Dos estrategias, un solo objetivo

Desde hace a?os, muchos a?os, el partido que ahora creo se llama Junts (Puigdemont) y antes Converg¨¨ncia (Pujol y Mas), pasando por otras denominaciones, est¨¢ enfrentado a ERC. Es normal en dos partidos que se disputan un espacio pol¨ªtico en buena parte coincidente. Ello puede comprobarse en los sucesivos resultados electorales desde 1999: los votos que perd¨ªa uno los ganaba el otro.

Sin embargo, a pesar de esta aparente rivalidad, siempre eran c¨®mplices porque ten¨ªan un mismo objetivo: la independencia. ?Qu¨¦ los diferenciaba? Las estrategias para alcanzarla. No hay espacio en este art¨ªculo para recordar esta larga historia de amores y desamores. Ahora mismo, est¨¢n coaligados en el Govern de la Generalitat aunque se miran de reojo continuamente, no se f¨ªan el uno del otro, se dan patadas en la espinilla, pero las cosas nunca van a m¨¢s. ?Por qu¨¦? Porque su objetivo es el mismo y es m¨¢s lo que los une que lo que los separa.

El planteamiento de Esquerra es m¨¢s sutil, menos glorioso y heroico para desarticular el Estado pieza a pieza

?Cu¨¢les son ahora sus diferencias estrat¨¦gicas? Junts busca la confrontaci¨®n con Espa?a y ERC su desarticulaci¨®n. Esto es as¨ª, al menos, desde la moci¨®n de censura de 2018, que convirti¨® a Pedro S¨¢nchez en presidente del Gobierno. Confrontaci¨®n y desarticulaci¨®n, dos procedimientos para un objetivo com¨²n. Veamos.

Puigdemont est¨¢ todav¨ªa en la l¨®gica del proc¨¦s tal como se prepar¨® tras el 11 de septiembre de 2012 y culmin¨® en el lento golpe de Estado desarrollado durante los aciagos d¨ªas de septiembre y octubre de 2017. Escap¨® a B¨¦lgica tras no atreverse a dar el paso final e ir a la c¨¢rcel pero sigue siendo el l¨ªder indiscutible de su movimiento: nadie de los suyos lo desobedece. Solo se entera de lo que sucede en Catalu?a por lo que le cuentan sus fieles, que van y vienen, y sigue empe?ado en el camino emprendido entonces: presi¨®n en las calles, desprecio a la Constituci¨®n y las leyes, confianza en el apoyo internacional, la independencia caer¨¢ como fruta madura, como dec¨ªa Franco de Gibraltar. Se trata de seguir presionando a Espa?a hasta cansarla, tanto al Gobierno como a los espa?oles. En definitiva, suscitar entusiasmo en los catalanes para que insistan y no cedan: convertir la independencia en una cuesti¨®n de honor, desafiar al Estado sin desmayo.

Puigdemont conf¨ªa en que la independencia caer¨¢ como fruta madura, como dec¨ªa Franco de Gibraltar

La estrategia de ERC es m¨¢s sutil, menos gloriosa y heroica para que sea m¨¢s eficaz. Consiste en aprovechar la debilidad del Gobierno de Madrid, sus incongruentes apoyos parlamentarios y las contradicciones dentro del mismo Ejecutivo, para ir descomponiendo el Estado poco a poco, corroerlo por dentro, pieza a pieza, hasta destrozarlo.

El punto fuerte de esta estrategia, lo realmente decisivo, es la colaboraci¨®n que encuentra en Podemos, situado en el Consejo de Ministros y que tiene el mismo fin: acabar con lo que les gusta denominar ¡°R¨¦gimen del 78¡±, en realidad nuestro Estado social y democr¨¢tico de derecho tal como est¨¢ configurado en la Constituci¨®n. Saben que S¨¢nchez tiene como principio b¨¢sico la conservaci¨®n del poder y, desde esta seguridad, pueden pedirle lo que sea, por m¨¢s inveros¨ªmil que parezca, y ser¨¢n complacidos. En las ¨²ltimas semanas hay bastantes ejemplos de ello.

Las declaraciones del domingo pasado en La Vanguardia de Jaume Assens, miembro de los comunes de Colau y portavoz en el Congreso de Unidas Podemos, son impresionantes. Habla en nombre del partido del vicepresidente segundo del Gobierno, de Pablo Iglesias, y parece que lo haga desde la oposici¨®n. Para votar los Presupuestos, su propio proyecto de Presupuestos, exige sin complejos modificar el delito de sedici¨®n y tramitar los indultos para que, de una u otra manera, los dirigentes condenados puedan presentarse a las elecciones de febrero, exige solucionar el ¡°problema catal¨¢n¡± mediante la mesa de di¨¢logo o un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n y est¨¢ convencido que el bloque de la moci¨®n de censura es el que debe seguir gobernando en Espa?a, y tambi¨¦n en Catalu?a a partir de febrero. Todo lo expresa con una seguridad pasmosa: parece de ERC pero es de Podemos. Lo asombroso es que quien habla es el portavoz parlamentario de un partido que forma parte del Gobierno.

De las dos estrategias, parece m¨¢s inteligente la de ERC. Puigdemont se sumar¨¢ cuando le convenga. A S¨¢nchez lo tratan como a un pelele. Y a todas estas, ?qu¨¦ dicen los socialistas catalanes? Nada, callan, pero est¨¢n con ellos, saben que para conservar el poder deben ser el colaborador necesario de quienes quieren acabar, sin disimulos, con nuestro sistema constitucional.