Un d¨ªa perfecto de vivir con lo que tienes
Las fotograf¨ªas de Txema Salvans de gentes en vacaciones retratan el maltrecho litoral mediterr¨¢neo. El autor constata algo m¨¢s que su dominio t¨¦cnico y el br¨ªo de su persistente trabajo sobre las zonas grises
Salgo de la exposici¨®n de Txema Salvans A perfect day (Un d¨ªa perfecto) constatando algo m¨¢s que su dominio t¨¦cnico y formal y el br¨ªo de su persistente trabajo sobre las zonas grises de la vida cotidiana, aqu¨ª las vacaciones de la gente com¨²n. Bueno, digo zonas grises y quiz¨¢ no sea muy acertado decirlo as¨ª, no son grises sino a pleno sol, cerca de un mar que nunca ves en las fotos. Si parecen zonas grises es porque de tan reales parecen irreales, inventadas, a veces una pintura, otras un sue?o raro. Ese algo m¨¢s que transmiten y me ronda al salir de la Colectania es que no queremos ver lo que se sale del marco de la publicidad. Y ah¨ª entran fot¨®grafos como Salvans (Barcelona, 1971).
Fotos que son lo contrario de la publicidad y a la vez tan bien compuestas como si fueran un anuncio, inquietantes por eso. Durante quince a?os, del 2005 al pand¨¦mico 2020, el fot¨®grafo ha recorrido la costa mediterr¨¢nea de Girona a Algeciras. Buscaba los lugares de ocio cerca del mar, donde las gentes, solas, en pareja o en grupo, pasan unos d¨ªas de vacaciones y los ratos de ocio de que disponen. En playas al lado de f¨¢bricas y de vertederos, en hoteles y piscinas, en sitios de lo m¨¢s extra?o cuando los ves en estas fotos y que en la realidad son de lo m¨¢s com¨²n en el maltrecho litoral mediterr¨¢neo.
Hay que vivir con lo que tienes, dicen las fotos. As¨ª resistimos. En todos los lugares puede haber intimidad, o puedes pasarlo bien o al menos intentarlo o parecerlo. Aqu¨ª nadie hace ning¨²n esfuerzo por transmitir felicidad para mostrarlo en Instagram, desconocen que est¨¢n siendo fotografiados, no posan. Pero las fotos no son exactamente robadas. Para evitar la tentaci¨®n de la pose, Salvans se arm¨® con un tr¨ªpode y se mont¨® en el techo de su furgoneta. Nadie le dio importancia, seguramente lo confund¨ªan con un agr¨®nomo o similar que estaba tomando medidas. As¨ª logra esta distancia, que da relieve al contexto y protege la identidad de las personas.
Ni juzga ni se entromete, constata. Estos lugares y estas gentes componen im¨¢genes sepultadas por la indiferencia de los medios. Si el periodismo es publicar lo que alguien quiere que no publiques, el fotoperiodismo y la foto documental lo est¨¢n pasando de pena. Poco espacio en los medios para fotos como estas, poco dinero ni para hacerlas ni para cobrarlas, ni hablar de dedicar tantos a?os a un tema. As¨ª nos quedamos sin im¨¢genes certeras de la vida cotidiana en los medios, que tanta falta hacen a la informaci¨®n y a nuestra educaci¨®n visual. Los fot¨®grafos no tienen m¨¢s remedio que convertirse en artistas visuales, exponer en galer¨ªas y museos, editar las fotolibros internacionales y conseguir as¨ª financiaci¨®n para trabajar. Los trabajos de largo recorrido de Salvans est¨¢n publicados en libros de t¨ªtulos en ingl¨¦s, para facilitar el recorrido internacional o porque se los han publicado editoriales brit¨¢nicas. The wainting game (El juego de la espera) sigue la espera de las prostitutas de carretera a lo largo de la costa mediterr¨¢nea: en los cruces y en las rotondas, en pol¨ªgonos y en arcenes, en lugares al margen de todo. Nunca se ve, excepto en la foto final, ning¨²n cliente, solo mujeres expuestas al sol que esperan, vistas desde una cierta distancia, nunca en primer o medio plano, siempre formando parte de un contexto. Y pescadores que tambi¨¦n esperan en lugares cercanos igual de vac¨ªos, tal vez sus proxenetas, hombres que est¨¢n all¨ª para no estar en casa, que no pescan nada.
En My kingdom Mi reino) fotograf¨ªa con iron¨ªa el reino de cada cual, el que sea: cuando sales de noche o te buscas la vida y los amores donde puedas, y lo contrapone a im¨¢genes del poder, del monarca espa?ol y de otros mandatarios. Los dos libros retratan la sociedad espa?ola, y cualquier otra. Todos sus trabajos lo hacen, como toda buena colecci¨®n de fotos con criterio, todas hablan de c¨®mo vivimos.
La espera es su gran tema, todos esperamos algo. ?l mismo espera y espera para sacar sus fotos y lograr que ¡°generen una pregunta m¨¢s que una respuesta¡±. Desde luego, lo consigue. Te preguntas d¨®nde sucede la escena y si te has fijado en tus propios paisajes cuando vas a tus playas o si conoces bien el lugar en el que vives, ciudad o campo.
Volvamos al d¨ªa perfecto. Captado a una cierta distancia de sus protagonistas, lo interesante de ese d¨ªa perfecto que las gentes se regalan a s¨ª mismas es el contexto, el lugar de la foto. Al igual que en todos los trabajos de este fot¨®grafo que nos invita no a juzgar a las personas sino a avaluar el paisaje en que vivimos y que soportamos.
Merc¨¨ Ibarz es escritora y cr¨ªtica cultural.
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