Casi un mill¨®n por el poblado que le dio luz a Catalu?a
El lugar donde hace m¨¢s de un siglo se alojaron los ingenieros y directivos de la central de Camarasa est¨¢ en venta
Casi un mill¨®n de euros, 990.000, ese es el precio de venta de todo un poblado fantasma ¡ªcon una decena de construcciones¡ª en el que hace un siglo habitaron los directivos e ingenieros que construyeron la presa y la central el¨¦ctrica del peque?o municipio de Camarasa (Lleida). Entre esos muros se gestaron los planes con los que a principios del siglo XX se abasteci¨® de electricidad a toda Catalu?a. Hoy, parad¨®jicamente, no hay luz en las entra?a...
Casi un mill¨®n de euros, 990.000, ese es el precio de venta de todo un poblado fantasma ¡ªcon una decena de construcciones¡ª en el que hace un siglo habitaron los directivos e ingenieros que construyeron la presa y la central el¨¦ctrica del peque?o municipio de Camarasa (Lleida). Entre esos muros se gestaron los planes con los que a principios del siglo XX se abasteci¨® de electricidad a toda Catalu?a. Hoy, parad¨®jicamente, no hay luz en las entra?as de estas edificaciones, los cristales est¨¢n rotos, las tripas de las casas vac¨ªas y son indetectables las ansias de aventura, modernidad y colonialismo empresarial de los primeros habitantes que, en 1917, ocuparon el poblado. El lugar est¨¢ abandonado desde hace d¨¦cadas y el esplendor de estas edificaciones inglesas destaca, quiz¨¢s para mal, dentro de un paraje rural en mitad de los r¨ªos Noguera Pallaresa y Segre.
El anuncio de la venta de este poblado sin nombre apareci¨® hace unas semanas en varios portales inmobiliarios y ha sido tal la repercusi¨®n que ha tenido que la inmobiliaria, Fincas Cos -especializada en la venta de mas¨ªas¡ª ha optado por desactivar el anuncio del portal inmobiliario Fotocasa. En Camarasa la presencia de poblado abandonado y fantasmag¨®rico es rutina, pero la expectaci¨®n ante el anuncio ha incomodado al Ayuntamiento de este municipio de 850 vecinos.
EL PA?S fue ayer a comprobar c¨®mo se vende un pedazo de historia de Catalu?a en ruinas. Siguiendo la carretera, pasado el pueblo de Camarasa direcci¨®n Tremp, antes de atravesar un puente que cruza el r¨ªo Segre, hay un camino a mano derecha donde ayer permanec¨ªan una decena de autocaravanas y furgonetas aparcadas. ¡°Aqu¨ª hay mucho turismo de escalada¡±, explicaba uno de los conductores. En el camino hacia el Congost de Mu la historiadora de Camarasa, Dolors Domingo, espera con una llave de casi medio metro para abrir la verja del camino que accede justo al poblado. Unos metros hacia dentro, en plena sierra del Montsec, a mano izquierda se apelmazan las edificaciones con decenas de carteles que advierten que la presencia de curiosos no es bienvenida: ¡°Prohibido entrar en todo el recinto. Verdadero peligro. Recinto dotado de videovigilancia con c¨¢maras de seguridad camufladas de visi¨®n diurna y nocturna. La propiedad no se hace responsable de los da?os que se ocasione a personas o cosas¡±, rezan los carteles.
Dolors Domingo resume la historia del lugar: ¡°En 1912 la empresa Riegos y Fuerza del Ebro decidi¨® construir una presa en estos puntos de confluencia del Noguera Pallaresa y el Segre. Antes edificaron el poblado con este estilo colonial anglosaj¨®n. La empresa era una filial de La Canadiense y hasta aqu¨ª vinieron ingenieros de Estados Unidos, Reino Unido y Canad¨¢. Ellos viv¨ªan en este paraje tan excepcional mientras que los que trabajaban en la presa, sobre todo murcianos, malvivieron donde pudieron. En 1920, la presa comienza a funcionar y el poblado se convierte en el domicilio del director, el jefe de operaciones y el resto de directivos¡±.
La historiadora se?ala las distintas edificaciones y va dando esplendor a las ruinas. ¡°Esa edificaci¨®n era el comedor y la casa de visitas, esta es la del jefe de operaciones, el secretario de la hidroel¨¦ctrica viv¨ªa en ese chalet y el jefe de la central en este. Cuanto m¨¢s arriba viv¨ªan, m¨¢s escaleras ten¨ªan que subir y por tanto menos cargo ten¨ªan. Esa de arriba del todo era la del chofer. Ese edificio era la escuela, ten¨ªan un profesor para los hijos de los directivos y una pista de tenis y una piscina¡±, se?ala de uno a otro lado. Domingo ha conseguido ara?ar recuerdos del lugar. Sabe que uno de los directores que m¨¢s tiempo gobern¨® la presa, y el poblado, era Carles Smith. ¡°La se?ora Smith a las cinco de la tarde obligaba al servicio a tocar una campana porque, en Camarasa, era tambi¨¦n la hora del t¨¦. Era un lugar elitista. Cuando en el pueblo no hab¨ªa lavabos aqu¨ª hab¨ªa ba?eras con termos y electrodom¨¦sticos¡±, desvela. El poblado pas¨® a ser propiedad de Fecsa y luego de Endesa. A finales de los 80 perdi¨® su esplendor, dej¨® de tener sentido y fue abandonado a principios de los 90. Acab¨® en manos de un propietario privado y de este pas¨® a otro sin que volviera a recobrar ning¨²n tipo de vida. Hoy est¨¢ abandonado y ¡°los v¨¢ndalos¡±, como les llama Domingo, han roto ventanas y nada queda de su esplendor.
En el portal Habitaclia todav¨ªa se puede visitar el anuncio del poblado. Aseguran que para el comprador es ¡°una oportunidad irrepetible¡±, ya que el lugar podr¨ªa convertirse, seg¨²n el anunciante, en el ¡°mayor y mejor complejo de turismo rural y vivienda que pueda existir en Catalu?a de una belleza y situaci¨®n inmejorable¡±.
Mar¨ªa Matos, directora de estudios y portavoz de Fotocasa, admite que no es habitual la presencia de este tipo de anuncios aunque el portal ha anunciado propiedades como ¡°una isla privada con un castillo o una isla en venta al lado de Menorca¡±. Matos es tajante: ¡°Estas propiedades tienen un p¨²blico potencial aunque no se venden de forma r¨¢pida. Se tard¨® dos a?os en cerrar la venta de la isla en Menorca con rebajas en el precio durante todo el proceso. Est¨¢ claro que el poblado de Camarasa tiene un atractivo muy claro para destinarlo a una zona de turismo rural¡±.
La alcaldesa de Camarasa, Elisabeth Lizaso, admite que el Consistorio no puede comprar el poblado, aunque le gustar¨ªa: ¡°Solo tenemos siete trabajadores en el municipio y 850 habitantes. No tenemos m¨²sculo econ¨®mico para adquirirlo, pero estaremos muy atentos porque est¨¢ dentro de una zona no urbana y de una reserva de fauna y flora. Cualquiera que quiera comprarlo debe saber que estas construcciones est¨¢n dentro del cat¨¢logo de mas¨ªas y no puede modificar los vol¨²menes¡±.
El comprador del poblado deber¨¢ desembolsar casi un mill¨®n de euros por la compra y otros tantos con la remodelaci¨®n de un poblado donde se dise?¨®, hace un siglo, la red el¨¦ctrica que abasteci¨® a toda Catalu?a.