La mascarilla eleva la tensi¨®n entre vigilantes y viajeros del metro y los trenes
TMB y Renfe registran m¨¢s incidentes pese a la ca¨ªda de pasajeros durante la pandemia
La obligatoriedad del uso de la mascarilla ha a?adido tensi¨®n a la relaci¨®n del personal de seguridad con los usuarios del transporte p¨²blico. La difu...
La obligatoriedad del uso de la mascarilla ha a?adido tensi¨®n a la relaci¨®n del personal de seguridad con los usuarios del transporte p¨²blico. La difusi¨®n de v¨ªdeos e im¨¢genes de actuaciones desproporcionadas por parte de los vigilantes contrasta con sus quejas porque, adem¨¢s de perseguir a carteristas, grafiteros y a aquellos que se cuelan sin billete, tienen que controlar, tambi¨¦n, que todos los viajeros llevan bien puesta la mascarilla. Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) abri¨® en el primer semestre ocho expedientes por faltas graves a vigilantes de seguridad que desempe?aban sus funciones en la red de metro.
Es, pese al baj¨®n de tr¨¢fico que acarre¨® el confinamiento ¡ªa finales de junio todav¨ªa no se hab¨ªa alcanzado el 50% del pasaje habitual¡ª, un expediente m¨¢s que los registrados en el mismo tramo del a?o pasado. Renfe, superando por poco la mitad de pasajeros, ha contabilizado en el mismo semestre 63 agresiones de viajeros a vigilantes de seguridad. ¡°Estamos en un periodo de aumento de las agresiones¡±, admite la empresa, que tambi¨¦n ha registrado 24 ataques a interventores y personal de taquillas.
En el primer tren del d¨ªa que, el pasado viernes, parti¨® de Matar¨® en direcci¨®n a L¡¯Hospitalet de Llobregat se montaron dos hombres que no llevaban mascarilla. El personal de seguridad de Renfe les advirti¨® de que, sin la protecci¨®n, no pod¨ªan viajar. La situaci¨®n se enred¨® y, finalmente, fue necesaria la intervenci¨®n de una patrulla de los Mossos d¡¯Esquadra.
Eran las cinco de la madrugada y los dos alborotadores remataban una noche de juerga, pero escenas parecidas se repiten a lo largo del d¨ªa en la red de transporte p¨²blico desde que impera la obligaci¨®n de usar la mascarilla para viajar. ¡°La mascarilla le a?ade problemas al vigilante. Estamos teniendo problemas porque el pasajero se rebota con el personal de seguridad que, en realidad, deber¨ªa estar a otras cosas¡±, relata Jordi Bou, que acumula 20 a?os de experiencia como guardia privado en la red ferroviaria. El problema no es exclusivo de Renfe.
Joaquim Domec es vigilante en el Metro de Barcelona: ¡°Si te propones hacer cumplir lo que est¨¢ mandado es una pelea constante, te montas en un vag¨®n y ves que mucha gente no lleva la mascarilla¡±. El consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, ha asegurado que se sancionar¨¢ a todas aquellas personas que no lleven mascarilla, igual que se hacen cuando alguien circula con el coche ¡°a m¨¢s de 120 kil¨®metros por hora o cuando se salta un <CF1001>stop¡±.</CF> Le falt¨® concretar con qu¨¦ medios se cuenta para perseguir a todos aquellos que lleven el rostro al aire.
El volumen de avisos que recibe Renfe de pasajeros que denuncian a otros que viajan dentro del vag¨®n sin la mascarilla ha empujado a la compa?¨ªa a variar su estrategia de gesti¨®n de los incidentes. Se deriva directamente a los Mossos cada aviso. En las cuentas de la empresa en las redes sociales cada denuncia de ausencia de mascarilla se despacha de la misma forma: ¡°Lo trasladamos a la autoridad competente, los Mossos¡±.
¡°El problema siempre es el mismo: la Generalitat y las empresas fijan unas instrucciones y luego ya te apa?ar¨¢s para llevarlas a la pr¨¢ctica¡±, apunta Joaquim Domec, que asegura que ¡°con los medios que hay, en el transporte p¨²blico es imposible garantizar que la gente llevar¨¢ mascarilla¡±.
Antonio Tarr¨¦ se desempe?a como vigilante en los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), donde ejerce como delegado sindical de Prosegur. ¡°Parece como si no hubiese concienciaci¨®n del uso de la mascarilla, avisas a alguien de que se la debe poner y, a la que te das la vuelta, se la ha quitado otra vez¡±, se?ala. ¡°Como trabajador del transporte p¨²blico me siento desamparado, tanto por la empresa como por los propios clientes. Estamos solos y nos toca controlar a una gran cantidad de usuarios¡±, lamenta.
[*****]<CW-8>¡±</CW><CW1>La prioridad es que el tren corra y no haya retrasos, si hay un problema con un pasajero lo que tenemos que hacer es bajarlo al and¨¦n y, all¨ª, apa?arnos¡±, indica Jordi Miguel Cantero, delegado de transporte p¨²blico del Sindicato profesional de seguridad privada (SPS).
Las actuaciones del personal de seguridad pueden desembocar en situaciones de tensi¨®n con el pasaje y, en ocasiones, en episodios violentos. Las filmaciones aparecidas sobre inmovilizaciones a pasajeros e intervenciones, presuntamente desproporcionadas, han llenado de sospechas el proceder de los cuerpos de seguridad privada en estaciones, andenes y vagones. ¡°El problema es que por una mala actuaci¨®n de una persona pagamos todo un colectivo¡±, lamenta Antonio Tarr¨¦. ¡°Hay im¨¢genes que nos hacen mucho da?o, pero har¨ªa falta ponerse en la piel del vigilante¡±, apunta Joaquim Domec. Opina que, en ocasiones, los v¨ªdeos no reflejan ¡°la realidad¡± de una intervenci¨®n porque ¡°ninguna actuaci¨®n dura 30 segundos¡±. Aludir a un supuesto sesgo de los enfrentamientos que salen a la luz es una queja com¨²n del colectivo de seguridad privada.
A mediados de mayo Renfe expedient¨® y apart¨® del servicio a dos vigilantes de seguridad que, sin motivo aparente, agredieron violentamente a un pasajero que no llevaba la mascarilla a bordo de un tren de la l¨ªnea R1, en Calella. Fueron denunciados por varios pasajeros que difundieron el v¨ªdeo de la agresi¨®n.
¡°Cada vez que la compa?¨ªa abre un expediente por una actuaci¨®n irregular, est¨¢ poniendo en valor todo el trabajo bien hecho que realizan la mayor¨ªa de los vigilantes de seguridad¡±, justifica un portavoz de la compa?¨ªa. Esta semana se viraliz¨® otro v¨ªdeo, donde se ve¨ªa a un vigilante de seguridad de la estaci¨®n de tren de Sant Celoni, siendo agredido con su propia porra reglamentaria por una mujer que se hab¨ªa colado sin pagar.
El sueldo base que prev¨¦ el convenio de los profesionales de la seguridad privada roza los 1.000 euros por trabajar 162 horas al mes. En los vigilantes de transporte p¨²blico las horas extra son comunes y, seg¨²n varias fuentes consultadas, los sueldos oscilan entre los 1.100 y los 1.500 euros. A la hora de escoger entre Renfe, TMB y FGC, los vigilantes relegan a la compa?¨ªa ferroviaria, porque ¡°es donde hay m¨¢s incidentes¡±. La frecuencia de las paradas de Metro posibilita tener apoyo de otros guardias en tres minutos pero los enlaces entre estaciones son m¨¢s largos en Renfe. Adem¨¢s, en TMB se cobra un bono de 400 euros, una paga que en Renfe solo se llevan aquellos vigilantes que se integran en el GOP, el Grupo Operativo, que act¨²a en las intervenciones m¨¢s comprometidas.
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