¡°Mi padre muri¨® de covid, espero que mi madre no muera de estr¨¦s¡±

Todos los d¨ªas, la se?ora Carmen se asoma por la ventana de la habitaci¨®n en la que est¨¢ confinada, y saluda a su hijo que va a trabajar. En esta residencia, donde hab¨ªa 100 ancianos, han muerto 17. Como muchas otras, ha sufrido falta de personal, de materiales de protecci¨®n, miedo y estr¨¦s, pero la se?ora se asoma a la ventana pendiente de que su hijo lleve la mascarilla puesta. ¡°Muchos abuelos tienen miedo del virus pero la mayor¨ªa, m¨¢s que nada, est¨¢n preocupados por sus familias. Preguntan siempre si se estar¨¢n protegiendo¡±,...

Todos los d¨ªas, la se?ora Carmen se asoma por la ventana de la habitaci¨®n en la que est¨¢ confinada, y saluda a su hijo que va a trabajar. En esta residencia, donde hab¨ªa 100 ancianos, han muerto 17. Como muchas otras, ha sufrido falta de personal, de materiales de protecci¨®n, miedo y estr¨¦s, pero la se?ora se asoma a la ventana pendiente de que su hijo lleve la mascarilla puesta. ¡°Muchos abuelos tienen miedo del virus pero la mayor¨ªa, m¨¢s que nada, est¨¢n preocupados por sus familias. Preguntan siempre si se estar¨¢n protegiendo¡±, explica la gerocultora que la cuida.

Caty Alberola no tuvo tanta suerte como el hijo de la se?ora Carmen. La ¨²ltima vez que vio a sus padres fue el 12 de marzo, cuando se prohibieron las visitas de familiares. Su padre, Vicente, de 89 a?os, falleci¨® el 6 de abril en la residencia Bertran i Oriola, en la Barceloneta, intervenida ayer por el departamento de Salud tras registrar al menos 21 muertos de los 92 ancianos que hab¨ªa. Muri¨® solo, aislado y desorientado por la demencia que padec¨ªa, y tambi¨¦n estuvo solo despu¨¦s de muerto, durante seis d¨ªas esperando un entierro en un aparcamiento de Collserola convertido en morgue. ¡°La angustia de no poder hablar con ¨¦l ha sido enorme¡±.

Denuncia falta de informaci¨®n, falta de medios ¡ª¡°por videoconferencias ve¨ªamos que los trabajadores no llevaban mascarilla ni guantes¡±¡ª y una hiriente falta de personal: en el peor momento, hab¨ªa solo cuatro trabajadores para todos los ancianos. ¡°La Generalitat ha mirado para otro lado mucho tiempo, y ha llegado tarde a todo. Estas empresas ha quedado claro que vienen a ganar dinero, no estaban preparadas¡±, afirma. Su madre tambi¨¦n ha dado positivo por Covid-19, aunque no presenta s¨ªntomas. ¡°Est¨¢ aislada, con demencia. Se ha ca¨ªdo varias veces y le han puesto puntos. La ¨²ltima vez me llamaron para pedirme permiso para inmovilizarla, ya que no la pod¨ªan controlar. Dije que ni hablar. Mi madre no s¨¦ si se va a morir de coronavirus, pero se va a morir de tristeza o estr¨¦s¡±, lamenta.

Ramiro Berrocal tambi¨¦n perdi¨® a su padre el d¨ªa 12, el centro Ca n¡¯Amell, en Premi¨¤ de Mar, tambi¨¦n intervenido por la Generalitat. Junto a otros familiares del centro est¨¢n planteando presentar una demanda colectiva contra la empresa gestora. ¡°No entendemos que no informasen de qu¨¦ pasaba. La direcci¨®n se neg¨® a que entrasen los m¨¦dicos, el director minti¨®¡±, afirma. Ramiro se enter¨® de que su padre iba a morir casi de golpe: ¡°Dos d¨ªas antes me dijeron que ten¨ªa fiebre. La siguiente vez que me llamaron era ya para pedirme permiso para aplicar paliativos¡±. Est¨¢ buscando afectados para crear una plataforma: ¡°Para honrar a los que han muerto pero tambi¨¦n para luchar por los que siguen. Este es un negocio que se ha deshumanizado, y nos va a afectar a todos, porque todos nos hacemos mayores¡±.

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