Aeropuerto, crisis ecol¨®gica y una asamblea

En 1972 se estableci¨® el 5 de junio como D¨ªa Mundial del Medio Ambiente ante las evidencias que ya se ten¨ªan de c¨®mo la actuaci¨®n humana lo pon¨ªa en riesgo. Ese mismo a?o se hab¨ªa publicado el informe Los l¨ªmites del crecimiento. Un informe mal acogido, que expon¨ªa lo que no se quer¨ªa ver, lo que se negaba y se ha continuado negando. Han pasado 49 a?os y hemos perdido mucho tiempo, sabemos hace muchos a?os qu¨¦ nos pasar¨¢ si no cambiamos todo lo necesario. Ya lo estamos sufriendo. Lo vemos en el millar de personas que mueren prematuramente cada a?o en Barcelona por la contaminaci¨®n o en los millones de personas en el mundo que deben buscar refugio porque la crisis ecol¨®gica hace imposible que contin¨²en viviendo en su hogar¡­

Este a?o han coincidido en Catalu?a diferentes tipos de movilizaciones ecologistas en torno a esta fecha. El domingo 5 de junio colectivos llegados de diferentes lugares de Catalu?a se concentraban ante la Generalitat, para decir bien alto ¡°El territorio dice basta, salvemos la naturaleza¡±. Un gran mapa de Catalu?a extendido en la plaza se iba llenando de manchas de pintura roja para hacer visible como en el conjunto del territorio hay heridas abiertas. Podemos poner demasiados ejemplos.

Estos d¨ªas se est¨¢ hablando especialmente de la posible ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat. Factores lo han llevado a la portada de los medios no necesariamente los ecologistas. Se ha dedicado mucha atenci¨®n a las peticiones de diferentes entidades para que se haga la ampliaci¨®n y el hub sea una realidad. Pero esta reivindicaci¨®n hecha desde hace a?os se hace presente ahora en un momento en el que la preocupaci¨®n por la crisis ecol¨®gica, por la sostenibilidad, ha logrado una centralidad en nuestra sociedad que imposibilita una decisi¨®n sin debate, discusi¨®n de alternativas y atenci¨®n a argumentos que en otros momentos tal vez han sido menospreciados.

Hay quien ha contestado, con una mezcla de sorpresa y malestar, las dudas y reticencias a esta ampliaci¨®n. Incluso se ha podido escuchar en algunas tertulias una pregunta que dice mucho del momento en el que estamos: ¡°?toda la vida queriendo un hub y ahora no lo vamos a hacer?¡± Pues quiz¨¢s s¨ª, quiz¨¢s esta nueva centralidad de unas ideas que consideran que la econom¨ªa no puede pasar por encima de la vida cambiar¨¢ las prioridades.

El ecologismo se ha convertido en un nuevo sentido com¨²n que puede ser utilizado para seguir como hasta ahora, pero con peque?os cambios, insustanciales, de discurso, de marketing, o puede permitir la transformaci¨®n necesaria para hacer posible la sostenibilidad de la vida en planeta. En Sant Jaume tambi¨¦n se repiti¨® muchas veces ¡°Renovables s¨ª, pero no as¨ª¡±. Parec¨ªa una respuesta a todos aquellos que critican las diferentes movilizaciones que han surgido en diferentes municipios catalanes en contra de proyectos de plantas e¨®licas y solares que tienen un gran impacto. Se pueden hacer pasar por verdes y deseables proyectos especulativos que en nombre del ecologismo ponen en riesgo el futuro de municipios de las Garrigues, la Terra Alta... Pero hay contestaci¨®n y se debe escuchar.

Una movilizaci¨®n diferente tuvo lugar el 4 de junio. La gente de Rebeli¨®n o Extinci¨®n convocaba una acci¨®n sorpresa para ocupar la Direcci¨®n General de Pol¨ªticas Ambientales. Su ocupaci¨®n, como otras acciones previas, ten¨ªan un objetivo: conseguir la convocatoria de una asamblea ciudadana sobre la crisis clim¨¢tica y ecol¨®gica. Rebeli¨®n o Extinci¨®n es un movimiento internacional (Extinction Rebellion) que plantea tres demandas: decir la verdad, actuar ahora y asambleas ciudadanas. Consideran que los gobiernos deben crear asambleas ciudadanas escogidas por sorteo representativo, asesoradas por personas expertas, con car¨¢cter vinculante, para poder participar en la toma de decisiones sobre la crisis clim¨¢tica y ecol¨®gica. Teresa Jord¨¤, la consejera de Acci¨®n Clim¨¢tica, Alimentaci¨®n y Agenda Rural, se comprometi¨® el viernes a impulsar esta asamblea ciudadana en los primeros 100 d¨ªas del nuevo gobierno. Pa¨ªses como Suecia o Francia ya han desarrollado experiencias previas de las que podemos aprender mucho.

Una asamblea ciudadana puede ser un muy buen instrumento, tambi¨¦n la mesa de trabajo anunciada para el debate del aeropuerto. Hay demasiados debates que no hemos hecho. Necesitamos que el conjunto de la ciudadan¨ªa pueda analizar la situaci¨®n que vivimos y participe de la decisi¨®n de las pol¨ªticas que se deben desarrollar para hacerle frente. No solo para la crisis ecol¨®gica. Sabemos, hay estudios, que esto nos har¨¢ tambi¨¦n una sociedad m¨¢s democr¨¢tica.