Javier Daulte: ¡°Me emocion¨¦ cuando comprob¨¦ que Barcelona no me hab¨ªa olvidado¡±
El Temporada Alta estrena ¡®Las irresponsables¡¯, del director y dramaturgo argentino
El dramaturgo y director Javier Daulte (Buenos Aires, 1963) tiene ganas de volver a Barcelona. El a?o pasado, lo ten¨ªa todo a punto para estrenar en el Grec Valeria radioactiva pero la pandemia acab¨® con todo. Tampoco pudo estar para ...
El dramaturgo y director Javier Daulte (Buenos Aires, 1963) tiene ganas de volver a Barcelona. El a?o pasado, lo ten¨ªa todo a punto para estrenar en el Grec Valeria radioactiva pero la pandemia acab¨® con todo. Tampoco pudo estar para Carnicera, la ¨²ltima obra suya que se ha representado en Catalu?a, en junio, en el Teatro La Gleva, ni asistir¨¢ al estreno de Las irresponsables, dirigida por S¨ªlvia Munt, con Nora Navas, Marta Marco y Cristina Genebat, el 28 de octubre y tambi¨¦n (en sesi¨®n doble) el 29 en Girona y el 12 de noviembre en Palafrugell, en el marco del festival Temporada Alta. La siguiente oportunidad para volver a pisar su adorada Barcelona ser¨¢ cuando la obra haga temporada en La Villarroel, a partir del 27 de noviembre, pero ensayos con vistas a un estreno en enero en Buenos Aires tambi¨¦n lo retendr¨¢n en Argentina.
No es habitual que Javier Daulte no dirija ¨¦l mismo sus obras. ¡°Me cuesta mucho que lo haga otro¡± reconoc¨ªa este verano, en conversaci¨®n telem¨¢tica desde Buenos Aires. ¡°Cuando Josep Dom¨¨nech, de Bit¨®, me llam¨® para encargarme Las irresponsables, ?me cost¨® entender que no quer¨ªa que la dirigiera yo! No es por celos, sino porque las obras que escribo sabiendo que las voy a dirigir las dejo algo inacabadas porque con los ensayos cambiar¨¦ mi configuraci¨®n mental y entonces cerrar¨¦ el texto. Les ped¨ª permiso para hacer el estreno en Argentina con gente de aqu¨ª y dirigida por m¨ª. Y les pareci¨® bien. Se iba a estrenar antes en Buenos Aires, pero ahora, por la pandemia, ser¨¢ al rev¨¦s¡±. La obra habla de tres amigas, N¨²ria, Lila y Fabi. Una de ellas sale de una ruptura amorosa y las otras dos la quieren ayudar pasando las tres un fin de semana fuera de la ciudad. La cosa se complicar¨¢ sin ellas advertirlo...
El autor de ?Est¨¢s ah¨ª?, La felicidad o Gore se considera y es considerado parte del teatro catal¨¢n. Aterriz¨® en Barcelona casi por casualidad al principio de este siglo y cay¨® por la Beckett (en el barrio de Gr¨¤cia todav¨ªa, claro) para un curso de interpretaci¨®n¡ ¡°Se produjo un encuentro inesperado y feliz con actores y actrices de Barcelona¡±, recuerda. ¡°Como que hab¨ªa magia, ellos ten¨ªan una necesidad y yo not¨¦ que lo que yo investigaba, lo que yo dec¨ªa y buscaba sobre la actuaci¨®n encajaba con esa necesidad. Fue una especie de enamoramiento mutuo¡±. Aunque nunca lleg¨® a residir de manera fija en Barcelona, se pas¨® casi 10 a?os all¨ª, en los que dirigi¨® la sala Villarroel, gan¨® el Premio Ciudad de Barcelona, pis¨® el Lliure, el Romea, el Temporada Alta, imparti¨® su Procedimiento Daulte en la Escola E¨°lia¡ ¡°Cuando regres¨¦, cinco a?os despu¨¦s de marchar, en 2015, me emocion¨¦ al ver que nadie me hab¨ªa olvidado all¨¢. Conoc¨ª a actores y a actrices muy j¨®venes que no hab¨ªan visto mis obras pero que sab¨ªan qui¨¦n era yo y hab¨ªan estudiado mi m¨¦todo ?algunos pensaban que pod¨ªa estar muerto!¡±, recuerda, con humor, pero emocionado.
La ¨²ltima obra suya estrenada en Barcelona es la citada Carnicera, dirigida por David Teixid¨®, que nos sit¨²a en un obrador industrial de carne donde Porcia se pasa horas al fr¨ªo fileteando reses. Una especie de mafia de terroristas gastron¨®micos adulterar¨¢ la carne. ¡°La obra, con una trama muy conspirativa, plantea que no tenemos en qui¨¦n confiar¡±, explica Daulte. ¡°Habla de las verdades, las mentiras y los peque?os y los grandes enga?os¡±.
Todo su teatro va de eso: ¡°Las inquietudes teatrales, en el fondo, son pensamiento filos¨®fico acerca de la verdad, de la credibilidad, de lo falso¡ El teatro es un poco la s¨ªntesis de eso: vamos al teatro a ver algo que sabemos que es mentira, con la ilusi¨®n de creer que es verdad. Es curioso que el arte, uno de los grandes nutrientes del alma humana, de la sociedad, sea un enga?o. Y eso, desplegado con argumento, personajes e historias est¨¢ en todas mis obras¡±. Siempre con espacio para la comedia, el humor (a menudo, negro) y ¡°tratando de evitar los dos grandes males del arte, que son la frivolidad y la solemnidad¡±.
Daulte huye de esos extremos en el Espacio Callej¨®n, en Buenos Aires, su lugar de exploraci¨®n y exhibici¨®n teatral. All¨ª se sigue un lema: ¡°El teatro alternativo es un fin en s¨ª mismo y no es la antesala del teatro comercial¡±. ¡°Ese es el esp¨ªritu¡±, comenta. ¡°Si es cierto que hay tres circuitos, el alternativo, el comercial y el p¨²blico, un creador tiene que poder circular por los tres indistintamente; si se cree, en cambio, que el teatro alternativo es una instancia que debe superar el artista y, si hace las cosas bien, dejarla atr¨¢s, entonces ya no es teatro alternativo. Si empezamos a ver en el teatro alternativo lo mismo que podemos ver en una sala comercial entonces, simplemente, no es teatro alternativo¡±.
Es curioso que el arte, uno de los grandes nutrientes del alma humana, de la sociedad, sea un enga?o
Javier Daulte es un te¨®rico y proclama que ¡°el teatro no es importante¡±. ¡°Los axiomas tienden a ser una provocaci¨®n. Y yo digo que el teatro es esencial, pero no importante. Si lo pens¨¢ramos como algo importante, tendr¨ªa que ser responsablemente administrado, como las cosas importantes: la salud, la educaci¨®n, la seguridad, campos en los que si sus actores se equivocan la cosa puede ser grave. Si un actor de teatro se equivoca no pasa nada. El actor de teatro debe tener el derecho a equivocarse. Yo hablo de la responsabilidad de la irresponsabilidad en el arte. Me explico: tenemos que ser muy responsables para cuidar de que el teatro sea irresponsable. Cuidar de que el arte no sea importante. Est¨¢ ah¨ª para molestar, para incomodar, debe decir lo que nadie se atreve a decir, preguntar lo que nadie se atreve a preguntar, y si perdemos ese espacio en una cultura nos quedamos en una sociedad totalitaria¡±.
Javier Daulte ha hecho series de televisi¨®n y ha escrito la novela El circuito escalera (Alfaguara). Falta el cine¡ ¡°As¨ª como tuve mi romance con el teatro catal¨¢n, el romance con el cine no ocurri¨®¡±, dice. ¡°Lo he intentado, he escrito guiones, me los han pagado y no se han hecho. Soy un buen espectador de cine, me gusta su lenguaje, pero no ha habido esa qu¨ªmica. Tampoco me quita el sue?o. Bueno¡ quiz¨¢s lo que me quita es la posibilidad de dirigir a Javier Bardem, el mejor actor de su generaci¨®n en el mundo entero, creo yo¡±.