La rec¨¢mara de la fotograf¨ªa
Foto Colectania explica en una exposici¨®n la historia que hay detr¨¢s de un centenar de las 3.000 im¨¢genes de su colecci¨®n
Cu¨¢ntas veces, ante una fotograf¨ªa, una pintura o cualquier obra de arte, el que la contempla se pregunta qu¨¦ querr¨ªa decir su creador; qu¨¦ le motiv¨® a hacerla o cu¨¢l es la escena y la historia que est¨¢ detr¨¢s de la imagen que ha quedado. Por suerte, hay iniciativas como la de Foto Colectania que han pensado en que esto ocurr¨ªa a menudo y han echado una mano para llegar a conocer las historias que hay detr¨¢s de un centenar de im¨¢genes de las 3.000 piezas que forman su colecci¨®n y que han sido escogi...
Cu¨¢ntas veces, ante una fotograf¨ªa, una pintura o cualquier obra de arte, el que la contempla se pregunta qu¨¦ querr¨ªa decir su creador; qu¨¦ le motiv¨® a hacerla o cu¨¢l es la escena y la historia que est¨¢ detr¨¢s de la imagen que ha quedado. Por suerte, hay iniciativas como la de Foto Colectania que han pensado en que esto ocurr¨ªa a menudo y han echado una mano para llegar a conocer las historias que hay detr¨¢s de un centenar de im¨¢genes de las 3.000 piezas que forman su colecci¨®n y que han sido escogidas para la exposici¨®n Basado en historias reales. Colecci¨®n Foto Colectania, que ha abierto sus puertas en el centro del paseo Picasso de Barcelona hasta el 28 de febrero.
En 1980, el gran fot¨®grafo Carlos P¨¦rez Siquier, paseaba por el barrio de La Chanca de Almer¨ªa cuando vio a una madre amamantando a su peque?o en una calle. Cuando la mujer vio la c¨¢mara comenz¨® a gritarle y lanzarle una mirada fulminante, a la vez que cruz¨® los dedos en un gesto ritual de maldici¨®n gitana. El premio nacional de fotograf¨ªa en 2003 consigui¨® la instant¨¢nea, ¡°pero fue la ¨²nica foto agresiva de mi historial¡±, reconoce en su peque?o texto el impulsor de la revista Afal.
En 1991, muy cerca de all¨ª, en el desierto de Tabernas, escenario de los spaghetti western de los a?os sesenta y setenta, la fot¨®grafa Cristina Garc¨ªa Rodero, se vio sorprendida, cuando buscaba captar la imagen de unas gallinas y una ni?a, por la presencia de un caballo revolc¨¢ndose en la c¨¢lida arena ante los decorados de la pel¨ªcula La muerte ten¨ªa un precio. Su imagen se llama Peque?o Hollywood.
En 1964 Zambia, reci¨¦n independizada, quiso llegar a la Luna. ¡°Euf¨®rica lanz¨®, de la mano de un profesor de secundaria, su primer programa espacial con el que quer¨ªa mandar al sat¨¦lite a 12 astronautas y 10 gatos, superando a los Estados Unidos y a la Uni¨®n Sovi¨¦tica; algo que qued¨® en un sue?o al no encontrar financiaci¨®n¡±, explica Cristina de Middel, autora de la serie Afronautas, de 2011, a partir de la documentaci¨®n existente.
Por su parte, Chema Madoz cuenta c¨®mo en 1985 fotografi¨® a su padre en Sin t¨ªtulo: ¡°Era a mediados de los a?os ochenta y yo trataba de encontrar una manera diferente de contar las cosas. Me acuerdo que cuando de peque?o visitaba a mi padre en su trabajo, siempre me llamaba la atenci¨®n que alguno de sus compa?eros llevaba un pa?uelo en el bolsillo de la americana del que sobresal¨ªan tres picos. Yo miraba extra?ado aquel detalle geom¨¦trico y por m¨¢s vueltas que le daba, aquello siempre me pareci¨® un misterio. ?Hac¨ªan trucos de magia?¡±.
Son cuatro de las peque?as historias que desvelan los autores como los anteriores o Helena Almeida, Pilar Aymerich, Tony Catany, Colita, Joan Colom, Joan Fontcuberta, Alberto Garcia-Alix, Ram¨®n Masats, Jean Marie del Moral, Francisco Onta?¨®n, Gervasio S¨¢nchez y Miguel Trillo, entre otros, que pueden leerse o descargarse con un c¨®digo QR, junto a cada una de las im¨¢genes. ¡°Se trata de mostrar una intencionalidad que muchas veces pasa desapercibida¡±, explica el director de la fundaci¨®n, Pepe Font de Mora, que cree, junto a la comisaria Irene de Mendoza, que la idea permite ¡°tener una nueva mirada de las instant¨¢neas y seguir indagando y descubriendo el trabajo de los fot¨®grafos que exponen en la muestra¡±.
Algunos de los autores han descrito la imagen, otros la t¨¦cnica empleada, como Txema Salvans, que habla, para su serie sobre la prostituci¨®n en la carretera de The Waiting Game de 2011, de distancia, luz y momento. Tambi¨¦n han contado con los familiares de los autores, como Laura Terr¨¦, que ha explicado c¨®mo su padre Ricard en 1956 capt¨® en la imagen de la muestra algo tan dif¨ªcil como el escenario y los artistas del Liceo, pero tambi¨¦n el p¨²blico; o, incluso, los protagonistas, como Karen Leiz, la mujer en ba?ador que aparece en Imagen blanca, de 1959, realizada por Leopoldo Pom¨¦s: ¡°A primera hora de una ma?ana me llam¨® por tel¨¦fono con voz de urgencia: ¡ªPaso a buscarte en diez minutos y nos vamos a Castelldefels. Hoy el sol est¨¢ tapado por las nubes y el d¨ªa tiene la luz que estoy esperando hace tiempo. ?Trae el ba?ador blanco!¡±. Ya en playa la hizo pasear por la arena y en un momento dado le dijo ¡°inclina la cabeza¡±. Y as¨ª qued¨® inmortalizada en una imagen ic¨®nica del creador de las burbujas navide?as de un cava.
De los 60 fot¨®grafos, solo 8 son mujeres. Hay que tener en cuenta que en los a?os 50 la mayor¨ªa de fot¨®grafos son hombres. ¡°Es como se ha escrito la historia de la fotograf¨ªa. Hoy ser¨ªa diferente¡±, considera De Mendoza.
Momentos dif¨ªciles
El 12 de marzo Foto Colectania presentaba la que ser¨ªa su exposici¨®n de temporada centrada en la obra del japon¨¦s Daido Moriyama. Y as¨ª lo hizo, pero al d¨ªa siguiente no pudo inaugurarse, para evitar la pandemia. El pasado 30 de octubre, cuando se present¨® esta nueva muestra, se tem¨ªa que volviera a ocurrir, pero las salas de exposiciones se salvaron del cierre que afect¨® a teatros, cines y salas de conciertos. Pese a eso, la situaci¨®n ha golpeado a este centro decano de la exhibici¨®n y el coleccionismo fotogr¨¢fico en Barcelona. ¡°Los ingresos han disminuido este a?o y hemos tenido que reducir el presupuesto un 30%¡±, explica Font de Mora.
Pese a eso, el director de la sala mantiene que los objetivos de Foto Colectania son: "Ser una plataforma de difusi¨®n de la fotograf¨ªa. Creemos que ahora es el momento de redoblar nuestro compromiso y reforzar nuestra conexi¨®n con la sociedad¡±. Por eso, centrar¨¢n sus esfuerzos en ¡°dar voz a los m¨¢s j¨®venes y apostar por temas de contenido social¡±. En ese sentido la pr¨®xima muestra, desvel¨®, es la dedicada a la norteamericana Mary Ellen Mark, centrada en las personas ¡°lejos de la sociedad dominante, a veces, problem¨¢ticas¡±.