La caverna de Plat¨®n, seg¨²n William Kentridge

Las pel¨ªculas de animaci¨®n Drawings for Projection, que realiza William Kentridge (Johannesburgo, 65 a?os) desde 1989 y que lo han lanzado hacia el estrellato del mundo del arte -est¨¢ considerado uno de los artistas m¨¢s influyentes del planeta-, est¨¢n cargadas de mensajes nada subliminales que hablan de la historia traum¨¢tica de un pa¨ªs, Sud¨¢frica, ejemplo hasta hace pocos a?os del apartheid m¨¢s cruel. Y aunque el artista niega esta literalidad: ¡°No he intentado nunca ilustrarlo¡±, reconoce que ¡°que la sociedad traumatizada ha resultado, generado y alimentado estas pel¨ªculas y estos dibujos. Me interesa el arte pol¨ªtico, un arte de ambig¨¹edad, de contradicci¨®n de gestos incompletos y de finales inciertos¡± asegura Kentridge, que lleva siete meses encerrado en su estudio de Johannesburgo, tal y como cont¨®, por streaming, durante la presentaci¨®n de la exposici¨®n Lo que no est¨¢ dibujado, en la que pueden verse en el CCCB (hasta el 21 de febrero) todas sus pel¨ªculas desde 1989, pero tambi¨¦n tapices y dibujos.

Judit Carrera, directora del CCCB, asegur¨® durante la presentaci¨®n de la exposici¨®n que hay tres claves importantes en su obra: ¡°La ciudad de Johannesburgo, como paisaje donde aparecen y desaparecen las cicatrices del pasado, pero tambi¨¦n los conflictos, las violencias y las contradicciones del presente. Segundo, las procesiones de los migrantes que huyen de la miseria y del miedo y, por ¨²ltimo, las heridas abiertas del colonialismo y la segregaci¨®n racial¡±.

"La cr¨ªtica al capitalismo y su colapso del sistema y del planeta est¨¢ en la base de toda mi producci¨®n. El virus, lo ¨²nico que ha hecho es enfatizarlo¡±, asegur¨® Kentridge, premio Princesa de Asturias de las Artes 2017, desde el otro lado del mundo, en la presentaci¨®n de su muestra.

El trabajo y la obra cr¨ªtica de Kentridge tiene mucho de vivencia personal. Su padre abogado que represent¨® a Nelson Mandela, le ha marcado, tanto como el d¨ªa a d¨ªa de este pa¨ªs de grandes contrastes. El artista dibuja, borra, y redibuja y desdibuja los trazos en carboncillo y pastel sobre papel y en ese proceso deja ¡°heridas y rastros sobre la imagen en movimiento¡±; que interpreta como un juego entre memoria y olvido. Como en City Deep, la onceava pel¨ªcula de esta serie que comenz¨® a realizar hace 31 a?os y que se presenta por primera vez fuera de Sud¨¢frica tras estrenarse el 1 de octubre. En su ¨²ltimo filme los que deambulan de un lado a otro son trabajadores marginales que buscan los vestigios de oro entre las ruinas de las industrias mineras de su pa¨ªs.

La pel¨ªcula no ha viajado sola. Lo ha hecho acompa?ada de piezas singulares como la gigantesca instalaci¨®n de 40 metros de largo, More Sweetly Play the Dance,?(2015); representaci¨®n de la caverna de Plat¨®n y del teatro de sombras en la que se puede ver una danza f¨²nebre, un baile ritual, una danza medieval, pero tambi¨¦n una manifestaci¨®n de refugiados y despose¨ªdos de todo tipo, que andan sin parar acompa?ados de m¨²sicos. Tras la exposici¨®n pasar¨¢ a ser una pieza de la colecci¨®n permanente del Espai Planta que la fundaci¨®n Sorigu¨¦ tiene en Lleida y que conserva uno de los fondos m¨¢s destacados de Kentridge.

Kentridge mostr¨®, sin levantarse de la silla de su estudio, sus c¨¢maras, sus enormes l¨¢pices de grafito con los que pinta y una mesa llena de objetos diversos que utiliza a diario en su trabajo. Sus pel¨ªculas, pero tambi¨¦n sus tapices, de los que ha realizado m¨¢s de 40 en los ¨²ltimos veinte a?os, est¨¢n llenos de figuras negras en movimiento, ¡°pero congelados¡±, sobre un fondo de viejas cartograf¨ªas en los que aparecen tambi¨¦n refugiados, manifestantes, peregrinos o comerciantes que van de un lado a otro, en continuo ¨¦xodo. Para el artista, los tapices son ¡°murales port¨¢tiles, que se pueden enrollar y llevar al siguiente palacio¡±. Estas obras est¨¢n realizadas por tejedoras, cardadoras, hiladoras y tintoreras cualificadas a las que el artista da trabajo.