C¨¢diz, la ciudad que todos quieren visitar, pero en la que cada vez menos gaditanos pueden vivir

El adoquinado de cantos rodados del barrio m¨¢s antiguo de C¨¢diz, heredado de las piedras que serv¨ªan de lastre para los barcos que volv¨ªan de Am¨¦rica, no se lleva bien con las peque?as ruedas de los trolley. Los turistas tiran como pueden de sus maletas por El P¨®pulo y el rebote contra el suelo crea como estelas de sonido que van y vienen por las estrechas callejuelas empedradas. La estampa es ya m¨¢s frecuente que la de esas se?oras que tiraban de su carro de la compra diaria, cada vez menos visibles. Las cifras del ...

El adoquinado de cantos rodados del barrio m¨¢s antiguo de C¨¢diz, heredado de las piedras que serv¨ªan de lastre para los barcos que volv¨ªan de Am¨¦rica, no se lleva bien con las peque?as ruedas de los trolley. Los turistas tiran como pueden de sus maletas por El P¨®pulo y el rebote contra el suelo crea como estelas de sonido que van y vienen por las estrechas callejuelas empedradas. La estampa es ya m¨¢s frecuente que la de esas se?oras que tiraban de su carro de la compra diaria, cada vez menos visibles. Las cifras del bum tur¨ªstico de C¨¢diz son inversamente proporcionales al de una sangr¨ªa poblacional que no cesa y contra la que barrios con fuerte carga identitaria, como El P¨®pulo o La Vi?a, se acaban de declarar en rebeli¨®n.

Un c¨®ctel de desempleo, falta de suelo para obra nueva y altos precios de compra o alquiler se ceban contra el censo de habitantes de la ciudad desde hace m¨¢s de 30 a?os. El municipio, con apenas 111.811 vecinos ¡ªseg¨²n los datos del padr¨®n de 2023¡ª es ya la capital andaluza menos poblada, en una provincia con 1.258.881 habitantes, una cifra que no para de crecer. La sangr¨ªa no es nueva, suma ya tres d¨¦cadas, pero la entrada en escena de las viviendas de uso tur¨ªstico ha complicado la situaci¨®n habitacional de la localidad, tal y como asegura C¨¢diz Resiste, un colectivo vecinal creado hace apenas dos meses, espoleado por el creciente descontento y tras el amago de desahucio de Mar¨ªa Mu?oz, una anciana de El P¨®pulo que se salv¨® in extremis por la intervenci¨®n del C¨¢diz C. F.

¡°La realidad es palpable. Desde 2018 se han expulsado a unos 6.000 vecinos y se han creado 12.000 plazas [de vivienda tur¨ªstica]. El mercado se est¨¢ acotando solo para este fin, est¨¢ subiendo la renta y el acceso a la vivienda es imposible¡±, denuncia el portavoz de la entidad, Jes¨²s Ruiz. El teniente de alcalde del Ayuntamiento de C¨¢diz, Jos¨¦ Manuel Cossi, del PP, reconoce ¡°la preocupaci¨®n por barrios con presi¨®n tur¨ªstica importante y la respuesta vecinal de quien se siente atacado porque parece que el turismo ocupa cada vez m¨¢s espacio residencial¡±.

Esa afrenta es justo la que siente Lucio Rebollo. El gaditano de 50 a?os vivi¨® m¨¢s de 25 a?os de alquiler con su mujer, su hijo y su madre discapacitada en un piso de la calle Buenos Aires. Hasta que en la primavera de 2022, el administrador de la finca les avis¨® a ¨¦l y a otras siete familias que el propietario ¡ªdue?o de varias fincas en C¨¢diz¡ª les rescind¨ªa los contratos. ¡°Nos lleg¨® que lo que quer¨ªa era hacer viviendas de alquiler tur¨ªstico¡±, apunta Rebollo.

Justo entonces, el Ayuntamiento de C¨¢diz, gobernado en aquel momento por Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Kichi y su partido Adelante C¨¢diz, aprob¨® una pionera normativa municipal ¡ªde las primeras de Andaluc¨ªa¡ª que declar¨® el centro como ¨¢rea saturada para nuevos alquileres tur¨ªsticos, y lo limit¨® a la zona de Extramuros y solo hasta la segunda planta. ¡°As¨ª que, desde entonces, el propietario debe estar prefiriendo no alquilarlas y esperar que vuelvan a abrir la veda. Ah¨ª est¨¢n cerradas las casas desde entonces. Es muy injusto¡±, se queja Rebollo.

Ponerle el cascabel al gato de la vivienda en C¨¢diz es tan complicado que todas las partes aseguran que las restricciones establecidas por el gobierno municipal de Kichi ¡°no han tenido el efecto esperado¡±, como apunta Cossi, pese a que el actual equipo del PP las ha asumido ¡ªya lleva casi 300 viviendas tur¨ªsticas anuladas¡ª y se plantea hacerlas a¨²n m¨¢s duras. Ruiz no se ahorra adjetivos para el actual marco legislativo, que tacha de ¡°laxo, rid¨ªculo y de cachondeo¡±.

Rebollo da fe, en sus propias carnes, que la nueva regulaci¨®n no le evit¨® la mudanza a la vecina localidad de Puerto Real, donde se ha comprado una vivienda. Y por eso Luis L¨®pez Lainez, fundador de una empresa de gesti¨®n de alquileres y delegado de la Asociaci¨®n de Viviendas Tur¨ªsticas de Andaluc¨ªa (AVVA) en la provincia de C¨¢diz, se pregunta: ¡°?Qu¨¦ ha pasado en estos dos a?os? Pese a la limitaci¨®n, seguimos hablando de los problemas de vivienda en C¨¢diz. Todo este tema est¨¢ muy politizado, interesa enfocar la mirada a las Viviendas de Uso Tur¨ªstico (VUT) para no fijarse en otros problemas¡±.

L¨®pez ¡ªcuya asociaci¨®n tiene recurrida ante la Justicia la modificaci¨®n urban¨ªstica de C¨¢diz¡ª se queja de que ni siquiera existe unanimidad en el n¨²mero de viviendas destinadas a fines tur¨ªsticos en la capital. C¨¢diz Resiste se aferra al dato oficial del registro de la Junta de Andaluc¨ªa, 2.506, que les lleva a asegurar que es la capital de provincia andaluza con m¨¢s VUT por habitante. Pero el gestor recuerda que ese registro no est¨¢ actualizado, asegura que muchos de los pisos que aparecen en ¨¦l no est¨¢n destinados a ese fin, y reduce la cifra a ¡°entre 1.500 y 1.600 viviendas¡±.

¡°El problema son las viviendas vac¨ªas y los alquileres ilegales¡±, se queja L¨®pez, en referencia tambi¨¦n a los pisos que solo se ofertan para residencial en los meses de temporada escolar, una pauta habitual en la ciudad desde hace a?os. Cossi media en la guerra de cifras para reconocer que no hay datos concluyentes ¡ªel Ayuntamiento ha encargado un estudio a la Universidad de C¨¢diz¡ª y que ahora mismo manejan como cifra aproximada un censo de ¡°55.000 viviendas en la ciudad, de las que 5.500 son viviendas vac¨ªas y 1.600 en uso de hospedaje¡±.

Aunque cada parte difiere en qu¨¦ porcentaje de culpa tienen las VUT en la complicada realidad habitacional gaditana, todas se rinden a la evidencia de que alquilar una vivienda en C¨¢diz es mucho m¨¢s caro que hace una d¨¦cada. Concretamente, el doble de precio de media que en 2011, seg¨²n datos de Idealista y la variaci¨®n de precios respecto a 2011 analizada por EL PA?S. Esa jungla impracticable fue la que Rebollo se encontr¨® cuando en el verano de 2022 se lanz¨® a buscar una nueva vivienda. ¡°La primera, segunda y tercera opci¨®n era C¨¢diz, pero era imposible. ?Qui¨¦n se puede permitir los 1.500 euros al mes que nos encontr¨¢bamos? No nos daba con mi salario y el de mi mujer¡±, se queja el gaditano, que encontr¨® escapatoria en la compra de un piso en Puerto Real, por el que paga 400 euros mensuales de hipoteca.

Ruiz asegura que desde el colectivo Calle Viva llevan advirtiendo desde 2018 sobre esta realidad, pero no ha sido hasta el ¨²ltimo a?o cuando el debate se ha hecho m¨¢s patente en la ciudad. El caso de la finca de la se?ora Mar¨ªa Mu?oz, asediada por viviendas tur¨ªsticas, abri¨® la espita del cabreo el pasado mes de mayo. Y semanas despu¨¦s, el pasado 29 de junio, C¨¢diz Resiste consigui¨® congregar a casi 3.000 personas en una manifestaci¨®n en contra de la turistificaci¨®n. ¡°Avis¨¢bamos de que ven¨ªa el lobo y ahora ha llegado y ha arrasado con todo. No es turismofobia, es que el monocultivo tur¨ªstico ha provocado unas cuotas de insatisfacci¨®n ciudadana que genera crispaci¨®n¡±.

L¨®pez se queja de que las opiniones est¨¢n ¡°muy polarizadas¡± contra un mercado de alquiler que est¨¢ compuesto por peque?os propietarios, ¡°muchos de ellos gaditanos¡±, y ¡°por un sector profesionalizado que paga sus impuestos, con personal dado de alta¡±. Mientras, Cossi pide mesura: ¡°Nos preocupa que determinados discursos se pasen de frenada cuando la ciudad ha pasado a?os demandando m¨¢s turismo. Los datos que tenemos no se acercan a la turistificaci¨®n. El problema cr¨ªtico se centra en preservar la vivienda frente al uso tur¨ªstico¡±.

Rebollo contempla ya el debate desde la distancia, instalado aunque no aclimatado a su nueva ciudad: ¡°A mi mujer le est¨¢ costando adaptarse a vivir aqu¨ª¡±. Mientras, ve en su c¨ªrculo de amistades c¨®mo la di¨¢spora contin¨²a, con allegados que se marchan a San Fernando o Jerez, y los que se quedan se enfrentan a subidas de alquiler ¡°del 40%¡±, asegura. ¡°El turismo est¨¢ bien, en C¨¢diz siempre ha habido en los meses de verano, pero ahora es demasiado, todo el a?o. El problema es que llegar¨¢ un momento en el que ya no queden gaditanos¡±, vaticina con resignaci¨®n el nuevo vecino de Puerto Real.

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