Hablemos de violencias
Necesitamos tomar conciencia del conjunto de violencias que configuran nuestra injusta sociedad generando da?os por vulnerar, herir, las necesidades humanas. Hay que hacerlas presentes
Violencia, una palabra que no ha dejado de sonar y resonar en el debate p¨²blico con mayor fuerza de la habitual tras las primeras movilizaciones en respuesta al encarcelamiento de Pablo Has¨¦l. Pero con una novedad, creo que por primera vez en mucho tiempo partidos de gobierno (Generalitat de Catalunya, Gobierno de Espa?a, Ayuntamiento de Barcelona¡) han se?alado lo razonable de las reivindicaciones, incluso su cercan¨ªa a las personas manifestantes.
Un ejercicio hist¨®rico se hace necesario. Pere Aragon¨¨s, por ejemplo, ha pedido no criminalizar a las personas j¨®venes que se manifiestan. Un antecesor de su partido en la Generalitat, el consejero Huguet, hace 12 a?os, dijo de otras personas j¨®venes parecidas que eran unos franquistas¡ No ser¨ªa la ¨²nica evidencia de criminalizaci¨®n que encontrar¨ªamos en aquellos a?os. ?Qu¨¦ ha cambiado desde entonces para que se d¨¦ una respuesta tan diferente?
Seguramente, la explicaci¨®n la encontraremos en c¨®mo la movilizaci¨®n social ha pasado de los m¨¢rgenes al centro. En 2008-2009 las movilizaciones eran r¨¢pidamente etiquetadas, estigmatizadas y criminalizadas como de ¡°antisistemas¡±. Hoy, muchas personas de diferentes sectores sociales pueden asistir a ellas, compartir sus reivindicaciones¡ Los ciclos de movilizaciones conocidos como 15-M y proc¨¦s independentista han dinamizado y extendido diferentes ideas, reivindicaciones y experiencias a personas que anteriormente no las hab¨ªan compartido: la demanda de una democracia real, la desobediencia, la cr¨ªtica a la polic¨ªa o la justicia, el feminismo, el ecologismo¡ Nuevas generaciones han crecido asumiendo este pensamiento. Nuestra sociedad ha cambiado, est¨¢ cambiando.
Las movilizaciones de esta d¨¦cada tambi¨¦n han ido dejando otro impacto, la aceptaci¨®n mayoritaria entre las personas que se manifiestan de la noviolencia como estrategia y t¨¢ctica. La noviolencia por principios, por valores o por su utilidad. La noviolencia crea, construye desde el inicio, la alternativa que se propone. La noviolencia resulta inclusiva, muchas persones de diferentes condiciones pueden participar. La noviolencia genera que personas que no comparten las reivindicaciones puedan cambiar de opini¨®n y convencerse de que son leg¨ªtimas e, incluso, justas. Disponemos de diferentes estudios y experiencias que nos muestran que las movilizaciones no violentas tienen m¨¢s probabilidades de lograr sus reivindicaciones que las violentas.
Estas semanas hablamos mucho, es necesario, de la violencia que se ha vivido en las movilizaciones a las que estamos asistiendo tras el encarcelamiento de Pablo Has¨¦l y que se han convertido en un grito de rabia y malestar por una acumulaci¨®n de motivos. Es necesario tambi¨¦n que hablemos de violencias. Uno de los objetivos de las movilizaciones de esta d¨¦cada ha sido, en muchas ocasiones, hacer presentes las violencias que se sufren contra las necesidades humanas. Tambi¨¦n nos lo explican desde la investigaci¨®n acad¨¦mica. Necesitamos tomar conciencia del conjunto de violencias que configuran nuestra injusta sociedad generando da?os por vulnerar, herir, las necesidades humanas. Tenemos que hablar de todas las violencias para hacerlas presentes, para no invisibilizarlas y para buscar que dejen de existir.
Cada d¨ªa es 8 de marzo, y cada d¨ªa hay que recordar la gran cantidad de violencias que reciben las mujeres solo por ser mujeres. En la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019 del Ministerio de Igualdad se constataba que m¨¢s de la mitad de las mayores de 16 a?os han sufrido alg¨²n tipo de violencia por ser mujeres.
En Catalu?a se calcula que 5.737 familias perdieron su hogar el a?o 2020, mayoritariamente por no poder pagar el alquiler. Por efecto de algunas medidas que han limitado los desahucios durante la pandemia esta cifra ser¨ªa la mitad de la de 2019. Catalu?a lidera esa violencia contra el derecho a la vivienda que no est¨¢ garantizado.
En Barcelona se ha estimado que la mortalidad atribuible a la exposici¨®n cr¨®nica al ruido ambiental en la ciudad es de aproximadamente 130 muertes anuales. El ruido es decisivo en diferentes tipos de enfermedades y trastornos. Se recoge en el informe Soroll ambiental i salut a la ciutat de Barcelona de la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona. Otro informe de la misma agencia documenta que unas 1.000 personas mueren al a?o por la contaminaci¨®n del aire. Y lo sabemos de Barcelona porque alguien quiere hacerlo p¨²blico y cambiarlo. La violencia de no poder ir al dentista por ser pobre se ha identificado y se ha creado un dentista municipal, o un canguro municipal. Hay mucho por hacer¡
Necesitamos hablar de todas las violencias (la precariedad, la pobreza, el racismo institucional¡) y de c¨®mo pueden resolverse, porque est¨¢ en nuestras manos dejar de causarlas y hacer que desaparezcan.
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