¡°Lo reconozco¡±: dos etarras confiesan su implicaci¨®n en el asesinato de Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle en 2000
La Fiscal¨ªa pide 26 a?os de c¨¢rcel para Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz por dar cobertura al autor material de los disparos contra el intelectual
Los etarras Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz, conocidos por los alias de Peio y Santi respectivamente, han confesado este martes su participaci¨®n en la muerte de Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle, el intelectual antifranquista y columnista de El Mundo asesinado en 2000 de cuatro tiros. Los dos terroristas, que est¨¢n actualmente en prisi¨®n por otros cr¨ªmenes, han admitido su implicaci¨®n durante el juicio celebrado contra ellos en la Audiencia Nacional. Seg¨²n el escrito de acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa, que pide una pena de 26 a?os de c¨¢rcel para ellos, ambos intervinieron en los seguimientos previos a la v¨ªctima y dieron cobertura al autor material de los disparos, Jos¨¦ Ignacio Guridi Lasa, el d¨ªa del atentado. La familia de Lacalle reclama una condena de 30 a?os.
¡ª?Conoce los hechos objeto de acusaci¨®n? ¡ªha preguntado el magistrado Fernando Andreu, presidente del tribunal, a los dos procesados.
¡ªS¨ª, los conozco ¡ªhan contestado ambos.
¡ª?Reconoce los hechos?
¡ªLos reconozco.
L¨®pez de Lacalle fue asesinado el 7 de mayo de 2000, a las puertas de su casa de Andoain (Gipuzkoa). El intelectual volv¨ªa a su domicilio minutos antes de las 10.00, despu¨¦s de comprar los peri¨®dicos y desayunar en un bar situado a escasos metros, cuando el etarra Jos¨¦ Ignacio Guridi Lasa lo tirote¨®. Tras cerciorarse de que era ¨¦l, el terrorista le dispar¨® dos balazos en el t¨®rax y abdomen; y, a continuaci¨®n, lo remat¨® con otros dos tiros en la cabeza cuando ya hab¨ªa ca¨ªdo al suelo. ¡°El cad¨¢ver permaneci¨® tapado con una s¨¢bana durante aproximadamente tres horas, hasta que se produjo el levantamiento¡±, recuerda la web El Mapa del Terror elaborada por la asociaci¨®n de v¨ªctimas Covite. Junto al cuerpo, tapado con una s¨¢bana blanca, quedaron tirados el paraguas rojo y los peri¨®dicos que llevaba el columnista aquel d¨ªa (entre ellos, el diario Gara). La fotograf¨ªa de esa escena se convirti¨® en una de las im¨¢genes ic¨®nicas de la lucha contra ETA.
Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz formaban parte del comando Ttotto, que estaba liderado por Guridi y que operaba a las ¨®rdenes de Francisco Javier Garc¨ªa Gaztelu, Txapote, ambos condenados ya por el asesinato de L¨®pez de Lacalle. Seg¨²n han confesado los dos etarras juzgados este martes, ambos participaron en las vigilancias desplegadas contra la v¨ªctima ¡ªque se extendieron durante una semana para establecer un patr¨®n de entradas y salidas¡ª. El escrito de acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa, que solicita que los dos terroristas tambi¨¦n indemnicen con 300.000 euros a la familia del intelectual, detalla c¨®mo trataron de acabar con su vida en ¡°tres ocasiones¡± antes de conseguirlo el 7 de mayo.
Ese d¨ªa, mientras Guridi tiroteaba al columnista, de 62 a?os, Asier Arzalluz daba apoyo a escasos metros. Aitor Aguirrebarrena los esperaba en el coche que usaron para huir. ¡°Hab¨ªa un reparto de roles dentro del comando¡±, que se repet¨ªa en los diferentes atentados que cometieron, seg¨²n ha detallado un agente que particip¨® en las pesquisas: ¡°Guridi lideraba la acci¨®n¡±. Arzalluz le sol¨ªa dar cobertura, aunque en alg¨²n caso se implic¨® directamente en el ataque. ¡°Aitor se encargaba de conseguir los veh¨ªculos para los desplazamientos del comando. Y era quien conduc¨ªa en la huida. Usaba veh¨ªculos de su entorno cercano: de amigos, de una compa?era sentimental...¡±, ha especificado el investigador.
Entre las pruebas que se han esgrimido este martes contra los dos acusados, que ya fueron condenados en Francia por pertenecer a ETA, se encuentran dos documentos intervenidos a la banda, denominados t¨¦cnicamente como ¡°cantadas¡± o ¡°autocr¨ªticas¡±. Guridi envi¨® estas misivas a la c¨²pula de la organizaci¨®n tras su detenci¨®n. En ellos narra detalles del asesinato de L¨®pez de Lacalle e implica a sus compa?eros de comando. A su vez, adem¨¢s de admitir los hechos durante la vista oral, el abogado de Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz ha evitado hacer un alegato de defensa: ¡°Por expreso deseos de mis defendidos, no voy a hacer informe alguno¡±, ha dicho.
Con la vista oral celebrada este martes, la justicia da otro paso m¨¢s para tratar de esclarecer todo lo ocurrido aquel d¨ªa del crimen. En 2002, la Audiencia Nacional ya conden¨® a 30 a?os de c¨¢rcel a Guridi como autor material de los disparos. La Ertzaintza lo hab¨ªa detenido un a?o antes y, al capturarlo, le encontr¨® el rev¨®lver Arminius del calibre 38 usado en el asesinato. Despu¨¦s, en 2009, el tribunal impuso la misma pena de prisi¨®n a Francisco Javier Garc¨ªa Gaztelu, Txapote, por captar a Guridi para el comando Ttotto y ordenar a sus miembros acabar con la vida de Lacalle. Sin embargo, durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, ha quedado otro fleco suelto: enjuiciar a los dos terroristas que dieron cobertura a Guridi.
Pese a ello, la primera sentencia de 2002 ya dej¨® claro por qu¨¦ la banda puso a L¨®pez de Lacalle en la diana: ¡°[Lo mataron] por ser un periodista que opinaba libremente y manten¨ªa ideas propias y distintas a las de la organizaci¨®n terrorista [...], [trataron as¨ª] de silenciar y destruir la libertad de expresi¨®n constitucionalmente consagrada¡±, reza la resoluci¨®n firmada por los magistrados Jos¨¦ Ricardo de Prada, Fernando Garc¨ªa y Jorge Campos. El fallo de 2009 contra Txapote incidi¨® en la misma idea: ¡°[Garc¨ªa Gaztel¨² lo] orden¨® de acuerdo con una estrategia de ataque a determinados objetivos, en este caso periodistas¡±.
Cuando fue asesinado, L¨®pez de Lacalle ten¨ªa 62 a?os, esposa y dos hijos. Era un significado miembro del Foro de Ermua y columnista del diario El Mundo. Natural de Tolosa (Gipuzkoa), durante la dictadura franquista, hab¨ªa sido encarcelado por pertenecer al Partido Comunista y particip¨® en la creaci¨®n de CC OO.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.