Orwell y Auden, ardiendo en la Guerra Civil
Un estudio disecciona el duro impacto que el paso por la contienda tuvo en la vida y la obra de los dos escritores ingleses


Mientras una bala fascista atraviesa el cuello de George Orwell en el frente de Arag¨®n, aparece publicado Spain, de W. H. Auden, quiz¨¢ el poema m¨¢s famoso de la Guerra Civil espa?ola. El mismo d¨ªa, s¨ª: el 20 de mayo de 1937. Ah¨ª se cruzan las experiencias de dos de los m¨¢s rutilantes nombres de las letras inglesas con el conflicto del momento. Casi estuvieron a punto de hacerlo tambi¨¦n f¨ªsicamente: el bardo pas¨® fugazmente por Sari?ena, cerca de las posiciones donde estaba el futuro autor de 1984.
A Orwell no le gust¨® nada esa composici¨®n de su compatriota destinada a recaudar fondos para la Spanish Medical Aid, unidad de ayuda humanitaria al ej¨¦rcito republicano impulsada por el Partido Comunista ingl¨¦s. Lo tach¨® de ¡°amoral¡± porque en uno de los versos (¡°la aceptaci¨®n consciente de culpa en el asesinato necesario¡±), el hombre que vivi¨® la persecuci¨®n de los militantes del POUM y la desaparici¨®n de Andreu Nin por agentes sovi¨¦ticos not¨® el para ¨¦l p¨²trido aliento de la doctrina comunista estalinista. Auden, que ya estaba inc¨®modo con su papel de poeta comprometido, modific¨® el poema en posteriores antolog¨ªas, ya marcado por el tambi¨¦n famoso verso ¡°Hoy, el combate¡± (eco del eslogan comunista que antepon¨ªa la guerra a la revoluci¨®n); puso luego ¡°el hecho del asesinato¡±, pero, a¨²n insatisfecho, dio ¨®rdenes de que no volviera a publicarse jam¨¢s.
En mayor o menor grado, ambos pasaron por la Guerra Civil espa?ola y ninguno de los dos sali¨® indemne. Parafraseando unos versos precisamente de Auden de 1935, el profesor de literatura inglesa de la Universitat Pompeu Fabra Miquel Berga lo analiza en Quan la hist¨°ria et crema la m¨¤ (Tusquets; tambi¨¦n en castellano), por su justa erudici¨®n y claridad anglosajonas, inusual ensayo donde entrecruza vida y obra de ambos a trav¨¦s del cristal de aquella contienda.
En diciembre de 1936, Orwell va a Par¨ªs para recoger los papeles que le permitan entrar en Espa?a. Se encuentra con Henry Miller, que cuando sabe de sus planes de alistarse voluntario para luchar contra el fascismo, le llama ¡°boy scout idiota¡±, si bien le regala un buen abrigo de pana. Pero el ingl¨¦s, ya mayorcito (33 a?os), est¨¢ en el tercero de sus ¡°viajes expiatorios¡± como los bautiza Berga, tras escribir sobre la marginalidad en Par¨ªs y Londres y convivir con los mineros del norte industrial de Inglaterra, de donde saldr¨¢n textos que anticipar¨¢n el documental realista. Purga as¨ª su exquisita educaci¨®n en Eaton y el demonio de ser hijo de funcionario ingl¨¦s en la India, instrumento de la explotaci¨®n imperialista.
Cuando el Fets de Maig de 1937, est¨¢ en Barcelona, con su primer permiso tras cuatro meses en el frente: quiere ver a su mujer, Eileen, que le ha acompa?ado, y pedir alistarse a las Brigadas Internacionales para combatir en posiciones m¨¢s activas que la de Arag¨®n. Constatar la purga del POUM por los comunistas de la l¨ªnea sovi¨¦tica le lleva, por solidaridad, a repensarse el cambio de destino y vuelve con sus compa?eros de partido al frente, donde al poco ser¨¢ herido. Tras salvarse de milagro y descubrir que la polic¨ªa les tiene fichados por ¡°pronunciados Trotzskistas¡± y ¡°agentes de enlace¡± del POUM, la pareja pasar¨¢ discretamente la frontera por Portbou como inocentes turistas inglesas.
Homenaje a Catalu?a se publicar¨¢ el 25 de abril de 1938, embri¨®n literario y pol¨ªtico de 1984, para siempre obras ya de denuncia de un sistema totalitario que s¨®lo busca la destrucci¨®n del esp¨ªritu humano y la igualdad fraternal, gritos de alarma sobre la gesti¨®n de la verdad que hacen las dictaduras, de Hitler a Stalin. Orwell regresar¨¢ de una Catalu?a que marcar¨¢ su vida y su obra literaria posterior y su posici¨®n como intelectual ¡°convertido en pacifista, un antimilitarista¡±, sostiene Berga, que cree que solo rompe esa que habr¨¢ escrito¡ en mayo de 1937. Las dudas ¨ªntimas se difuminan. ¡°Pasadas las calenturas del marxismo y el freudismo¡±, cree Berga, Auden reencontrar¨¢ la fe cristiana y buscar¨¢ en los a?os 50 c¨®mo ayudar con su poes¨ªa a la regeneraci¨®n moral de una sociedad que ha de reconstruirse tras el horror de la II? Guerra Mundial. Orwell y Auden pasaron por la Espa?a de 1936 y no solo se quemaron la mano, sino tambi¨¦n el esp¨ªritu.

La ca¨ªda de Barcelona, el 26 de enero de 1939, pilla al matrimonio Orwell en Marruecos porque el escritor requer¨ªa un clima seco (y econ¨®mico: los 1.500 ejemplares iniciales de Homenaje¡ no se agotaron hasta 1950, cuando ya estaba muerto) para curar su tuberculosis. Auden tampoco est¨¢ en su pa¨ªs, sino entrando en el puerto de Nueva York, donde ha acudido con su amigo y amante ocasional juvenil Christopher Isherwood. Huye para cerrar la brecha entre lo que siente, su poes¨ªa, y su necesidad de ser un intelectual engag¨¦, el deber de participar en todo debate p¨²blico en la convulsa Europa de los a?os 30. ¡°Probablemente ser¨¦ un soldado desastroso, pero ?c¨®mo puedo hablar de ellos o para ellos sin serlo?¡±, se pregunta en una carta a una amiga para justificar que quiere ir a la Guerra Civil espa?ola por las mismas fechas que Orwell, en diciembre de 1936.
El frente, tras hablar con sus padres y amigos, ser¨¢ sustituido por la conducci¨®n de ambulancias, labor que tampoco llevar¨¢ a cabo. En realidad, Auden no ver¨¢ ni oir¨¢ casi una bala: estar¨¢ en Espa?a apenas dos meses, entre el 13 de enero y el 2 de marzo de 1937. En el frente de Arag¨®n, el punto de pulsi¨®n suicida, de querer la muerte, desaparece: las im¨¢genes de las iglesias quemadas en la zona republicana le quedar¨¢n en la trastienda de la memoria y reforzar¨¢n la incomodidad posterior de los versos militantes de un Spain que habr¨¢ escrito¡ en mayo de 1937. Las dudas ¨ªntimas se difuminan. ¡°Pasadas las calenturas del marxismo y el freudismo¡±, cree Berga, Auden reencontrar¨¢ la fe cristiana y buscar¨¢ en los a?os 50 c¨®mo ayudar con su poes¨ªa a la regeneraci¨®n moral de una sociedad que ha de reconstruirse tras el horror de la II? Guerra Mundial. Orwell y Auden pasaron por la Espa?a de 1936 y no s¨®lo se quemaron la mano, sino tambi¨¦n el esp¨ªritu.
Fumadores y poco duchos en el amor
De la lectura de 'Quan la hist¨°ria et crema la m¨¤' tambi¨¦n puede desprenderse que George Orwell y W. H. Auden tuvieron vidas paralelas en lo ¨ªntimo. Ambos fueron, seg¨²n Miquel Berga, fumadores obsesivos de aquellos que contaminaban su olor corporal y su ropa. Y tampoco fueron muy duchos o felices del todo en la vida sentimental. El creador de '1984' quiso mantener un matrimonio abierto con Eileen O¡¯Shaugnessy, licenciada en literatura inglesa y en psicolog¨ªa, con tutores como C.S. Lewis y J.R.R. Tolkien. En esa relaci¨®n abierta que quer¨ªa su marido, en una demostraci¨®n de la compleja vinculaci¨®n con las mujeres toda su vida, s¨®lo consigui¨® que ella mantuviera un romance con un belga, Georges Kopp, del POUM, jefe de Orwell en el frente. Apenas estuvieron casados nueve a?os y solo pudieron disfrutar juntos uno de la adopci¨®n de un hijo, ya que Eileen falleci¨® en un quir¨®fano: era al¨¦rgica al cloroformo. Ella le ayud¨® en la redacci¨®n de 'Homenaje a Catalu?a' e informa Berga que el t¨ªtulo de '1984' responder¨ªa a un poema de juventud de Eileen.
Auden encontrar¨ªa el amor de su vida en EE UU en la figura de aire andr¨®gino de Chester Kallamn, quien sigui¨® flirteando siempre con todo el que se le cruzara, por lo que el poeta mut¨®, ¡°en resignaci¨®n cristiana¡±, como dice con humor el autor, su amor y su vocaci¨®n matrimonial en un rol paternalista tipo Pigmali¨®n.
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