Voluntariado que no conoce edad
Sanitarios jubilados, estudiantes o reci¨¦n licenciados se han ofrecido a ayudar durante la pandemia, que ha dejado al l¨ªmite hospitales y ambulatorios

Carlota Bruch, de 26 a?os, se licenci¨® en 2018 en Medicina y, tras un a?o sab¨¢tico, se examin¨® del MIR hace unos meses. Contemplaba impotente el estallido de la pandemia y su propagaci¨®n descontrolada. ¡°Ve¨ªa lo que suced¨ªa en los medios y yo estaba en casa sin poder hacer nada¡±. Hasta que lleg¨® la llamada de la Generalitat a estudiantes y jubilados por la falta de personal sanitario. Envi¨® la solicitud sin pens¨¢rselo. No sab¨ªa lo que se encontrar¨ªa. ¡°Lo que quer¨ªa era ser ¨²til, sin saber si lo ser¨ªa¡±, tercia. Desde el 27 de marzo trabaja en el Hotel Terrassa Park, que ha sido transformado en un hospital con 70 camas para pacientes leves de covid-19.
Esa misma inquietud sent¨ªa Marisol Lolo, de 64 a?os, cuando ve¨ªa las noticias desde su sof¨¢ y la ha llevado al mismo recinto. Pero Marisol lleg¨® con 43 a?os de experiencia a sus espaldas en diferentes servicios de Mutua de Terrassa (desde la UCI, medicina interna, urgencias a tareas de direcci¨®n). El Hotel Terrassa Park acoge 45 trabajadores sanitarios y unos 65 pacientes leves que ¡°se encuentran en la fase final de la recuperaci¨®n de la enfermedad derivados del hospital para dejar espacio para los m¨¢s graves, pero que no pueden volver a casa porque all¨ª no pueden seguir en aislamiento¡±, explica Marisol.
Ambas admiten que no se encuentran con situaciones sanitarias tan graves como sus compa?eros que trabajan en UCI de hospitales, pero s¨ª tienen que lidiar con las tensiones emocionales de los pacientes, que en alg¨²n caso puntual han llegado a ser violentas. ¡°Hay que gente que est¨¢ preocupada porque no tiene informaci¨®n de un familiar grave o que se siente sola y cualquier problema emocional aqu¨ª se magnifica y puede desembocar en ira que acaban focalizando en el personal¡±, admite Marisol.
¡°Aqu¨ª hay muchos miedos¡±, a?ade la veterana enfermera, quien se ha tomado como proyecto personal no cejar en recordar las medidas de seguridad. ¡°Aqu¨ª cada persona es tu enemiga, as¨ª que les pido que no se relajen porque no quiero que nadie se contagie¡±. Y de momento, lo est¨¢ logrando: en tres semanas de funcionamiento del hospital improvisado no han detectado ning¨²n infectado entre el personal. Con todo, tambi¨¦n hay espacio para el agradecimiento, coinciden ambas. ¡°Hay gente que est¨¢ sola y le haces compa?¨ªa, adem¨¢s les ayudas a mantener el contacto con la familia¡±, cuenta Carlota. El hecho de estar en un hotel, con un tel¨¦fono en cada habitaci¨®n, lo facilita.
Del total de trabajadores de esta instalaci¨®n, ocho son profesionales ya jubilados, pero tambi¨¦n nueve reci¨¦n licenciados y 11 estudiantes del ¨²ltimo curso, tanto de medicina como enfermer¨ªa. Son fruto del llamamiento hecho por la Generalitat para suplir la falta de manos por el ahogo que la pandemia provoc¨® en los centros sanitarios. La convocatoria ha logrado m¨¢s de 1.600 incorporaciones, seg¨²n el Departamento de Salud. De estos, unos 300 son profesionales jubilados, 237 m¨¦dicos extranjeros con la titulaci¨®n convalidada y 486 de otras profesiones sanitarias. A ellos se suman las nuevas generaciones con 351 estudiantes o reci¨¦n licenciados en medicina y 222 en enfermer¨ªa.
La experimentada Marisol admite que el problema actual han logrado convertirlo en una oportunidad. ¡°Lo que los j¨®venes est¨¢n aprendiendo aqu¨ª no se lo quita nadie. En un momento normal hubieran empezado la vida laboral en un hospital con enfermos graves sin que nadie est¨¦ por ellos, hubiera sido m¨¢s traum¨¢tico¡±. Carlota valora poder contar con personal experimentado como tutores. ¡°Aqu¨ª no te sientes abandonado, hay muchos voluntarios y todos est¨¢n para ayudar a todo el mundo¡±, remacha la joven, quien espera ser pediatra. Marisol espera volver a una vida tranquila y reflexiona: ¡°Habr¨¢ un antes y un despu¨¦s. La pandemia nos ha dado una lecci¨®n: la necesidad de parar y valorar quien tienes al lado y las peque?as cosas, como quedar a hacer un caf¨¦¡±.
El pasado y el futuro
Nombre. Marisol Lolo (64 a?os) / Carlota Bruch (26)
Qu¨¦ hac¨ªa antes de la crisis. Disfrutar de la jubilaci¨®n / Escoger hospital para iniciar carrera laboral.
Qu¨¦ har¨¢ cuando acabe la crisis. Viajar, pasear y leer / Pediatr¨ªa
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