El rebrote deja en evidencia la gesti¨®n de la Generalitat
La gesti¨®n de la llamada nueva normalidad se le est¨¢ atragantando al Govern y crecen las cr¨ªticas sobre sus decisiones
Actuar r¨¢pido, con las recomendaciones de ¡°nuestros¡± expertos y la idea de que la Generalitat podr¨ªa gestionar mejor la pandemia. Estos fueron los tres caballos de batalla con los que el Govern de Quim Torra cape¨® el temporal en los momentos m¨¢s duros de la crisis de la covid-19. En el pasado pleno monogr¨¢fico sobre el coronavirus en el Parlament se volvi¨® a se?alar a ¡°Madrid¡± como culpable de todos los males. Sin embargo,...
Actuar r¨¢pido, con las recomendaciones de ¡°nuestros¡± expertos y la idea de que la Generalitat podr¨ªa gestionar mejor la pandemia. Estos fueron los tres caballos de batalla con los que el Govern de Quim Torra cape¨® el temporal en los momentos m¨¢s duros de la crisis de la covid-19. En el pasado pleno monogr¨¢fico sobre el coronavirus en el Parlament se volvi¨® a se?alar a ¡°Madrid¡± como culpable de todos los males. Sin embargo, la gesti¨®n de la llamada nueva normalidad se le est¨¢ atragantando al Govern y crecen las cr¨ªticas sobre sus decisiones.
No hubo un d¨ªa del estado de alarma en que el presidente catal¨¢n Quim Torra y el Govern no criticaran la recentralizaci¨®n de algunas competencias (que no de la gesti¨®n sanitaria, por ejemplo) hecha por el Gobierno para intentar sortear la pandemia. De hecho, su portavoz, Meritxell Bud¨®, lleg¨® a decir que ¡°en una Catalu?a independiente habr¨ªa menos muertos¡±, unas palabras que rechaz¨® posteriormente la consejera de Salud, Alba Verg¨¦s: ¡°Esto no podemos afirmarlo nunca. Decir lo que habr¨ªa pasado si... es muy complicado¡±.
La fase 3 de la desescalada en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona y Lleida dur¨® solo un d¨ªa. Aunque se ped¨ªan un par de semanas m¨¢s de prudencia en el contacto f¨ªsico y las actividades sociales, Torra se apresur¨® a celebrar que ya no hab¨ªa ¡°usurpaci¨®n de competencias¡±. Precisamente, la semana en la que Catalu?a entraba en la nueva normalidad, la comarca leridana del Segri¨¤ empezaba a experimentar un ligero incremento de casos de covid-19, el germen de los rebrotes que ahora afectan a la zona. En esos d¨ªas, en los que tambi¨¦n Arag¨®n hizo retroceder a la fase 2 a cuatro comarcas colindantes con Lleida por un incremento de contagios entre temporeros, el vicepresident Pere Aragon¨¦s llamaba a ¡°llenar las calles¡± para recuperar la actividad econ¨®mica y social. En Catalu?a la ¡°nueva normalidad¡± se llam¨® ¡°la reanudaci¨®n¡±.
La gesti¨®n del Govern para hacer frente a los rebrotes, sin embargo, ha lastrado las primeras semanas con las competencias recuperadas tras el fin del estado de alarma: una gesti¨®n llena de claroscuros y que ha exacerbado la ya de por s¨ª tensa relaci¨®n entre los socios del Ejecutivo catal¨¢n. La cr¨ªtica por la supuesta lentitud del Gobierno central en tomar decisiones se le ha devuelto como un bumer¨¢n a Torra por la reacci¨®n a la situaci¨®n en Lleida y la comarca del Segri¨¤.
Catalu?a fue pionera en introducir el uso obligatorio de la mascarilla en el espacio p¨²blico pero tard¨® dos semanas en reaccionar al crecimiento de casos en la zona fronteriza con Huesca. El cierre perimetral se consum¨® el s¨¢bado 4 de julio, despu¨¦s de que la consejera de Salud, Alba Verg¨¦s, hiciera un tour medi¨¢tico el d¨ªa antes para decir que esa medida no estaba sobre la mesa, lo que hizo que muchas personas se fueran de fin de semana. Los expertos llevaban d¨ªas advirtiendo de la subida de casos.
La situaci¨®n en esa comarca, con gran actividad agroindustrial, se agrav¨® tras la aparente falta de previsi¨®n para atender a los temporeros. En ERC, que tambi¨¦n gobierna la ciudad y la diputaci¨®n, aseguran que se hab¨ªan preparado hace meses pero que la realidad ha terminado por desbordar cualquier previsi¨®n. ¡°Estar¨ªamos mucho peor¡±, argumenta una fuente republicana. Los recolectores de fruta son un colectivo diverso, con condiciones de por s¨ª ya muy precarias y en el que, por ejemplo, el rastreo de contactos cuando hay positivos es complejo. Muchos est¨¢n en una situaci¨®n administrativa irregular y temen por su futuro si dan sus datos.
Una de las grandes cr¨ªticas de los expertos, incluso de aquellos que Torra dec¨ªa tener como referencia, como el infect¨®logo Oriol Mitj¨¤, ha sido el sistema de rastreo de casos positivos. Si bien se est¨¢n haciendo m¨¢s pruebas y detectando los casos precozmente, el sector sanitario ha cargado duramente contra el Govern por la falta de previsi¨®n y medios para localizar a los contactos de las personas infectadas y aislarlos.
Los tres eslabones de la cadena de rastreo iniciaron la llamada nueva normalidad bajo m¨ªnimos. La atenci¨®n primaria, que arrastra una gran presi¨®n asistencial y un d¨¦ficit hist¨®rico de recursos, asum¨ªa la detecci¨®n precoz de los casos sin refuerzos. Los servicios de vigilancia epidemiol¨®gica, que rastrean los contactos de los positivos e investigan el origen de los brotes, hace a?os que trabajan con el personal muy justo tras sucesivos recortes. Con la ¨²ltima pieza del dispositivo de control de la pandemia, que es la gente que se encarga del seguimiento de los contactos sanos para que cumplan la cuarentena, el Govern opt¨® por externalizarla a la empresa Ferrovial, una decisi¨®n muy criticada por el sector sanitario.
Resoluciones confusas
La gesti¨®n de los brotes en Catalu?a desde el fin del estado de alarma demostr¨® que el sistema de control de la pandemia no estaba preparado. La atenci¨®n primaria detectaba precozmente, pero el dispositivo era insuficiente para luego seguir las cadenas de transmisi¨®n y aislar correctamente a todos los contactos. El Govern ha admitido fallos, sobre todo en el sistema inform¨¢tico encargado de cargar y compartir la informaci¨®n entre todos los actores de la cadena de vigilancia. El responsable de la unidad de seguimiento de la covid-19 en Catalu?a, Jacobo Mendioroz, asumi¨® que el Ejecutivo lleg¨® ¡°un poco tarde¡± en el rebrote de Lleida y al anuncio de refuerzos en el sistema de vigilancia. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se sum¨® a las cr¨ªticas y dijo que al ¨¢rea metropolitana tambi¨¦n llegaron ¡°tarde¡±.
La gesti¨®n de los rebrotes por parte del Govern tambi¨¦n ha levantado a los alcaldes de 13 municipios metropolitanos por la inconcreci¨®n en las medidas aplicadas para contener el virus. La primera corona metropolitana est¨¢, de facto, en una especie de fase 2, aunque el Govern, instalado en la pol¨ªtica de los gestos, siempre ha evitado referirse a las fases por ser un mecanismo dise?ado por el Gobierno central que la Generalitat critic¨® desde el primer d¨ªa al considerar que la gente no lo entend¨ªa bien. Curiosamente, las resoluciones del Govern tambi¨¦n adolecen ahora de problemas de interpretaci¨®n. La ordenanza aprobada, en muchos casos con un redactado muy gen¨¦rico, dejaba flecos sueltos y los alcaldes denunciaron la ¡°incoherencia¡± de algunas medidas. Seg¨²n Colau, el propio Torra reconoci¨® que varios puntos ¡°chirriaban y hab¨ªa que afinarlos¡±.
Las reuniones para solventar dudas, sin embargo, han sido ¡°infructuosas¡± para los alcaldes. El de Cornell¨¤, Antoni Balm¨®n (PSC), fue duro: ¡°Cuando se hizo una gesti¨®n err¨¢tica de la ¨²ltima fase de la crisis de la pandemia, es dif¨ªcil que en dos horas [de reuni¨®n] se pueda poner sobre la mesa c¨®mo se puede corregir¡±.
La guerra entre ERC y JxCat pasa factura
La gesti¨®n de la pandemia tampoco ha sido ajena a los enfrentamientos entre los socios del Govern, ERC y Junts per Catalunya, inmersos en una precampa?a electoral no oficial pero oficiosa y que los lleva a chocar casi todos los d¨ªas. Dentro de Junts per Catalunya se?alan a la consejera de Sanidad, Alba Verg¨¦s (ERC), y a su equipo como ¡°el escollo¡± para tomar las decisiones importantes. El cierre perimetral, por ejemplo, enfrent¨® a unos republicanos m¨¢s prudentes y a un Torra partidario de pisar el acelerador. El pasado martes, explican fuentes del Palau, Verg¨¦s declin¨® participar en la rueda de prensa semanal para explicar el decreto ley que amparaba los cierres. La portavoz del Govern, Meritxell Bud¨® (Junts), tuvo que asumir sola dicha comparecencia p¨²blica.
A la controvertida gesti¨®n del Govern se ha sumado la falta de una autoridad sanitaria al frente de la salud p¨²blica catalana. La silla de la secretar¨ªa de Salud P¨²blica llevaba vac¨ªa desde finales de mayo, cuando el veterano epidemi¨®logo Joan Guix dej¨® el cargo por problemas de salud. Despu¨¦s de siete semanas sin cubrir ese puesto, el Govern ha delegado las funciones en uno de los nombres m¨¢s solventes y con experiencia en gesti¨®n que hay dentro del Departamento de Salud; Josep Maria Argimon, epidemi¨®logo de formaci¨®n y director gerente del Instituto Catal¨¢n de la Salud (la gran empresa p¨²blica que gestiona ocho grandes hospitales y el 80% de la atenci¨®n primaria), ocupar¨¢ el cargo de secretario de Salud P¨²blica con el reto de reconducir la gesti¨®n de la pandemia en Catalu?a.