Vacunarnos contra el efecto vacuna
Algunos pensadores vaticinan que el mundo ser¨¢ diferente despu¨¦s del coronavirus. Pero m¨¢s que so?ar con grandes cambios deber¨ªamos ir preparando los que ya sabemos que son posibles y necesarios
El fil¨®sofo croata Srecko Horvat (Osijek, 1983), disc¨ªpulo de Slavoj Zizek, dec¨ªa hace poco en una entrevista: ¡°Si hace dos meses nos hubieran dicho que Boris Johnson hablar¨ªa de nacionalizaciones, que pa¨ªses con gobiernos muy conservadores se plantear¨ªan implantar una renta b¨¢sica universal o que en Pek¨ªn y otras grandes ciudades la contaminaci¨®n caer¨ªa en picado, no nos lo habr¨ªamos cre¨ªdo¡±. Tiene raz¨®n. Aturdidos a¨²n por la virulencia del choque, abundan los vaticinios de que despu¨¦s de esta pandemia que nos ha paralizado...
El fil¨®sofo croata Srecko Horvat (Osijek, 1983), disc¨ªpulo de Slavoj Zizek, dec¨ªa hace poco en una entrevista: ¡°Si hace dos meses nos hubieran dicho que Boris Johnson hablar¨ªa de nacionalizaciones, que pa¨ªses con gobiernos muy conservadores se plantear¨ªan implantar una renta b¨¢sica universal o que en Pek¨ªn y otras grandes ciudades la contaminaci¨®n caer¨ªa en picado, no nos lo habr¨ªamos cre¨ªdo¡±. Tiene raz¨®n. Aturdidos a¨²n por la virulencia del choque, abundan los vaticinios de que despu¨¦s de esta pandemia que nos ha paralizado, el mundo no volver¨¢ a ser como antes. Ahora desde luego no lo es. Pero puede que los vaticinios de cambio duren el tiempo que los cient¨ªficos tarden en conseguir una vacuna.
Ahora mismo el mundo se parece poco al que ten¨ªamos hace cuatro meses. Las aerol¨ªneas est¨¢n paradas, las fronteras cerradas, no hay turismo ni intercambio universitario, las reuniones cient¨ªficas o financieras son m¨ªnimas y virtuales, a nadie se le ocurre organizar un congreso o planificar un viaje. La par¨¢lisis econ¨®mica provoca largas colas ante los bancos de alimentos y en las calles, muchas de las persianas que fueron bajadas por el confinamiento no se volver¨¢n a alzar. Todo eso es cierto. Como lo es tambi¨¦n que la crisis del coronavirus ha acelerado procesos que ya estaban en curso, como el teletrabajo o la digitalizaci¨®n de la gesti¨®n administrativa. Pero que pueda servir para hacer cambios disruptivos, estructurales, no depende del coronavirus, sino de la voluntad pol¨ªtica y de la fuerza que logren reunir los que quieran que esos cambios se produzcan. Y si no se apresuran, tendr¨¢n en su contra un poderoso enemigo: la inercia.
Si despu¨¦s de tantos muertos no revisamos el modelo las residencias de ancianos, no lo haremos nunca
Tambi¨¦n Nicol¨¢s Sarkozi dec¨ªa en 2008 que hab¨ªa que refundar el capitalismo y en nuestro caso lo que vino luego fue doble raci¨®n de neoliberalismo: prioridad para los acreedores, austeridad para los pobres, devaluaci¨®n salarial y empleos m¨¢s precarios que nunca. Ahora algunos pa¨ªses hablan de nacionalizar determinados servicios b¨¢sicos o de implantar una renta b¨¢sica. Lo que se tenga que hacer, debe hacerse ya porque los cambios se necesitan ahora y porque en cuanto pase la amenaza, volver¨¢n las presiones para limitar el gasto p¨²blico y que todo quede como est¨¢.
As¨ª que m¨¢s que especular sobre las grandes transformaciones que han de venir, deber¨ªamos debatir los cambios que ya son posibles. Si despu¨¦s de tantos muertos no revisamos el modelo de planificaci¨®n y gesti¨®n de las residencias de ancianos, no lo haremos nunca. ?Ha de seguir predominando la l¨®gica del lucro privado? ?Deben construirse residencias p¨²blicas? ?Qu¨¦ est¨¢ndares de cuidados se han de exigir? ?Qu¨¦ otros modelos de atenci¨®n a las personas mayores podemos aplicar?
Es el momento de extender la telemedicina para aligerar las consultas externas y las de asistencia primaria
Los hospitales han demostrado tener una capacidad de adaptaci¨®n que no parec¨ªa posible en su r¨ªgida estructura anterior. Antes del coronavirus Catalu?a tenia poco m¨¢s de 600 camas de UCI. En dos semanas Catalu?a pas¨® a tener 2.300. La crisis brinda la oportunidad de replantear el modelo hospitalario para hacerlo m¨¢s flexible y adaptado a las necesidades. El paciente de covid-19 ha exigido una respuesta multidisciplinar porque el virus ataca a varios ¨®rganos a la vez. Eso es justo lo que ocurre con el perfil de paciente que predomina: una persona de edad con m¨²ltiples patolog¨ªas cr¨®nicas que requiere un seguimiento multidisciplinar. Hace tiempo que en los congresos de gesti¨®n sanitaria se habla de cambiar la estructura hospitalaria, r¨ªgidamente dividida por especialidades, y adaptarla al nuevo tipo de paciente cr¨®nico. Esta es la oportunidad de hacerlo, como tambi¨¦n es el momento de extender la telemedicina que estos d¨ªas se ha aplicado por necesidad para aligerar las consultas externas de los hospitales y de la asistencia primaria. Los hospitales han sabido parar el golpe del pico de la pandemia, pero ahora es la medicina de familia y comunitaria la que tiene que mantener el virus bajo control. Es la hora de aplicar la reforma que hace tiempo que se predica y darle m¨¢s medios y m¨¢s personal.
Cuando se discute c¨®mo empezar¨¢ el pr¨®ximo curso, el gran problema es c¨®mo redistribuir el espacio y los equipos docentes para organizar grupos m¨¢s peque?os. Pero el modelo de aula de 25 alumnos, todos con el mismo temario y obligados a aprender al mismo ritmo ya estaba en cuesti¨®n antes. El nuevo curso deber¨ªa ser planteado como un ensayo general para ver c¨®mo se pueden cambiar las din¨¢micas docentes. ?Y qu¨¦ hacemos con la movilidad? ?Y con la brecha digital? ?Y qu¨¦ ocurre con el comercio y la distribuci¨®n? Son solo algunos ejemplos de cuestiones que podemos plantearnos para el desconfinamento.