Resolviendo dudas sobre la vacuna

Por fin ha llegado el d¨ªa en que hemos visto la imagen que, desde hace meses, se hab¨ªa convertido en un anhelo de toda la humanidad: la primera persona en recibir la vacuna contra el SARS-CoV-2. El esfuerzo tit¨¢nico de investigadores, organismos internacionales y compa?¨ªas farmac¨¦uticas ha permitido lograr un hito sin precedentes en el campo de la ciencia: desarrollar una vacuna contra un virus nuevo en un tiempo r¨¦cord. Esta primera vacuna que ya se est¨¢ administrando es la vacuna de Pfizer-BioNTech.

Esta vacuna ha demostrado un 95% de eficacia en prevenir la covid-19 y una elevada seguridad tras superar los ensayos cl¨ªnicos en miles de voluntarios. Hay que tener en cuenta, no obstante, que los estudios que han generado estos resultados y que han permitido su autorizaci¨®n se han realizado en adolescentes mayores de 16 a?os y adultos de todas las edades: sanos, con determinadas patolog¨ªas de base, y sin excluir a personas que ya hubiesen padecido la covid-19. Los criterios de inclusi¨®n y exclusi¨®n de voluntarios en los ensayos cl¨ªnicos permiten que los resultados obtenidos sean extrapolables a la poblaci¨®n de iguales caracter¨ªsticas. Por este motivo, esta vacuna solo est¨¢ indicada en el momento actual en personas mayores de 16 a?os. Todav¨ªa no hay datos de seguridad ni de eficacia en menores de esta edad, no obstante sabemos que los ni?os presentan formas leves o asintom¨¢ticas de la enfermedad, por lo que en las estrategias de vacunaci¨®n no se han incluido entre los grupos prioritarios. Se han iniciado ya los ensayos cl¨ªnicos en ni?os.

La mayor¨ªa de infectados tienen inmunidad pero no se sabe la duraci¨®n, por eso se recomienda su vacunaci¨®n

La vacuna se puede y debe administrar a personas con enfermedades cr¨®nicas que se asocian a un mayor riesgo de evoluci¨®n grave de la infecci¨®n por SARS-Cov-2, como la diabetes, las enfermedades pulmonares y cardiovasculares, la hipertensi¨®n arterial, la insuficiencia renal cr¨®nica, enfermedades neurol¨®gicas y hep¨¢ticas, c¨¢ncer e inmunosupresi¨®n. Aunque a¨²n no se dispone de evidencias cient¨ªficas sobre la eficacia y seguridad de la vacuna en personas con inmunodepresi¨®n o en aquellas que reciben tratamientos inmunosupresores, ya que no se han incluido en los ensayos cl¨ªnicos realizados hasta este momento, la vacunaci¨®n no est¨¢ contraindicada ya que la vacuna no contiene virus vivos atenuados, pero la respuesta inmune inducida por la vacuna puede ser m¨¢s baja y, por tanto, su eficacia inferior a la observada en personas sanas, al igual que ocurre con todas las vacunas.

La vacuna est¨¢ contraindicada en personas que hayan tenido una reacci¨®n al¨¦rgica grave (anafilaxia) a alguno de sus componentes o a la primera dosis. En estos casos no se debe administrar la siguiente dosis. Las recomendaciones de las autoridades sanitarias indican tambi¨¦n retrasar la vacunaci¨®n en aquellas personas con antecedentes de alergias graves por otras causas, como las que llevan siempre un dispensador autoinyectable de adrenalina, hasta que se disponga de m¨¢s datos cient¨ªficos.

No se recomienda la vacunaci¨®n durante el embarazo, ya que no se han realizado todav¨ªa ensayos cl¨ªnicos en gestantes que aporten evidencias cient¨ªficas sobre la seguridad vacunal, tanto en la madre como en el feto. Es aconsejable que las mujeres en edad f¨¦rtil que se hayan vacunado pospongan el embarazo hasta transcurridos dos meses de la segunda dosis de vacuna. Tampoco se recomienda la vacunaci¨®n en mujeres que est¨¦n lactando, ya que se desconoce si la vacuna se excreta a trav¨¦s de la leche materna.

Una situaci¨®n que ha generado controversia estas ¨²ltimas semanas en los medios de comunicaci¨®n es la vacunaci¨®n de personas con problemas de coagulaci¨®n o en tratamiento con anticoagulantes. Se ha comentado err¨®neamente que la vacuna estar¨ªa contraindicada en estos casos. No es as¨ª, la vacuna puede administrarse siempre que no haya ning¨²n criterio m¨¦dico especial que lo impida. Las inyecciones intramusculares de peque?o volumen, como es el caso de esta vacuna y de todas las dem¨¢s que se administran a estos pacientes (por ejemplo, la vacuna antigripal) se deben aplicar con agujas m¨¢s finas y haciendo presi¨®n en el lugar de la inyecci¨®n durante dos minutos para evitar un posible hematoma en el lugar de inyecci¨®n.

Una persona vacunada debe seguir con las medidas preventivas: mascarilla, distancia e higiene de manos

Otra pregunta que surge a menudo es si las personas que han padecido la covid-19 deben o no vacunarse. Los conocimientos actuales muestran que la mayor¨ªa de personas infectadas por SARS-CoV-2 tienen inmunidad natural, aunque se desconoce su duraci¨®n y el riesgo de padecer reinfecciones. Por este motivo, y porque sabemos por los resultados de los ensayos cl¨ªnicos que la vacuna es segura en estas personas, se recomienda su vacunaci¨®n. En el caso de personas muy vulnerables, como las de residencias geri¨¢tricas, pueden vacunarse una vez recuperados de la enfermedad, en el resto se priorizar¨¢ seg¨²n riesgo de exposici¨®n y tiempo transcurrido desde la infecci¨®n.

La vacuna puede ser el inicio del fin de esta pandemia. Pero una persona vacunada debe seguir cumpliendo con las medidas preventivas: mascarilla, distancia f¨ªsica e higiene de manos. Hasta que no consigamos la tan anhelada inmunidad de grupo, no podemos bajar la guardia. Una ¨²ltima reflexi¨®n: vacunarse es un acto de responsabilidad individual y colectiva, as¨ª como de solidaridad hacia toda la poblaci¨®n.

Magda Campins es jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiolog¨ªa del Hospital Vall d¡¯Hebron.