Arnau Puig, la huella del maestro
Cr¨ªtico, filosofo, historiador y soci¨®logo del arte, fue mentor de muchas generaciones, que reconoc¨ªan sus reflexiones alejadas de toda s¨ªntesis reductivas del arte
He tenido el privilegio de poder seguir la carrera del amigo Arnau Puig, fallecido este domingo, desde los a?os cincuenta, cuando en plena dictadura, empec¨¦ a leer en la Revista Europa, de cariz liberal, sus cr¨ªticas de arte en las que defend¨ªa a los artistas de vanguardia. Un signo de su talante comprometido y combativo, que puso de manifiesto siempre que tuvo ocasi¨®n, prueba de ello es su implicaci¨®n con el grupo Dau al Set, del que era el fil¨®sofo y del que nos hizo la lectura m¨¢s cr¨ªtica.
Esta figura poli¨¦drica ha dejado una profunda huella. Cr¨ªtico de arte, filosofo, historiador y soci¨®logo del arte, fue maestro y mentor de muchas generaciones, tanto en el campo de la filosof¨ªa, como en el del arte, como en el de la arquitectura, que reconoc¨ªan y agradec¨ªan, y siguen haci¨¦ndolo, sus reflexiones y sus lecturas del arte, que se caracterizan por ofrecer una visi¨®n abierta, alejada de toda s¨ªntesis reductiva del arte. De hecho, cualquiera de sus contribuciones (art¨ªculos, conferencias, libros, ¡) era pensamiento puro de base est¨¦tica y ambici¨®n filos¨®fica.
Un momento decisivo en su vida fue la asistencia al curso impartido en 1948 por Ortega y Gasset en Madrid, que le llevar¨ªa a licenciarse en filosof¨ªa en la Universidad de Barcelona, la misma universidad en la que se doctorar¨ªa en 1976, despu¨¦s de haberse especializado en sociolog¨ªa de la cultura y el arte en la Sorbona (1956-1961). Y precisamente la estancia en Par¨ªs, auspiciada por el Cercle Maillol del Instituto Franc¨¦s de Barcelona, constituye el segundo hecho transcendental en la vida de Puig: el poder vivir de primera mano el fulgor de las vanguardias, que le llev¨® a transformarse en impulsor de la abstracci¨®n y la pintura informalista.
El pensador Puig nos deja una amplia bibliograf¨ªa, que se caracteriza por la diversidad tem¨¢tica, aunque destaca en ella su defensa de los artistas y al arte contempor¨¢neo desde perspectivas est¨¦ticas, sociol¨®gicas y filos¨®ficas, y una obra clave que public¨® en 1962, cuando el realismo y la abstracci¨®n eran objeto de grandes diatribas: Els pros i els contres de la pintura abstracta, que junto con las aportaciones de Cirici y Cirlot, fue determinante para revertir la opini¨®n generalizada en el panorama barcelon¨¦s, en cuento al informalismo, hasta entonces mayoritariamente denostado.
Del mismo modo, fue definitiva su implicaci¨®n en la recuperaci¨®n de un personaje marginado como fue Josep M. de Sucre, de quien escribi¨® las memorias que se publicaron primero mediante entregas semanales en la Revista Europa y que finalmente se editaron como libro (1963). Una aportaci¨®n a la que debemos que, junto con el cortometraje que Joan Francesc de Lasa dedic¨® a esta figura en 1964, que De Sucre fuera reconocido tanto como artista como como impulsor del arte nuevo.
Hace pocos d¨ªas, a sus 94 a?os, Arnau Puig pronunci¨® una conferencia en los Espais Volart de la Fundaci¨® Vila Casas, en una sesi¨®n en la que se mostr¨® en plena forma, donde se expres¨® como era habitual en ¨¦l de manera directa, en su pensamiento y en su actitud, con gran agilidad intelectual y una gestualidad muy expresiva y defendiendo su idea del arte con contundencia. Fiel a su sentido cr¨ªtico del arte y la sociedad, y sin olvidar su cordialidad y simpat¨ªa, que lo hicieron accesible a todos los que le rodeaban y que tanto echaremos de menos.
Daniel Giralt-Miracle es historiador y cr¨ªtico de arte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.