El juez ordena una pericial para determinar si la muerte de dos guardias civiles en Barbate fue homicidio o asesinato
El magistrado quiere saber si el piloto arroll¨® la embarcaci¨®n de los agentes de manera intencionada, como concluyen los informes policiales, o fue accidental, como declar¨® ¨¦l
El titular del Juzgado de Instrucci¨®n y Primera Instancia de Barbate (C¨¢diz), ?ngel Rojas, instructor de la causa abierta por la muerte de los guardias civiles Miguel ?ngel Gonz¨¢lez y David P¨¦rez el 9 de febrero del a?o pasado en el puerto de la localidad gaditana tras ser arrollada su z¨®diac por una narcolancha ha dictado una providencia en la que ordena la elaboraci¨®n de un informe pericial para determinar si esta embarcaci¨®n los embisti¨® de manera accidenta...
El titular del Juzgado de Instrucci¨®n y Primera Instancia de Barbate (C¨¢diz), ?ngel Rojas, instructor de la causa abierta por la muerte de los guardias civiles Miguel ?ngel Gonz¨¢lez y David P¨¦rez el 9 de febrero del a?o pasado en el puerto de la localidad gaditana tras ser arrollada su z¨®diac por una narcolancha ha dictado una providencia en la que ordena la elaboraci¨®n de un informe pericial para determinar si esta embarcaci¨®n los embisti¨® de manera accidental o intencionada. Los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Comandancia de C¨¢diz de la Guardia Civil apuntan en este ¨²ltimo sentido, pero el piloto de la embarcaci¨®n, Karim El Baqqaly, neg¨® tras ser detenido en septiembre que pretendiera matar a los agentes y sostuvo que, aunque intent¨® esquivar la patrullera en el ¨²ltimo momento, no pudo hacerlo.
Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas y policiales, el juez pretende con ello determinar si mantiene contra Baqqaly o los otros imputados encarcelados las acusaciones de dos delitos de asesinato consumado y cuatro de tentativa ¡ªpor los guardias civiles heridos en los hechos¡ª o si las rebaja a homicidio.
En el primer caso, entender¨ªa que hubo intencionalidad por parte de los tripulantes de la narcolancha: Baqqaly, otros dos imputados encarcelados, Mohamed Laachiri y Yassine El Morabet, y un cuarto, Abdennour El Hichou, en paradero desconocido y sobre quien pende una orden internacional de busca y captura. La condena se podr¨ªa elevar hasta los 25 a?os por cada uno de los fallecimientos e, incluso, a prisi¨®n permanente revisable si se concluye que estaban integrados cuando lo cometieron en una organizaci¨®n criminal, otro de los delitos de los que se los acusa.
Por el contrario, si se concluye que la embestida fue accidental, ser¨ªa homicidio, y la pena se situar¨ªa en la horquilla de entre 10 y 15 a?os, o menos, si los hechos se catalogan como homicidio por imprudencia grave, penado con un m¨¢ximo de cuatro a?os.
En la resoluci¨®n judicial, dictada el pasado 9 de enero y a la que ha tenido acceso EL PA?S, el juez acuerda para dilucidarlo encargar a un ¡°perito experto en materia de navegaci¨®n mar¨ªtima¡± un informe que ¡°determine a su entender la posibilidad/probabilidad de que la embarcaci¨®n de alta velocidad (EAV) [nombre formal que reciben las narcolanchas] hubiera intentado evitar o esquivar la colisi¨®n con la patrullera de la Guardia Civil que fue arrollada¡±. El instructor tambi¨¦n pide que este experto analice ¡°si fuera posible, la actuaci¨®n [d]el piloto de la embarcaci¨®n de alta velocidad en los instantes previos, coet¨¢neos y posteriores a la colisi¨®n¡±. Para ello, le pide que haga ¡°un examen minucioso y pormenorizado de cada uno de los archivos de v¨ªdeo obrantes en la causa¡±.
Se trata de m¨¢s de tres gigabytes de archivos de v¨ªdeos grabados el d¨ªa del suceso por ocho c¨¢maras diferentes en el puerto de Barbate. De ellos, los investigadores de la Guardia Civil han destacado en sus informes la relevancia de dos. El primero recoge las im¨¢genes que registr¨® la Go-Pro (peque?a videoc¨¢mara resistente al agua) que llevaba en el casco uno de los agentes que result¨® herido y que capt¨® desde la z¨®diac las diferentes embestidas a las que les someti¨® la narcolancha antes de arrollarla. El segundo v¨ªdeo relevante fue obtenido en redes sociales por los investigadores y en ¨¦l se observan los mismos ataques a la patrullera, pero desde otra perspectiva, la de un testigo que lo grab¨® desde el puerto.
Estas im¨¢genes son las que llevaron a la Guardia Civil a concluir en un informe de mayo que los ocupantes de la embarcaci¨®n que arroll¨® la z¨®diac del instituto armado tuvieron aquella noche una actitud premeditada de matar a los agentes y, por tanto, se trat¨® de un asesinato. ¡°Todos los integrantes de la narcolancha actuaron con la intenci¨®n clara e inequ¨ªvoca de acabar con la vida de los guardias civiles que tripulaban la embarcaci¨®n oficial, con un claro desprecio por sus vidas¡±, destacaba el documento. Y recalcaba que hicieron ¡°varias aproximaciones violentas¡± a la patrullera antes de alejarse a ¡°una distancia suficiente que les permiti¨® alcanzar una elevada velocidad regresando de nuevo en direcci¨®n a la embarcaci¨®n oficial para finalmente, sin desviar la trayectoria para evitar la colisi¨®n, atacarla entrando con su proa desde babor a estribor de la embarcaci¨®n afectada¡±.
El propio juez hizo suyas en septiembre estas conclusiones en el auto por el que orden¨® el ingreso en prisi¨®n de El Baqqaly. En aquella resoluci¨®n judicial, el magistrado destacaba que el investigado era ¡°consciente de la posibilidad de producir la muerte¡± de los guardias civiles con su acci¨®n y a?ad¨ªa que ¡°incluso abandon¨® el lugar de los hechos, dejando a los agentes heridos en el mar¡±.
Las conclusiones de Guardia Civil y del propio juez contrastan con la declaraci¨®n judicial de El Baqqaly, quien se entreg¨® tras permanecer oculto durante m¨¢s de siete meses en Marruecos. El principal acusado intent¨® justificar su actuaci¨®n aquella noche en que no se encontraba bien porque no hab¨ªa podido dormir suficiente la noche anterior. El autor confeso de la embestida mortal recalc¨® que en un primer momento pens¨® que solo hab¨ªa golpeado ligeramente la embarcaci¨®n de las v¨ªctimas y que se enter¨® posteriormente por noticias que ley¨® en internet de que hab¨ªa dos fallecidos.
Laachiri y El Morabet, los otros dos ocupantes de narcolancha detenidos, respaldaron solo parcialmente la declaraci¨®n de El Baqqaly cuando fueron detenidos dos meses despu¨¦s. Ambos aseguraron que era El Baqqaly quien mandaba en su condici¨®n de piloto. No obstante, en sus testimonios hubo discrepancias. El Morabet asegur¨® que cuando abandonaban el puerto not¨® que la narcolancha choc¨® con algo y describi¨® el impacto como fuerte, pero que no supo contra qu¨¦ hab¨ªa sido. Por el contrario, Laachiri, que tambi¨¦n reconoci¨® haber percibido que la embarcaci¨®n en la que iban hab¨ªa colisionado con algo, describi¨® el golpe como peque?o, por lo que pens¨® que hab¨ªa sido contra una boya. Varios informes elaborados por la Guardia Civil concluyeron, sin embargo, que la colisi¨®n fue brutal y dif¨ªcilmente pudo pasar inadvertida para los tripulantes de la narcolancha.