El Ayuntamiento vallar¨¢ el Tur¨® de la Rovira para frenar su deterioro
Se cerrar¨¢ el conjunto de las bater¨ªas antia¨¦reas y las antiguas barracas y se dejar¨¢n abiertos los caminos perimetrales
Descubierto hace unos a?os por los turistas, y durante el confinamiento por muchos barceloneses, el Tur¨® de la Rovira es un estupendo mirador de Barcelona y est¨¢ muchas veces repleto de gente. De d¨ªa y de noche. Tanto es as¨ª que el conjunto de las antiguas bater¨ªas antia¨¦reas y los restos de barracas (habitadas hasta 1990) se est¨¢n deteriorando. El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado inicialmente el proyecto para vallar el espacio. Est¨¢ previsto que las obras se hagan el pr¨®ximo verano, pero antes...
Descubierto hace unos a?os por los turistas, y durante el confinamiento por muchos barceloneses, el Tur¨® de la Rovira es un estupendo mirador de Barcelona y est¨¢ muchas veces repleto de gente. De d¨ªa y de noche. Tanto es as¨ª que el conjunto de las antiguas bater¨ªas antia¨¦reas y los restos de barracas (habitadas hasta 1990) se est¨¢n deteriorando. El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado inicialmente el proyecto para vallar el espacio. Est¨¢ previsto que las obras se hagan el pr¨®ximo verano, pero antes la iniciativa tendr¨¢ que pasar por el plenario.
El debate sobre qu¨¦ hacer en un espacio como los antiguos b¨²nkeres no es nuevo. El del Carmel es el clar¨ªsimo ejemplo de un enclave que pas¨® con discreci¨®n sus primeros a?os una vez fue arreglado, que acab¨® popularizado y que el turismo acab¨® masificando, con su consecuente deterioro. Los expertos en turismo hablan de que los espacios tienen una cierta ¡°capacidad de carga¡±. Los grafitis en la zona son m¨¢s expl¨ªcitos: ¡°Tourist go home¡±, ha pintado alguien en el recinto.
La soluci¨®n es controvertida. Llegar hasta el punto de tener que cerrar el espacio p¨²blico es una l¨¢stima, pero no hacerlo pone en peligro el patrimonio. Adem¨¢s, la masificaci¨®n causa molestias entre los vecinos. Antes de la pandemia, en verano y los fines de semana hab¨ªa incluso lateros vendiendo cerveza a los presentes, afanados en dejar testigo de la visita en Instagram. La etiqueta #turodelarovira en la red social tiene casi 8.000 publicaciones.
La asociaci¨®n vecinal del Tur¨® de la Rovira ve el cierre con muy buenos ojos. Pero otros vecinos, como los agrupados en la Plataforma de Viviendas Afectadas por el plan de los Tres Turons, lo rechazan y creen que hay otras formas de gestionar un espacio que se gan¨® para la ciudad hace unos pocos lustros.
El proyecto ejecutivo aprobado inicialmente por el Gobierno municipal tiene un presupuesto de 670.000 euros. Contempla cerrar el acceso a los ¨²ltimos metros de la colina, el espacio que queda en el interior de los caminos que, cimentados, conectan con los diferentes accesos: la calle de Mari¨¤ Lab¨¨rnia, Lab¨¨rnia, Tur¨® de la Rovira y M¨¹lhberg. En total habr¨¢ seis puertas y las vallas (de listones met¨¢licos de dos metros de altura, como en algunas zonas del Park G¨¹ell) se cerrar¨ªan de noche, como en otras zonas verdes de la ciudad, y se podr¨ªa caminar por el per¨ªmetro a cualquier hora.
Con todo, el horario y la gesti¨®n del cierre todav¨ªa se tienen que perfilar, apunta la concejal del distrito de Horta-Guinard¨®, Rosa Alarc¨®n. ¡°Si se cierra tambi¨¦n durante algunas horas de d¨ªa y qui¨¦n har¨¢ el control de paso est¨¢ por decidir, seguramente se encargar¨¢ la empresa municipal BSM, como sucede en el Park G¨¹ell, pero en ning¨²n caso ser¨¢ de pago¡±, aclara. Para visitar la zona monumental del parque ideado por Antoni Gaud¨ª, muy pr¨®ximo, hay que pagar entrada.
En una primera fase se vallar¨¢ el per¨ªmetro que marcan los caminos actuales, los ya cimentados. En una segunda, el proyecto mostrado a la asociaci¨®n de vecinos prev¨¦ tambi¨¦n acondicionar un nuevo camino y colocar escaleras en la vertiente sur, la que mira al barrio del Carmel y que desciende hacia las calles del Tur¨® de la Rovira y Gran Vista.
Incivismo
Desde la Asociaci¨®n de Vecinos del Tur¨® de la Rovira, Conxita Lozano celebra el proyecto de vallar el entorno. ¡°Por los da?os al patrimonio y por las molestias y el incivismo: pasan a cualquier hora, gritan, suben en moto, montan juergas... En verano, cuando hab¨ªa turistas, hab¨ªamos tenido alg¨²n incidente con ellos, uno incluso se cay¨®¡±, relata desde la misma calle de Mari¨¤ Lab¨¨rnia, urbanizada en 2015.
El tambi¨¦n vecino y portavoz de la Plataforma de Viviendas Afectadas por el plan de los Tres Turons, Fran Bernal, rechaza el cierre. ¡°Los efectos negativos actuales no se pueden leer sin lo que ha pasado antes, la historia nos dice que el urbanismo nunca est¨¢ al servicio de las clases populares. La administraci¨®n promociona un lugar, sabe los efectos que tendr¨¢ y acaba consiguiendo que los vecinos pidan lo que se persegu¨ªa de inicio¡±, dice. Bernal recuerda que hay ¡°otros espacios que se desalojan cada noche, como la plaza de les Dones del 36, en Gr¨¤cia, sin cerrarlos¡±. ¡°No olvidemos que las bater¨ªas son un s¨ªmbolo de la defensa antifascista y las libertades¡±, lamenta.
El espacio musealizado de las bater¨ªas, abierto tres d¨ªas a la semana
En horario de invierno, el espacio musealizado de las bater¨ªas antia¨¦reas (donde se construyeron las plataformas de cuatro ca?ones, centro de mando, espacios para la tropa y los oficiales, duchas, ba?os y cocinas) abre los mi¨¦rcoles, s¨¢bados y domingos en horario de ma?ana. La visita es libre y desde la pandemia no hay recorridos guiadas, explican en el Museo de Historia de Barcelona, del que depende el espacio, inaugurado en 2011. La bater¨ªa fue construida durante la Guerra Civil para intentar defender Barcelona de los ataques de la aviaci¨®n fascista. Despu¨¦s de la guerra, las estructuras fueron aprovechadas para construir las barracas de los Ca?ones, que mira al Guinard¨® por el lado sur y al Carmel por el lado norte, y cuyos ¨²ltimos habitantes se marcharon antes de los Juegos Ol¨ªmpicos. La restauraci¨®n del espacio patrimonial recibi¨® el Premio Europeo del Espacio P¨²blico Urbano en 2012.