Los prehistoriadores recaban la ayuda de los osos para esclarecer yacimientos
Un estudio pionero en Catalu?a experimenta con carn¨ªvoros actuales la forma en que los animales aprovechaban los despojos dejados por los neandertales
Una investigaci¨®n sorprendente ha unido en el empe?o para avanzar nuestro conocimiento del pasado a prehistoriadores y¡ osos. Un equipo de investigadores ha publicado el lunes en la revista Scientific Reports un estudio experimental sobre la forma en que los carn¨ªvoros salvajes se aprovechaban de los restos de los animales cazados y consumidos por poblaciones humanas en el paleol¨ªtico. El trabajo ha consistido en reproducir las condiciones de los campamentos neandertales provisionales y observar de qu¨¦ manera los carn¨ªvoros alteran los espacios en que se han cocinado y luego lanzado los restos. El experimento se ha hecho con osos, dada la dificultad de encontrar en nuestro territorio lobos y no digamos hienas y leones, que eran los otros grandes carn¨ªvoros con los que se interrelacionaban entonces los cazadores paleol¨ªticos. Tambi¨¦n porque el equipo tiene familiaridad f¨®sil con ellos al excavar en las cuevas del Toll y Toixoneres, en Moi¨¤, un palacio de la fauna del cuaternario que incluye oso pardo actual (Ursus arctos) y de las cavernas (Ursus spelaeus). La investigaci¨®n se ha realizado durante cinco a?os en el Alto Pirineo y en el Pallars con la colaboraci¨®n de los equipos de seguimiento del oso pardo.
¡°Durante mucho tiempo hab¨ªamos visto que los carn¨ªvoros alteraron los yacimientos prehist¨®ricos moviendo restos y haci¨¦ndolos desaparecer cuando se marchaban los humanos¡±, explica a este diario Jordi Rosell, con Maite Arilla uno de los dos investigadores del Institut Catal¨¤ de Paleoecologia Humana i Evoluci¨® Social (IPHES) y del ?rea de Prehist¨°ria de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, que firman el art¨ªculo junto a Ruth Blasco, del Centro Nacional de Investigaci¨®n sobre la Evoluci¨®n Humana (CNIEH). ¡°As¨ª que para estudiar c¨®mo se comportaban en el pasado hemos tratado de reconstruir las mismas condiciones y ver c¨®mo lo hacen ahora, para extrapolar los datos¡±.
Rosell se?ala que reproducir un campamento neandertal es f¨¢cil: ¡°Basta con encender una hoguera, hacer una costellada, con vaca y cordero, no recoger los restos, echar una siesta y marcharte, dejando c¨¢maras con sensor de movimiento para observar lo que pasa¡±. Otra cosa es conseguir que los osos colaboren. ¡°Trabajar con animales salvajes tiene eso, a veces no quieren ayudar. Por ejemplo, los osos solo quieren carne cuando salen de hibernaci¨®n, de marzo a mayo, y el resto del a?o ni la tocan. Ha sido laborioso y hemos funcionado mucho por el sistema de acierto-error, pero tenemos v¨ªdeos muy interesantes que muestran la manera en que remueven los restos¡±.
El objetivo es conseguir suficiente informaci¨®n para crear modelos que permitan entender la forma en que estas acciones animales modificaron los yacimientos. ¡°Los neandertales hac¨ªan campamentos provisionales que abandonaban con rapidez; los carn¨ªvoros acud¨ªan muy deprisa atra¨ªdos por los olores de la carne que se hab¨ªa cocinado y la posibilidad de encontrar comida f¨¢cil entre los despojos acumulados, haciendo entonces desaparecer restos, engull¨¦ndolos o llev¨¢ndoselos, y modificando as¨ª lo que se convertir¨ªa en el registro f¨®sil¡±. Los investigadores han podido comprobar que tambi¨¦n los carn¨ªvoros peque?os (zorros, must¨¦lidos como la marta y el tej¨®n) alteraban la escena, y lo hac¨ªan asimismo aves como los cuervos, jugando un papel importante en la formaci¨®n de los yacimientos.
Para Maite Arilla, todos esos animales que merodeaban en los campamentos ¡°son aut¨¦nticos fantasmas¡± que modificaron lo que los prehistoriadores encuentran y que es con lo que han de recomponer el pasado. Por su parte, Blasco subraya que el trabajo que han hecho abre una nueva perspectiva para entender los yacimientos paleol¨ªticos, por ejemplo por qu¨¦ hay tan pocas ep¨ªfisis (extremos de los huesos largos). ¡°Ahora empezamos a tener datos para evaluar la importancia del papel de estos animales y contraponerlo a los efectos causados por el consumo humano¡±. El estudio ha contribuido a modificar la idea de que los neandertales solo cazaban animales grandes: es muy posible que los restos de los peque?os simplemente se los zamparan o se los llevaran los animales salvajes de la manera en que se ha observado en la investigaci¨®n. En los campamentos de croma?¨®n no pasaba porque los ocupaban de manera mucho m¨¢s estable.
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