400 m¨¦dicos privados de Sevilla rechazan pacientes de grandes aseguradoras por tener tarifas congeladas desde hace 25 a?os
Los facultativos de esta provincia son los primeros del pa¨ªs que se plantan, obligados a negociar para mantener su negocio sanitario
Los 50.000 m¨¦dicos privados del pa¨ªs se quejan de que sus tarifas llevan 25 a?os congeladas por culpa de las grandes aseguradoras y los grupos hospitalarios, a los que acusan de asfixia econ¨®mica. El descontento y enfado atraviesa todo el pa¨ªs, pero la provincia de Sevilla es la primera que ha dicho basta. Desde el pasado julio y en cascada, 400 facultativos de siete especialidades han dejado de prestar asistencia a pacientes de las...
Los 50.000 m¨¦dicos privados del pa¨ªs se quejan de que sus tarifas llevan 25 a?os congeladas por culpa de las grandes aseguradoras y los grupos hospitalarios, a los que acusan de asfixia econ¨®mica. El descontento y enfado atraviesa todo el pa¨ªs, pero la provincia de Sevilla es la primera que ha dicho basta. Desde el pasado julio y en cascada, 400 facultativos de siete especialidades han dejado de prestar asistencia a pacientes de las aseguradoras como medida de presi¨®n para lograr una subida en sus retribuciones econ¨®micas. Este par¨®n generalizado de consultas y operaciones sin precedentes tiene en vilo a la profesi¨®n m¨¦dica porque de su ¨¦xito o fracaso depende que las 51 provincias restantes se lancen a plantear batalla a las grandes compa?¨ªas. El primer ejemplo es esperanzador para los sanitarios: los cirujanos cardiovasculares sevillanos lograron el pasado junio una subida de entre el 30% y el 75% de sus retribuciones.
¡°El ninguneo es extraordinario y estamos cansados de ver pacientes gratis uno detr¨¢s de otro. En cualquier otro trabajo, los profesionales habr¨ªan explotado hace mucho, pero aqu¨ª, al abrigo de la vocaci¨®n m¨¦dica, la falta de respeto es sangrante y cuando opero a un paciente de dos cosas, la compa?¨ªa me paga una¡±, lamenta la otorrinolaring¨®loga Pilar G¨®mez. Su colectivo ha sido el ¨²ltimo en sumarse a la protesta hace dos semanas, en su caso contra la aseguradora Asisa. ¡°Estamos muy unidos y tenemos que confiar en la lucha¡±, conf¨ªa sobre la batalla. Pediatras, cardi¨®logos, cirujanos maxilofaciales y pl¨¢sticos, ur¨®logos y digestivos tambi¨¦n han roto con Adeslas, Sanitas, DKV y Mapfre, entre otras aseguradoras, para forzar una soluci¨®n a un problema arrastrado durante m¨¢s de dos d¨¦cadas.
Amparados por el Colegio de M¨¦dicos de Sevilla, los facultativos de la sanidad privada han ido creando asociaciones por cada especialidad hasta lograr entre un 80% y el 90% de adhesi¨®n, lo que ha forzado a algunas aseguradoras a sentarse a negociar con los m¨¦dicos junto a los grupos hospitalarios. Eso s¨ª, la mayor¨ªa mantiene el pulso y busca alternativas para eludir la coyuntural falta de especialistas que atiendan a sus pacientes asegurados.
¡°Los m¨¦dicos tenemos un tremendo defecto, y es que no nos unimos ni para pedir dinero, es nuestro gran error. Hasta ahora, que por primera vez ha habido uni¨®n¡±, lanza el presidente del Colegio de M¨¦dicos sevillano, Alfonso Carmona, que destaca que el paro no afecta a las urgencias ni a intervenciones quir¨²rgicas urgentes. Siete de las 21 especialidades que hay en Sevilla han parado y solo con algunas aseguradoras, para no bloquear su flujo de pacientes y poder seguir trabajando.
Javier Romero, presidente de la asociaci¨®n de digestivos que aglutina a 65 especialistas, recuerda que su colectivo recibe 15 euros brutos por cada consulta, a lo que deben restar el 30% para el hospital y el 15% de IRPF, as¨ª que su beneficio neto ronda los 8 euros. ¡°Con el agravante de que las compa?¨ªas no te pagan la tercera consulta en menos de 30 d¨ªas, pero t¨² s¨ª atiendes al paciente. Despu¨¦s de 25 a?os de trabajo sigo cobrando lo mismo pese a la inflaci¨®n. Cualquier amigo se echa las manos a la cabeza¡±, se queja.
Con las tarifas por consultas y operaciones congeladas durante d¨¦cadas, los m¨¦dicos privados han suplido esa p¨¦rdida de poder adquisitivo con jornadas maratonianas para poder ver m¨¢s pacientes y con menos tiempo por cada enfermo para estirar las horas. Eso s¨ª, a costa de la conciliaci¨®n familiar, una quimera para muchos, y en perjuicio de la calidad asistencial, al ver a la carrera a seis ni?os por cada hora en pediatr¨ªa, por ejemplo, coinciden varios especialistas.
En la mesa de negociaci¨®n, frente a los m¨¦dicos privados est¨¢n las aseguradoras y los grupos hospitalarios, ambos con voluntad por llegar a un acuerdo que hace solo seis meses parec¨ªa imposible en algunas especialidades. Ahora bien, esa predisposici¨®n de las compa?¨ªas para acabar con el paro tiene muchos matices y no siempre ocurre.
Hace un mes 103 pediatras se plantaron ante Sanitas y le anunciaron que dejaban de atender a sus asegurados. Desde entonces, la compa?¨ªa ha puesto en marcha un ¡°plan de contenci¨®n¡±, seg¨²n la firma, para contener la sangr¨ªa y sus dos centros propios han subido sus citas un 72%. Pero dado que no parece muy realista que la tercera aseguradora por volumen del pa¨ªs pueda sobrevivir al plante de 103 especialistas del total de 130 en una provincia con 504.000 asegurados de sus dos millones de habitantes, las posturas se van acercando para lograr una subida de tarifas pactada antes de Navidad.
¡°Mantenemos un di¨¢logo constante y fluido con todos los profesionales. Nuestra prioridad n¨²mero uno son nuestros pacientes y buscar una soluci¨®n a esta situaci¨®n para que estos contin¨²en contando con su prestaci¨®n pedi¨¢trica de forma normalizada¡±, aseguran fuentes de Sanitas.
Las aseguradoras cierran y actualizan sus contratos para prestaciones m¨¦dicas con los grandes grupos hospitalarios, pero tambi¨¦n con cl¨ªnicas y profesionales con peque?as consultas privadas. La inmensa mayor¨ªa de actos m¨¦dicos se realizan en los hospitales de los grandes grupos empresariales y estos se sientan en la mesa de negociaci¨®n, como es el caso de la pediatr¨ªa en Sevilla. Entre ellos Viamed, con cinco centros m¨¦dicos en torno a la capital andaluza. ¡°Tenemos una p¨¦rdida de imagen importante en todo esto y se va a ir resolviendo, nos interesa a ambas partes¡±, admiten fuentes del hospital Santa ?ngela de la Cruz. ¡°Entendemos que las tarifas son bajas y que las aseguradoras no pueden pasar de 0 a 100, algunas especialidades podr¨¢n solucionarlo de aqu¨ª a final de a?o y otras a¨²n no han iniciado el proceso. De todos modos, no habr¨¢ una subida generalizada, sino acto por acto¡±, a?aden estas fuentes.
Fernando Ferreira preside la asociaci¨®n de pediatras y destaca que sus 103 asociados acaparan el 95% de la facturaci¨®n econ¨®mica de la provincia. ¡°Nosotros no podemos vivir sin ellos y viceversa, estamos condenados a entendernos en esta suspensi¨®n hist¨®rica de la actividad. Los contratos son abusivos, no hay ni renovaci¨®n del IPC y calculamos un desfase del 145% en las tarifas¡±. Los pediatras cobran la primera consulta a 12 euros, la segunda a entre 6 y 8 euros, y la tercera la hacen gratis. ¡°El problema no es solo Sanitas, son todas, pero es una estrategia estudiada para que las otras compa?¨ªas se abran a negociar. Sanitas reconoce que la situaci¨®n puede ser insostenible porque hemos atendido pacientes a p¨¦rdidas¡±, precisa Ferreira.
Los ocho cirujanos cardiovasculares sevillanos se plantaron en mayo y comunicaron a las aseguradoras que el 1 de junio dejar¨ªan de operar porque trabajaban a p¨¦rdidas. ¡°Las aseguradoras no respondieron, pero los grupos hospitalarios se adelantaron para que cobr¨¢semos la subida de baremo¡±, explica el cirujano Carlos Vel¨¢zquez, presidente de esta asociaci¨®n de especialistas. Desde entonces, las operaciones de v¨¢lvulas cardiacas, bypass coronarios y aneurisma de aorta tienen un suelo de 2.100 euros porque implica un equipo de seis personas para la cirug¨ªa y un complejo posoperatorio.
De momento, las espadas siguen en alto pero estas siete especialidades m¨¦dicas han abierto brecha y las 15 restantes en Sevilla y las cientos del resto del pa¨ªs tomar¨¢n nota para intentar actualizar sus tarifas tras ver durante a?os c¨®mo el coste de la vida sub¨ªa y sus salarios se estancaban.