El intrincado sudoku para cuadrar el traslado de menores migrantes
La negociaci¨®n pol¨ªtica es endiablada, pero los criterios de reparto y el peso que se les d¨¦ son clave para una distribuci¨®n equilibrada
Cada vez que el presidente canario, Fernando Clavijo, se re¨²ne con alg¨²n miembro del Gobierno, aparece con alguna tabla debajo del brazo. Tras m¨¢s de un a?o y medio de negociaci¨®n, podr¨ªa decirse que Clavijo ha inventado ya casi todo para lograr sacar de Canarias a miles de menores que emigraron solos y que permanecen hacinados en centros de acogida de las islas: pacto con el Gobierno, luego con el PP, lanzamiento de ¨®rdago para delegar competencias en el Estado, negociaci¨®n con todos los grupos pol¨ªticos, pedido de auxilio a la UE, viajes a ?frica, r¨¦cord de llegadas, fracaso parlamentario pa...
Cada vez que el presidente canario, Fernando Clavijo, se re¨²ne con alg¨²n miembro del Gobierno, aparece con alguna tabla debajo del brazo. Tras m¨¢s de un a?o y medio de negociaci¨®n, podr¨ªa decirse que Clavijo ha inventado ya casi todo para lograr sacar de Canarias a miles de menores que emigraron solos y que permanecen hacinados en centros de acogida de las islas: pacto con el Gobierno, luego con el PP, lanzamiento de ¨®rdago para delegar competencias en el Estado, negociaci¨®n con todos los grupos pol¨ªticos, pedido de auxilio a la UE, viajes a ?frica, r¨¦cord de llegadas, fracaso parlamentario para cambiar la ley de la extranjer¨ªa, acercamiento al PNV y vuelta a empezar¡ Pero m¨¢s all¨¢ del encaje pol¨ªtico y medi¨¢tico, esas tablas en las que se simula c¨®mo redistribuir a miles de menores por toda Espa?a son la clave para que la f¨®rmula funcione. ¡°Tenemos que seguir haciendo n¨²meros¡±, advierten fuentes de la negociaci¨®n.
Las tablas tambi¨¦n van de mano en mano en los equipos negociadores en Madrid. Ni?os, desempleo, renta, poblaci¨®n, plazas de acogida¡ Los criterios est¨¢n m¨¢s o menos claros, pero el peso que se les d¨¦ determinar¨¢ el reparto definitivo. Los n¨²meros son fr¨ªos y, seg¨²n como se apliquen, no reflejar¨¢n la realidad de la acogida en Espa?a. Ya se ha visto en algunas proyecciones experimentales y se ha concluido que ni Melilla, que es territorio de entrada, puede recibir 500 menores, ni La Rioja deber¨ªa seguir con una decena de plazas. El sudoku tiene muchas combinaciones, pero hay una opini¨®n compartida: las comunidades que menos esfuerzo han hecho en los ¨²ltimos a?os a la hora de acoger a menores extranjeros no acompa?ados son las tendr¨¢n que arrimar m¨¢s el hombro.
Este jueves, en Madrid, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, y Fernando Clavijo celebraban, tablas en mano, el haberse puesto de acuerdo en los criterios con los que van a intentar, por fin, llevar a cabo un traslado extraordinario de 4.400 menores (4.000 desde Canarias y 400 desde Ceuta). En realidad, a¨²n tienen que afinar el acuerdo, pero coinciden en combinar los criterios que se llevan aplicando desde 2022 en otros repartos puntuales ¡ªy que las comunidades aut¨®nomas aceptaron¡ª con un modelo de distribuci¨®n que Clavijo pact¨® con el PNV. Una f¨®rmula que tendr¨¢ en cuenta la poblaci¨®n, la renta per c¨¢pita, el desempleo y el esfuerzo de acogida, tanto reciente como hist¨®rico. Adem¨¢s, se contempla incluir variables que tengan en cuenta las circunstancias de los territorios frontera, como Pa¨ªs Vasco y Andaluc¨ªa. La cuenta podr¨ªa ser relativamente f¨¢cil, pero es endemoniada. Uno de los principales motivos, que puede sorprender en la Espa?a de 2025, es que no hay cifras fiables.
La negociaci¨®n para el traslado de los ni?os migrantes no solo ha evidenciado la toxicidad del debate pol¨ªtico, sino las disfunciones (denunciadas por el Defensor del Pueblo desde hace a?os) de un sistema de acogida donde ni siquiera los datos son rigurosos. Los menores extranjeros se contabilizan en el llamado Registro MENA, que depende de la Polic¨ªa Nacional, pero esos n¨²meros nunca coinciden con los datos de las comunidades aut¨®nomas. Actualmente, ese registro arroja que hay unos 16.000 menores extranjeros sin referentes en Espa?a, pero cuando el Ministerio de Infancia cruza esas cifras con las que aportan los territorios, el n¨²mero asciende a 19.000. Tampoco es del todo transparente la informaci¨®n de las comunidades sobre los menores que efectivamente acogen y las plazas de las que disponen.
El desaf¨ªo ahora, antes incluso de sentarse con los grupos parlamentarios, es afinar el modelo. El PP ha salido en tromba a criticar que el acuerdo, para el que ya no se cuenta con su apoyo, deje fuera a Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco, pero esto no est¨¢ tan claro. A priori, a estas dos comunidades, que acogen un volumen de ni?os superior al que les corresponder¨ªa, se les exigir¨¢ un esfuerzo menor que al resto. Esta variable puede condicionar tambi¨¦n a Baleares, que aunque no ha hecho un esfuerzo sostenido en el tiempo, tiene sus sistemas de acogida colapsados por las llegadas desde Argelia. El reparto final depender¨¢ de la importancia que se otorgue a cada criterio. Un mayor peso del desempleo, con el que se evitar¨ªa sobrecargar territorios con menos oportunidades laborales, exigir¨ªa m¨¢s solidaridad al Pa¨ªs Vasco y lo mismo ocurrir¨ªa con Catalu?a (pero tambi¨¦n con Madrid) si se da m¨¢s consideraci¨®n a la poblaci¨®n.
En Canarias no niegan la conveniencia de que estos dos territorios hagan un despliegue menor porque el acuerdo necesitar¨¢ el apoyo del PNV, que gobierna, y de Junts, que negocia en su propio inter¨¦s pol¨ªtico y no en nombre de la Generalitat. Es el mismo c¨¢lculo que hacen en Madrid. Pero, en cualquier caso, en simulaciones anteriores y con criterios similares, tanto el Pa¨ªs Vasco como Catalu?a ya sal¨ªan beneficiadas por el esfuerzo de acogida que llevan a?os haciendo. Seg¨²n los c¨¢lculos reflejados en un informe del Ministerio de Infancia al que tuvo acceso EL PA?S en octubre del a?o pasado, Pa¨ªs Vasco cuenta con un millar de plazas exclusivas para menores migrantes de un total de 1.500 aproximadamente, mientras que Catalu?a suma 3.500 plazas exclusivas para este colectivo en un sistema de 4.600 camas. Otros territorios, como La Rioja, con apenas 13 camas, se ver¨¢n obligadas a hacer un mayor esfuerzo. Ese mismo informe apuntaba que para llegar a un n¨²mero ¡°ideal¡± de plazas para menores, las comunidades aut¨®nomas gobernadas por el PP tendr¨ªan que crear 4.000 camas m¨¢s.
La negociaci¨®n para cambiar la ley y cambiar el modelo de acogida est¨¢ aparcada sine die, pero la agenda de febrero promete ser fren¨¦tica para sacar adelante este reparto extraordinario. Fuentes de la negociaci¨®n aspiran a resolverlo ¡°en cuesti¨®n de semanas¡±, pero la experiencia apela a la contenci¨®n. Una vez afinadas las tablas, hay que negociar con los grupos parlamentarios y, despu¨¦s, acordar con el Ministerio de Hacienda la letra peque?a de la negociaci¨®n, otra clave de b¨®veda para el pacto. ¡°No parece que vaya a haber problemas con la financiaci¨®n¡±, aseguran las partes.
De momento, el PP ha tumbado el orden del d¨ªa de la pr¨®xima conferencia sectorial de Infancia, prevista para la semana que viene, en la que la ministra Rego pretend¨ªa plantear a las comunidades aut¨®nomas los criterios de reparto con los que se trabajan. En esa misma reuni¨®n se iba a tratar el Plan Estrat¨¦gico para la Infancia Migrantes que los populares reclaman al Gobierno.