaron ya por la ma?ana, pero fue sobre todo a partir de las cinco de la tarde cuando cay¨® much¨ªsima agua en muy poco tiempo, en algunos pueblos hasta m¨¢s de 400 litros por metro cuadrado. Para hacerse una idea de la cantidad, se puede pensar que una tormenta fuerte de verano suele dejar 40 o 50 litros por metro cuadrado.

En el siguiente gr¨¢fico se ve c¨®mo los pluvi¨®metros que m¨¢s agua recogieron no se encuentran ubicados en la zona m¨¢s afectada, sino m¨¢s hacia el interior: son los de Chiva, de los embalses de Benageber y de Buseo, adem¨¢s del de Siete Aguas. Est¨¢n a m¨¢s de 30 kil¨®metros de Valencia ciudad. Los que est¨¢n en la capital de provincia o a sus afueras (Quart de Poblet, por ejemplo) registraron tambi¨¦n lluvia, pero menos de 15 litros por metro cuadrado.

Fue la lluvia en el interior la que llen¨® e hizo desbordar la rambla del Poyo. Este cauce fluvial normalmente apenas lleva agua, de hecho la media de caudal en el ¨²ltimo a?o era literalmente de cero metros c¨²bicos, seg¨²n datos de la Confederaci¨®n Hidrol¨®gica del J¨²car.

En este v¨ªdeo, grabado desde Paiporta, la localidad donde m¨¢s fallecidos se han registrado hasta el momento, se muestra c¨®mo el agua inundaba esa v¨ªa el pasado martes en pocos segundos.

Las llamadas de socorro de esta zona fueron centenares. En un mapa colaborativo creado el martes por la noche, muchos ciudadanos indicaron las que ve¨ªan por redes sociales o les llegaba a sus tel¨¦fonos m¨®viles. Unas 70 de ellas est¨¢ recogidas en este plano donde, adem¨¢s, destacamos la zona declarada inundable seg¨²n la cartograf¨ªa oficial.

El nivel de devastaci¨®n que dej¨® la crecida de un r¨ªo que normalmente casi no existe ha sido captado por decenas de ciudadanos y fot¨®grafos profesionales. Tambi¨¦n por im¨¢genes satelitales como la siguiente, que el sat¨¦lite Landsat 8, de la NASA, capt¨® el mi¨¦rcoles. Se observa la zona m¨¢s afectada, las pedan¨ªas y pueblos del sur de Valencia. Es llamativa su cercan¨ªa a la capital de provincia, donde no hubo inundaciones porque el r¨ªo Turia se mantuvo en su cauce.

Las siguientes, con a¨²n m¨¢s nivel de detalle, son las que la empresa privada estadounidense Maxar Technologies public¨® el pasado jueves.

M¨¢s al sur, se desbordaron el Magro y el J¨²car

La peor gota fr¨ªa del siglo en Espa?a ha provocado tambi¨¦n da?os materiales que ascienden a cientos de millones de euros. Aunque el recuento de v¨ªctimas mortales es mucho menor, seg¨²n la informaci¨®n que han proporcionado las autoridades, hay testimonios y fotograf¨ªas de los destrozos en la zona cercana a la desembocadura del r¨ªo J¨²car, m¨¢s al sur. Aqu¨ª tambi¨¦n han quedado completamente sumergidas grandes ¨¢reas de cultivos.

Los datos oficiales de aforos del J¨²car son limitados, pero en Huerto Mulet dejaron constancia de lo r¨¢pido que creci¨® el r¨ªo: multiplic¨® por cuatro su caudal entre las 17.00 y las 21.00.

Los efectos de las inundaciones ya se apreciaron en las primeras im¨¢genes satelitales que se publicaron, de menor resoluci¨®n, captadas por el sistema de mapeo Copernicus, aunque el desbordamiento de los r¨ªos, el lodo generado en los centros habitados y su salida al mar ya eran apreciables. La comparaci¨®n del aspecto que presentaban las comarcas m¨¢s afectadas el mi¨¦rcoles y hace dos a?os es evidente.