Con la mejor intenci¨®n

La exposici¨®n sobre Montbau, que actualmente reclama la atenci¨®n desde los ventanales de la planta baja del COAC en la Pla?a Nova, hace inevitable pensar en este barrio lejos de los focos medi¨¢ticos, que no dejan de celebrar los ¨¦xitos que en materia de urbanismo y vivienda actuales suelen se?alarse desde distintos foros. La exposici¨®n, realizada con los fondos del archivo del COAC, nos hace caer en la cuenta que en los ¨²ltimos 40 a?os los distintos gobiernos municipales de esta ciudad la han ido construyendo y modelando mediante reformas y operaciones llenando huecos y cubriendo d¨¦ficits, que en la mayor parte de los casos eran necesarios.

Pero a poco que pensemos en Montbau, nos hace ver que las noticias sobre la construcci¨®n de nuevas viviendas se dan con cuentagotas y que, salvo la Villa Ol¨ªmpica ¡ªya hace 30 a?os¡ª, hace tiempo que la ciudad no ve construir nuevos barrios enteros mediante un solo impulso. Y a pesar de que los gobiernos municipales se han prolongado varios periodos, parecen haberse dedicado a hacer cosas nuevas que pusieran a Barcelona en ¨®rbita, pero no parecen haber estado para ¡°dar morada¡±.

Las noticias sobre la construcci¨®n de nuevas viviendas en la ciudad se dan con cuentagotas

Las noticias sobre la construcci¨®n de nuevas viviendas en la ciudad se dan con cuentagotas

La exposici¨®n sobre Montbau pone de relieve, en definitiva, que la ciudad est¨¢ de reformas hace tiempo. Pero si no queremos que los recientes ejecutivos municipales puedan ser motivo de una r¨¦plica igual que la c¨¦lebre escena de pel¨ªcula La vida de Brian, bajo la pregunta ¡°?pero qu¨¦ han hecho los romanos?¡±, en materia de urbanismo deber¨ªamos considerar seriamente en organizar en el CCCB una exposici¨®n sobre la Barcelona de Porcioles, que permitiera tener una opini¨®n m¨¢s inclusiva sobre los hechos de la Barcelona moderna, de los que Montbau es un ejemplo. Convocar aqu¨ª el periodo del alcalde Porcioles no quiere decir que lo hiciera bien (cosa que, por cierto, no creo que se pueda decir de nadie en t¨¦rminos absolutos), ni siquiera que hiciese ¡°algunas¡± cosas bien. Quiere decir que la costumbre de sentenciar las cosas de la ciudad, a estas alturas del siglo, mediante una etiqueta pol¨ªtica, en este caso de franquista, como han hecho algunos art¨ªculos aparecidos en la prensa en relaci¨®n a Montbau, no ayuda nada. Solo sirve, por ejemplo, para dar una tenue cobertura moral a los asesinos del alcalde ¡°franquista¡± Viola, que hoy campan libres entre nosotros y participan de la vida p¨²blica de este pa¨ªs.

La imagen de Montbau con la que se publicita la muestra, una foto panor¨¢mica que forra la fachada del COAC, tomada por Manolo Laguillo desde una ventana de una vivienda de la calle Poesia, ha tra¨ªdo el bosque a la ciudad, como se puede ver desde el exterior y desde la misma exposici¨®n y mirar a trav¨¦s del filtro de ese bosque la Pla?a Nova. El bosque que permiti¨® decir a Xavier Sub¨ªas, uno de los proyectistas del barrio: ¡°La naturaleza nos ha hecho un gran favor¡±, se?alando las virtudes naturales del emplazamiento, incluida la topograf¨ªa, para mejorar las cualidades del dise?o urbano y arquitect¨®nico de Montbau. Ese bosque, tan acertadamente incorporado a la exposici¨®n, desaparecer¨¢ en gran parte con la propuesta de accesibilidad, que supondr¨¢ la tala de ¨¢rboles, al colocarse ahora escaleras o rampas dise?ados por una ingenier¨ªa a la que se ha encomendado el proyecto, y que comportar¨¢ talar los ¨¢rboles del lado noreste de la calle de Poesia, en un lado de los Jardins de Montbau, que unen las dos partes del barrio ejecutadas en dos fases distintas.

Una exposici¨®n sobre Montbau en el CCCB pone de relieve que la capital catalana est¨¢ de reformas desde hace tiempo

Una exposici¨®n sobre Montbau en el CCCB pone de relieve que la capital catalana est¨¢ de reformas desde hace tiempo

El caso que plantea Montbau hoy es el debate m¨¢s importante, a¨²n inexistente, sobre la participaci¨®n vecinal en el dise?o de la ciudad, y creo que deber¨ªa someterse a examen. En un primer estadio es incuestionable atender, una vez preguntados, al deseo de los vecinos de mejorar la accesibilidad dada la pendiente del barrio, pero en un segundo estadio es muy opinable que deba ejecutarse en el lugar que desean hacerlo talando ¨¢rboles, en lugar de suprimir algunas plazas de aparcamiento. Cualquier mejora de la accesibilidad, por b¨¢sica que sea, supondr¨¢ una mayor calidad de la vida del barrio, y m¨¢s a¨²n si esta tiene fases, y por tanto deja abierta la posibilidad de matizar y corregir futuras intervenciones.

Una operaci¨®n como esta deber¨ªa hacerse con el mejor dise?o a la altura de un barrio mod¨¦lico en muchos aspectos, aunque sea calificado por algunos como el producto de un alcalde franquista. Estamos delante de una paradoja que desbarata estas calificaciones y esta es que la mejora democr¨¢tica estropear¨¢ la calidad ambiental del barrio talando ¨¢rboles de porte considerable que han resistido hasta hoy, y que espero que no sean tambi¨¦n calificados de franquistas. ?Qu¨¦ quedar¨¢ cuando el barrio se llene de rampas y escaleras mec¨¢nicas? ?No nos arrepentiremos todos?