Quince a?os despu¨¦s
El ¡®proc¨¦s¡¯ no ha terminado y es urgente ponerle fin, no prolongarlo con componendas que no conducen a resolver el problema. El secesionismo no dar¨¢ marcha atr¨¢s y se le debe obligar a rectificar
Para sorpresa de muchos, y con s¨®lo dos excepciones, los firmantes de un manifiesto hecho p¨²blico en junio de 2005, y que un a?o despu¨¦s dio origen al partido Ciudadanos, han ratificado las ideas b¨¢sicas que entonces expusieron y han considerado que dicho partido es quien mejor las sigue defendiendo.
?Por qu¨¦ se produjeron estas sorpresa? Quiz¨¢s porque algunos de estos firmantes ¡ªentre los que me cuento¡ª hab¨ªan discrepado en p¨²blico de la aplicaci¨®n de estas ideas por parte de la direcci¨®n de dicho partido y, en consecuencia, a algunos no les cabe en la cabeza que, a pesar de ello, en su comunicado de la semana pasada, dichos firmantes manifestaran que Ciudadanos segu¨ªa siendo un partido ¨²til y necesario para asegurar la imprescindible estabilidad en la pol¨ªtica espa?ola y catalana.
Otorgar el voto a un partido no implica compartir la totalidad de sus decisiones pol¨ªticas
Muchos acostumbran a confundir la cr¨ªtica de ciertos errores con la traici¨®n y la discrepancia parcial con el rechazo total. Eso ha sucedido en el interior de Ciudadanos y sucede en todos los partidos: quien no est¨¢ conmigo est¨¢ contra m¨ª o quien se mueve no sale en la foto. Sin embargo, lo normal entre personas con libertad de criterio deber¨ªa ser que al otorgar el voto a un partido no sea necesario compartir la totalidad de sus decisiones pol¨ªticas. Simplemente deber¨ªa bastar la coincidencia con sus directrices b¨¢sicas, ver el papel que pueda desempe?ar en la actual coyuntura y, finalmente, sus probables alianzas con otras fuerzas tras las elecciones.
Esto es, me parece, lo que han considerado mis compa?eros de fatigas en los tiempos iniciales de Ciudadanos al firmar el reciente comunicado y, en todo caso, esta es mi posici¨®n. Tras m¨¢s de 15 a?os de aquel manifiesto, y viendo el panorama catal¨¢n, hay todav¨ªa m¨¢s argumentos para considerar adecuadas las ideas y propuestas de Ciudadanos. Recu¨¦rdese lo que nos motiv¨® a emprender aquella extra?a aventura: el pacto de gobierno en Catalu?a del PSC con ERC e Iniciativa ¡ªel famoso tripartito¡ª cuya intenci¨®n primordial, y casi ¨²nica, era aprobar un nuevo Estatuto, obvia trampa, tal como despu¨¦s se ha visto, que dio lugar con el paso del tiempo a esta etapa negra llamada proc¨¦s.
Desde entonces, la situaci¨®n pol¨ªtica ha cambiado, en parte a peor y en parte a mejor. A peor porque si se repite, como parece ser la intenci¨®n inconfesada de los socialistas, otro pacto al que siguen empecinados en llamar de izquierdas, al modo que tambi¨¦n se denomina de izquierdas el gobierno de Pedro S¨¢nchez, el tr¨ªo de partidos catalanes que pueden formar gobierno muestra muchos m¨¢s riesgos que entonces.
Primero, porque IC, aunque algo te?ido de nacionalismo identitario, era un partido, como demostraron sus dirigentes parlamentarios, incluso en septiembre y octubre de 2017, frontalmente opuesto a la secesi¨®n y, adem¨¢s, de car¨¢cter no populista. Quien ocupa hoy este lugar son los comunes, representantes de Podemos en Catalu?a y que se muestran ambiguos en muchos aspectos pero, en especial, en el de la secesi¨®n. Segundo, porque Podemos est¨¢ coaligado con el PSOE en el Gobierno central y los comunes son pieza importante del mismo: Castells como ministro y, especialmente, Assens como portavoz parlamentario. Por tanto, para mantener estos dos d¨¦biles gobiernos las cesiones mutuas, tan peligrosas, ser¨ªan constantes.
Hay que buscar la alianza de las fuerzas unionistas que sepan frenar este insensato proceso
Pero la situaci¨®n tambi¨¦n es mejor porque en los ¨²ltimos 15 a?os la sociedad catalana ha cambiado. Una parte de ella se ha fanatizado con el se?uelo de la independencia pero otra ha tomado conciencia del da?o que est¨¢ causando el proc¨¦s, de la decadencia econ¨®mica de Catalu?a, de los enga?os de los dirigentes independentistas y del rechazo de los dem¨¢s Estados de la Uni¨®n Europea y del mundo internacional. La independencia no s¨®lo es un sue?o imposible sino que el camino emprendido para llegar a ella ha resultado ya sumamente perjudicial.
Por ello los antiguos firmantes del Manifiesto de 2005 se han puesto f¨¢cilmente de acuerdo: el proc¨¦s no ha terminado y es urgente ponerle fin, no prolongarlo con componendas que no conducen a resolver el problema. El secesionismo no dar¨¢ marcha atr¨¢s por s¨ª mismo sino que se le debe obligar a rectificar. De lo que se trata, en consecuencia, es de buscar la uni¨®n parlamentaria de las fuerzas pol¨ªticas unionistas que sepan frenar este insensato proceso y devuelvan la normalidad a Catalu?a. Tras 15 a?os, el papel de Ciudadanos sigue siendo decisivo.
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