El tr¨¢gala de ERC a Junts

Un mes y medio despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas del 14-F que gan¨® el partido socialista, otro partido, ERC, que qued¨® en segunda posici¨®n negocia con la derecha catalana para alzarse con la presidencia de la Generalitat a cambio de cederle a Junts, el partido de Carles Puigdemont, aproximadamente la mitad del gobierno que ambos formen a continuaci¨®n. La coalici¨®n solo es posible si cuenta adem¨¢s con el apoyo de los diputados de la CUP, algo que se da por casi seguro siempre que se trate de ir contra el partido socialista y los comunes, como es el caso. Es lo que ERC y la CUP ya han acordado, a la espera de que Junts se les sume. ERC, Junts y las CUP suman 74 esca?os, seis por encima de la mayor¨ªa absoluta del Parlament.

La insistencia de Aragon¨¨s en lo del gobierno de izquierdas e independentista le suena a gato encerrado a Junts

De manera del todo incoherente, el candidato que ERC propone como futuro presidente, Pere Aragon¨¨s, proclama sin embargo que el gobierno que quiere formar a medias con la derecha ser¨¢ un gobierno de izquierdas. No lo define mediante una f¨®rmula, que ser¨ªa bastante m¨¢s ajustada a la realidad, como una gran coalici¨®n nacional-independentista. O, simplemente, independentista. Lo dice una y otra vez, incluso despu¨¦s de que los socialistas y los comunes le hayan ofrecido negociar f¨®rmulas para articular una mayor¨ªa y un gobierno de izquierdas que no tenga la derecha dentro. La suma de los diputados del PSC, ERC y En Com¨²-Podem da 74 esca?os. O sea, tambi¨¦n seis por encima de la mayor¨ªa absoluta.

Los primeros en percibir la incoherencia en las palabras de Aragon¨¨s son los dirigentes de Junts. Ellos no se ven a s¨ª mismos como miembros de un ejecutivo izquierdista. Sostienen que la cuesti¨®n es que el gobierno que se forme sea consecuentemente independentista, algo que en sus planteamientos solo est¨¢ garantizado si se incorpora su propia iniciativa, sus propuestas y sus liderazgos, en particular el de Puigdemont. La insistencia de Aragon¨¨s en lo del gobierno de izquierdas e independentista le suena a gato encerrado, a Junts. Una f¨®rmula para tenerles pillados en minor¨ªa dentro de la alianza independentista. Dos contra uno. Junts en minor¨ªa frente a ERC y CUP. Un tr¨¢gala negociado a sus espaldas, como le recrimin¨® el viernes pasado al propio Aragon¨¨s el diputado de Junts Albert Batet en el primer debate de la sesi¨®n de investidura.

Este planteamiento es de muy dif¨ªcil asunci¨®n para Junts. El tr¨¢gala, adem¨¢s, es toda una demostraci¨®n de fuerza por parte de ERC. Pretende ser la materializaci¨®n de un cambio en la direcci¨®n del movimiento independentista. Lo que desde 2012 ha estado bajo la direcci¨®n de la Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Artur Mas y luego, en sus sucesivas mutaciones, bajo la de Puigdemont, pasa a estar bajo la direcci¨®n de ERC y la CUP. ?De un eventual presidente llamado Pere Aragon¨¨s? No, todos saben que la cuesti¨®n no est¨¢ entre Aragon¨¨s y Puigdemont sino entre Puigdemont y Oriol Junqueras, los presidentes de Junts y ERC, respectivamente. Ahora mismo, entre Waterloo y Lledoners.

La cuesti¨®n no est¨¢ entre Aragon¨¨s y Puigdemont sino entre Puigdemont y Junqueras, los presidentes de Junts y ERC. Ahora mismo, entre Waterloo y Lledoners

El cambio en la relaci¨®n de fuerzas dentro del campo independentista se ha modificado a favor de ERC en las elecciones del 14 de febrero. Pero por un margen tan estrecho que ser¨ªa ilusorio tenerlo por definitivo. ERC obtuvo el 21,3% de los votos frente al 20,04% de Junts. Los dirigentes de Junts tienden a pensar, no sin argumentos, que en unas pr¨®ximas elecciones pueden recuperar el 2,72% que el 14 de febrero consigui¨® el PDeCAT de Artur Mas, una vez que se ha demostrado que el grueso del voto exconvergente se ha decantado por Junts, con lo que se podr¨ªan poner otra vez por delante de ERC. Este 20,4% de Junts m¨¢s el 2,72% del PDeCAT suman un 22,72% que le hubieran colocado por delante del 21,3% de ERC. Por poco, pero por delante. La relaci¨®n ser¨ªa otra, claro. La idea de que hay un empate entre ERC y Junts dificulta la aceptaci¨®n del tr¨¢gala fabricado por ERC y la CUP para sus eventuales aliados.

Enzarzados Puigdemont y Junqueras en la permanente e irresuelta pugna por la primac¨ªa en el independentismo, parece como si esta fuera la madre de todas las guerras. Pero no es as¨ª. ERC est¨¢ en manos de Junts desde el momento en que Junqueras decidi¨® hace ya mucho tiempo, pr¨¢cticamente desde que se hizo con el mando del partido, que su verdadero adversario en Catalu?a es el partido socialista y no la derecha catalana. Sin esa premisa, ya habr¨ªa ahora un presidente y un gobierno de izquierdas en Catalu?a.