Por qu¨¦ muchos m¨¦dicos privados a¨²n cuentan en pesetas: ¡°Cobramos lo mismo que hace 25 a?os¡±
Competencia investiga los seguros sanitarios y los hospitales que trabajan para ellos en medio de las quejas de los facultativos por las bajas tarifas que perciben
Muchos m¨¦dicos de la sanidad privada a¨²n echan las cuentas en pesetas. No lo hacen solo por la edad, que tambi¨¦n, sino porque esta es la forma m¨¢s sencilla de mostrar que siguen cobrando ¡°pr¨¢cticamente lo mismo¡± por paciente ahora que antes de la llegada del euro. ¡°En realidad es mucho menos si cuentas la inflaci¨®n y que hay muchos gastos, como los ayudantes de quir¨®fano, que las aseguradoras m¨¦dicas se han ido quitando de encima y que hemos tenido que asumir¡±, lamenta el traumat¨®logo Rafael Arriaza, de 63 a?os.
Los profesionales guardan, casi como si fueran reliquias, las tablas de las tarifas de hace un cuarto de siglo y las comparan con las actuales, un ejercicio que publican en la web www.baremosmedicos.com. En ellas puede verse c¨®mo entonces cobraban 3.000 pesetas por una consulta y otras 3.000 por la primera revisi¨®n del mismo proceso cl¨ªnico en un paciente (36 euros en total), mientras hoy se pagan 23,5 y 8,75 euros, respectivamente (la suma son 32,55 euros). O pr¨¢cticamente la misma cantidad, 4.000 pesetas entonces y 24,64 euros ahora, por una visita a domicilio del traumat¨®logo. O 2.300 pesetas antes del cambio de siglo y 14,37 euros actualmente por una ¡°inmovilizaci¨®n por fractura de antebrazo, mu?eca o mano¡±.
Las tarifas de menos de 10 euros por una consulta del m¨¦dico de familia o menos de 20 por la de un especialista son las m¨¢s comunes, algo que indigna a unos facultativos que se sienten ¡°explotados¡± e ¡°impotentes¡± para hacer valer sus intereses al negociar con los gigantes de los seguros m¨¦dicos privados. Tras muchos a?os de quejas, el colectivo empez¨® a organizarse en 2019. El detonante fue una resoluci¨®n de marzo de ese a?o del Tribunal Catal¨¢n de Defensa de la Competencia, que impuso una sanci¨®n de 850.000 euros al Colegio de M¨¦dicos de Barcelona por ¡°realizar una recomendaci¨®n colectiva de precios prohibida¡± al proponer unas tarifas m¨ªnimas para todos sus afiliados, seg¨²n el fallo.
¡°Entonces vimos claro que la soluci¨®n no pod¨ªa llegar de los colegios de m¨¦dicos, as¨ª que los que somos mayores y ya tenemos poco que perder nos pusimos en marcha¡±, afirma el facultativo de familia Guillermo P¨¦rez-Toril. El resultado es la asociaci¨®n Unipromel, que es la que ha venido canalizando las quejas del colectivo en los ¨²ltimos tiempos. No es casual que la pr¨¢ctica totalidad de los miembros m¨¢s activos est¨¦n a las puertas de la jubilaci¨®n, una situaci¨®n que consideran que les permite luchar con menos ataduras frente a las compa?¨ªas con el objetivo de ¡°dejar a los j¨®venes un panorama mucho mejor que el actual¡±.
La Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha abierto una investigaci¨®n ¡°sobre las condiciones de competencia en los seguros y los servicios de asistencia sanitaria [privada] en Espa?a¡±, seg¨²n anunci¨® el organismo en marzo. Los principales objetivos del proceso son analizar ¡°la concentraci¨®n en la oferta de seguros sanitarios y en los servicios de asistencia¡± y estudiar las consecuencias de ¡°las diferencias de poder negociador entre los diferentes agentes que intervienen en el sector, incluyendo a facultativos y ciudadanos¡±.
La CNMC ha abierto por iniciativa propia la investigaci¨®n, aunque esta se ha visto muy influida por el malestar de los facultativos, que han acudido en masa a presentar sus quejas en la primera fase del proceso abierto, el de consulta p¨²blica. Seg¨²n avanz¨® el lunes el diario econ¨®mico Cinco D¨ªas, el Departamento de Promoci¨®n de la Competencia del organismo ha recibido m¨¢s de 620 comunicaciones, cuando lo habitual en este tipo de procesos es menos de una d¨¦cima parte. Aunque la gran mayor¨ªa de ellas son de m¨¦dicos, las compa?¨ªas y patronales del sector tambi¨¦n han participado en un expediente que puede durar hasta 18 meses.
El paso dado por Competencia llega tras a?os de crecimiento en el porcentaje de ciudadanos que cuenta con un seguro m¨¦dico privado. Seg¨²n datos de Unespa, la patronal del sector asegurador, a finales de 2022 eran 12,05 millones ¡ªel 25,32% de la poblaci¨®n¡ª, dos millones m¨¢s que solo cuatro a?os antes. Un incremento que, seg¨²n todas las fuentes, se produce por una combinaci¨®n de factores no excluyentes entre s¨ª: la percepci¨®n de una sanidad p¨²blica en problemas, la pol¨ªtica de muchas empresas de abonar las p¨®lizas como forma de retribuci¨®n a sus empleados y la proliferaci¨®n de seguros a precios bajos cuya sostenibilidad con unos niveles de calidad satisfactorios es cuestionada por algunos actores. El 59% del sector est¨¢ concentrado en tres grupos: Mutua Madrile?a-Segurcaixa (30% de cuota de mercado), Sanitas (15,5%) y Asisa (13,2%)¡ª, lo que debilita la posici¨®n negociadora de los facultativos.
Los bajos precios son una de las quejas m¨¢s comunes de los profesionales, que acusan a las aseguradoras de vender por debajo del precio de coste e imponerles a ellos esta bajada en las tarifas. Los m¨¦dicos del sector privado se muestran satisfechos con la investigaci¨®n de la CNMC, aunque recuerdan que las reglas fijadas hasta ahora por las autoridades de competencia han sido las que han dejado el terreno libre a las grandes compa?¨ªas ¡°para imponer sus condiciones y engrosar sus cuentas de resultados a costa de todos los dem¨¢s actores del sector¡±.
La patronal Unespa ha recibido ¡°favorablemente¡± la apertura de la investigaci¨®n de la CNMC, ya que considera que el proceso ¡°constituye una excelente oportunidad para que las distintas partes interesadas puedan describir c¨®mo se desarrolla la actividad del seguro de salud en Espa?a y exponer sus respectivos argumentos¡±, afirma un portavoz. Estos ser¨¢n publicados por Competencia cuando concluya el procedimiento.
La Fundaci¨®n IDIS, que agrupa a los proveedores de servicios sanitarios privados, tambi¨¦n valora el paso dado por la CNMC. ¡°La investigaci¨®n nos parece una buena iniciativa que aporta transparencia y supone aplicar controles de competencia a un sector clave que realiza casi el 30% del total de la actividad sanitaria en Espa?a¡±, defiende el presidente de la entidad, Juan Abarca. La Fundaci¨®n IDIS aboga por ¡°la actualizaci¨®n de los honorarios de los m¨¦dicos¡±, aunque no comparte que la situaci¨®n ¡°sea tan precaria como a veces se describe¡±.
¡°Te expulsan del cuadro m¨¦dico si no aceptas sus condiciones¡±
Guillermo P¨¦rez-Toril (C¨¢ceres, 65 a?os) es m¨¦dico de familia que ha ejercido siempre en Burgos, ciudad en la que hizo el servicio militar. En 1985, cuando iba a abrir la consulta privada que a¨²n mantiene, fue al colegio de m¨¦dicos de la provincia a pedir el ¡°cuadrito¡±. ¡°Eran las tarifas m¨ªnimas que en Extremadura todav¨ªa se utilizaban, pero que en Burgos ya no. Cuando yo estudiaba eran unas 500 pesetas por consulta¡±, recuerda. Estos importes fijados de forma colegiada fueron desapareciendo de toda Espa?a siguiendo la normativa de competencia, un cambio que, seg¨²n los m¨¦dicos, ha debilitado su posici¨®n ante las grandes aseguradoras. ¡°Cuando me enter¨¦ de que en Burgos no exist¨ªa el cuadrito, pens¨¦: ¡®Mal vamos a acabar¡¯. Y as¨ª ha sido¡±, concluye.
Este m¨¦dico considera que es insostenible que le paguen ahora lo mismo que hace 30 a?os: nueve euros de media por consulta. ¡°Las que pagan mejor dan 11 euros, las que menos 8,60. Nunca dedico a un paciente menos de 15 minutos y muchas veces son m¨¢s. La gente tiene que hablar y nosotros escuchar¡±, afirma. Los m¨¦dicos se quejan de que, con estas tarifas, cobran bastante menos por hora que ¡°los mec¨¢nicos de coche o los t¨¦cnicos que arreglan electrodom¨¦sticos a domicilio¡±.
En realidad, explica, la sanidad privada est¨¢ formada por cientos de mercados: uno por provincia y, en cada una de ellas, uno por especialidad. ¡°Las compa?¨ªas lo saben y tienen mucha fuerza, sobre todo porque en la mayor¨ªa de los sitios los m¨¦dicos no hemos sido capaces de organizarnos. Las negociaciones son uno a uno y, claro, ah¨ª el profesional es la parte d¨¦bil. Y si no aceptas sus condiciones, la amenaza es que te expulsan del cuadro m¨¦dico y te quedas sin pacientes. A m¨ª me lo han hecho: hace unos a?os nos expulsaron a 15 m¨¦dicos de una aseguradora¡±.
¡°Muchos m¨¦dicos j¨®venes ya no quieren trabajar en la privada¡±
Rafael Arriaza, de 62 a?os, se define como ¡°coru?¨¦s nacido en Madrid¡±. En la ciudad gallega ha vivido la mayor parte de su vida y desarrollado su carrera profesional de traumat¨®logo especializado en el mundo del deporte, con estrechos v¨ªnculos con los grandes clubes locales: el Depor de f¨²tbol, el Liceo de hockey sobre patines...
Define como ¡°drama generacional¡± lo ocurrido en las ¨²ltimas d¨¦cadas en la sanidad privada. ¡°En mi especialidad, cobramos de media de 18,5 a 21 euros la consulta y el a?o pasado ajustaron las tarifas, pero solo unos c¨¦ntimos. Lo peor es que no han variado los baremos quir¨²rgicos y el listado de actos terap¨¦uticos desde 1989. ?Desde 1989! Esto significa que trabajamos todav¨ªa con categor¨ªas fijadas cuando no hab¨ªa ca¨ªdo el muro de Berl¨ªn¡±, exclama.
Esto, a?ade, tiene un impacto ¡°muy importante¡± en la pr¨¢ctica cl¨ªnica. ¡°Un ejemplo es la operaci¨®n de ligamento cruzado y sutura del menisco. Seg¨²n la edad y la actividad que tengas, lo recomendable es tensar tambi¨¦n los ligamentos que rodean la rodilla. Pero, claro, esto en 1989 no se hac¨ªa y no est¨¢ en el listado. ?Qu¨¦ hacemos? Lo f¨¢cil ser¨ªa no hac¨¦rselo al paciente, pero ah¨ª est¨¢ nuestro compromiso con ¨¦l. ?Soluci¨®n? Tratas de buscar otro c¨®digo equivalente para cobrar algo. Pero la aseguradora te lo puede rechazar, o pagarte algo como si te hiciera un favor... Est¨¢s absolutamente en sus manos y en una posici¨®n de debilidad¡±, resume.
Otra queja del sector es que, mientras los ingresos permanecen congelados, los gastos no dejan de crecer. ¡°Las aseguradoras hace 30 a?os pagaban un fijo por la operaci¨®n y a?ad¨ªan un 30% para el ayudante, un 10% para el instrumentista... Ahora no, todo eso lo asumimos nosotros...¡±, se queja.
¡°El resultado es que ahora muchos j¨®venes ya no quieren entrar en la privada. Ahora nos hemos organizado para cambiar todo esto. Lo hacemos los mayores porque asumimos que as¨ª, a las puertas de la jubilaci¨®n, no tenemos que preocuparnos de las consecuencias de nuestras quejas¡±, lamenta.
¡°C¨®mo vas a operar algo sencillo por cuatro euros si luego se te puede complicar¡±
Mariano Gonzalo (Almansa, Albacete, 65 a?os) es ginec¨®logo y ejerce en Castell¨®n. Expone su caso como ejemplo de la forma de negociar entre profesionales y aseguradoras. ¡°Aqu¨ª en Castell¨®n no nos hac¨ªan ni caso. Hasta que nos plantamos en 2018. Hicimos una asociaci¨®n de ginec¨®logos y pudimos negociar con algo m¨¢s de fuerza¡±, explica. El resultado fueron aumentos en los honorarios que les permitieron recuperar aproximadamente la mitad, aunque no toda, la inflaci¨®n registrada entre 2006 y 2018. ¡°No todos los m¨¦dicos cobran igual ni tienen las tarifas congeladas. Ha habido algunos que se han plantado ante los gerentes regionales de las aseguradoras. Lo conseguido depende de la posici¨®n de fuerza que hayan conseguido antes de sentarse a la mesa¡±, opina.
El problema, considera, es que los seguros privados se est¨¢n vendiendo a unos precios insostenibles. ¡°Empiezan a niveles bajos para ganar clientes, pero luego, al paciente que necesita servicios m¨¦dicos, le suben la cuota seg¨²n lo que ellos llaman ¡®siniestralidad¡¯. Le pueden subir de 70 a 190 euros, pero ese incremento no lo repercuten en los m¨¦dicos, que son los que trabajan, pero siguen cobrando lo m¨ªnimo¡±, se queja.
Las tarifas que percibe son de unos 40 o 45 euros por consulta. ¡°Puede parecer que sea m¨¢s que otras especialidades, pero no es as¨ª. Nosotros incluimos en la consulta la ecograf¨ªa, la citolog¨ªa... Es un paquete m¨¢s largo y que requiere una fuerte inversi¨®n en equipos¡±, argumenta.
El resultado, seg¨²n este especialista, es que ¡°casi nadie¡± quiere operar. ¡°Si no es algo grave o urgente, te lo piensas mucho. C¨®mo vas a operar algo sencillo por los cuatro euros que te dan si la operaci¨®n, adem¨¢s, luego se te puede complicar y tener problemas. As¨ª que muchos prefieren asegurar, pedir otra prueba, descartar riesgos... Al final se va haciendo una bolsa de pacientes por el circuito que dispara las listas de espera tambi¨¦n en la privada. Y con todo esto, la calidad de los seguros cae¡±, lamenta.
¡°Teniendo en cuenta el IPC, cobro la mitad que hace 20 a?os¡±
Antonio Gonz¨¢lez-Chamorro (Madrid, 56 a?os) es cirujano, ejerce en la provincia de M¨¢laga y resume su malestar con la siguiente frase: ¡°Cada a?o cobro menos que el anterior por la misma actividad¡±. Como muchos otros profesionales del sector privado, este especialista lamenta que el problema se viene arrastrando desde hace al menos dos d¨¦cadas: ¡°No ha habido ning¨²n cambio significativo en los precios que unilateralmente fijan las compa?¨ªas de seguro para las intervenciones. Teniendo en cuenta el IPC, en realidad cobro la mitad que hace 20 a?os¡±.
Este especialista desgrana los importes que percibe por algunas de las operaciones m¨¢s comunes: ¡°Por una hernia la media son 92 euros, unas hemorroides 92, una f¨ªstula reproducida 145, una hemitiroidectom¨ªa 255, una apendicectom¨ªa por laparoscopia 229 euros, un c¨¢ncer de colon por laparoscopia 548 euros o un c¨¢ncer de mama 447 euros. Ah¨ª est¨¢n incluidas todas las visitas posoperatorias que necesite el paciente. Y reservando, adem¨¢s, un 30% de este importe para pagar al cirujano que te ayuda en la intervenci¨®n. Si esto me parece vergonzoso, s¨²male lo que ocurre cuando uno trabaja intermediado por un grupo hospitalario, el cual se queda una comisi¨®n de al menos el 30%¡±.
Este m¨¦dico tambi¨¦n lamenta que ¡°los nomencl¨¢tores que describen la actividad no est¨¢n actualizados¡±, por lo que ¡°la descripci¨®n de los procedimientos no ha cambiado en m¨¢s de dos d¨¦cadas y no se detalla adecuadamente lo que se hace en la actualidad¡±. Todo ello, asegura, repercute en la ¡°calidad¡± y tambi¨¦n en la seguridad del paciente. ¡°A nadie se le escapa que un buen restaurante, una buena casa y un buen coche son caros. Sin embargo, algunos piensan que una buena sanidad puede ser barata. Pues imagina lo que es operar a decenas de pacientes para que te compense m¨ªnimamente la actividad...¡±, concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.